¿Te levantas por las mañanas con un sabor amargo en la boca?
Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater
Puede que te haya pasado, levantarte por la mañana y sentir un sabor entre ácido y amargo. ¿Te has planteado alguna vez el motivo? ¿Hay que preocuparse por ello?
Es más común de lo que pensamos y, aunque no es nada grave, en ocasiones es indicativo de algunas realidades en nuestro organismo que tal vez deberíamos tener en cuenta: una mala alimentación, acumulación de bacterias… Te lo explicamos para tu tranquilidad.
Causas del mal aliento por las mañanas
La sencilla realidad es que casi todos nos levantamos con un sabor extraño en la boca, nuestra lengua acumula una serie de bacterias almacenadas durante la noche que nos provocan ese mal aliento, algo que nos incomoda en especial cuando nos despertamos junto a nuestra pareja.
Es algo normal. Pero los médicos nos dicen que, en ocasiones, tras el mal aliento, puede haber tras ello algún tipo de enfermedad, así que vale la pena conocerlo.
Bacterias
Ese sabor ácido y amargo es habitualmente producido por las bacterias anaerobias. Se sitúan detrás de la lengua y dejan transpirar pequeñas segregaciones de azufre.
Si por el día no tenemos esta incómoda sensación es porque la saliva las hace desaparecer, las destruye. Pero por la noche la producción de saliva baja drásticamente, y estos elementos perviven en nuestra lengua dándonos ese sabor desagradable. Es algo que nos pasa a todos.
Sinusitis
Si padecemos de sinusitis suele producirse un curioso efecto. Cuando padecemos esta inflamación, nuestra mucosa nasal está más sensible y, por lo tanto, deja caer pequeñas segregaciones.
La mucosa nasal es rica en proteínas y proporciona un buen alimento para esas bacterias que antes hemos nombrado. Estas se multiplican y aparecen en mayor cantidad y, por lo tanto, siguen produciendo más azufre, originando ese mal sabor de boca.
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El esófago
Puede que suframos acidez en el esófago, que lo tengamos inflamado. Las digestiones se vuelven más pesadas y el alimento cuesta más en digerirse. Esta acidez alimenta nuevamente a las bacterias de nuestra lengua, y el sabor, será entonces especialmente ácido.
Problemas en el hígado
Ya sabemos que el hígado cumple la función esencial de depurar nuestro organismo de toxinas, de elementos nocivos y perjudiciales, además de cumplir otros mecanismos esenciales en la metabolización de enzinas.
Pero puede ocurrir que de pronto, exista algún problema. O, a veces, sencillamente, necesita ser depurado. Uno de estos síntomas es precisamente ese sabor amargo por las mañanas.
Ictericia
La ictericia aparece cuando tenemos un problema a la hora de metabolizar la bilirrubina, una disfunción asociada, a su vez, con el hígado, que produce alteraciones en los glóbulos rojos. Más adelante, esto puede derivar en una serie de problemas en nuestro organismo.
El síntoma más evidente de la ictericia es un color de piel amarillento. Pero también lo es un sabor amargo en la boca que se incrementa por las mañanas.
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Remedio para evitar el sabor amargo por las mañanas
Para evitar en la medida de los posible ese sabor desagradable por las mañanas, lo mejor, sin duda, es recurrir a alimentos que nos ayuden a desintoxicar el cuerpo. Para ello sería conveniente realizar las siguientes acciones:
Tomar ajo
Hay una creencia popular que dice que un hábito muy beneficioso para el organismo es empezar el día tomando un diente de ajo en ayunas. Si somos constantes y recordamos hacerlo todos los días, nos beneficiaremos sin duda del mayor desintoxicante natural que existe.
Sin embargo, diversas fuentes, como la Clínica Mayo, dicen que “comer ciertos alimentos, como cebollas, ajo y especias puede causar mal aliento, ya que después de digerirlos, los alimentos ingresan en el torrente sanguíneo, son transportados a los pulmones y afectan el aliento”.
Jugo desintoxicante para cenar
Recuerda esta sencilla receta que, por tu bien, deberás tomar durante tus cenas durante al menos 8 días seguidos al mes. Solo necesitas una betabel, un diente de ajo, el jugo de medio limón, una ramita de perejil y una cucharadita de miel. Lleva todos los ingredientes a la batidora y obtén un jugo bien homogéneo.
Este jugo, dicen, te ayudará a limpiar tu cuerpo, a eliminar toxinas y bacterias, y, por tanto, a levantarte con un mejor sabor de boca. Aunque no hay estudios científicos que demuestren su eficacia.
Levantarse con un sabor extraño en la boca es normal, pero debes consultarlo con tu médico antes de realizar cualquier cambio en tus hábitos de vida, así como si el mal aliento se mantiene durante mucho tiempo o intuyes que puede deberse a alguna enfermedad.
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