Técnica baking en maquillaje: ¿qué es y cómo hacerla?

El baking es un método de maquillaje basado en el difuminado que ayuda a camuflar las imperfecciones del rostro. Descubre cómo implementarlo.
Técnica baking en maquillaje: ¿qué es y cómo hacerla?

Última actualización: 21 julio, 2023

El baking en maquillaje es una técnica de cobertura completa apoyada en el difuminado de correctores en crema y polvos traslúcidos. Su objetivo es camuflar posibles imperfecciones de la piel. Si bien por mucho tiempo fue de uso profesional, en la actualidad hay quienes la ponen en práctica en casa.

Se recomienda especialmente para aquellas personas con piel grasosa o que tiende a sufrir por la sudoración. La idea es que los productos aporten un acabado aterciopelado que permita disimular al máximo los poros dilatados, las hiperpigmentaciones y las cicatrices. ¿Cómo ponerla en práctica? ¡Toma nota!

¿Para qué se usa el baking en maquillaje?

El baking de maquillaje se traduce como «cocinado del maquillaje». Consiste en dejar reposar una cantidad significativa de polvos traslúcidos sobre el cutis, de modo que se integren con la base aplicada previamente. Se popularizó gracias a la comunidad «drag queen», quienes la implementan desde hace décadas.

No es una opción para aquellas que prefieren el maquillaje ligero y sobrio. Tampoco se recomienda sobre pieles secas, dado que puede quedar un acabado irregular y poco estético. La piel debe estar lo más hidratada posible para que los productos cumplan su función.

Ahora bien, más allá de ocultar las imperfecciones de la piel, esta técnica permite dar un aspecto fino al rostro; realza sus facciones, minimiza el aspecto de las arrugas y ofrece cobertura sobre las ojeras. Para ello, aprovecha la funcionalidad del corrector en crema y del polvo traslúcido.

Mientras el corrector tapa los elementos que deseas ocultar del rostro, el polvo sella, elimina brillo y evita que cambien los colores que otorgan la base y el corrector. 

Consejos y pasos para aplicar el baking en maquillaje

El maquillaje dermocorrector es el protagonista de la técnica baking en maquillaje. Sus principales características son la alta cobertura, además de una textura ligera que impide que quede un acabado pastoso. Si bien el corrector y el polvo traslúcido son los dos productos claves, también es necesaria la crema, la base y una brocha.

En general, se recomienda seleccionar cosméticos sin aceite e hipoalergénicos, sobre todo para pieles con acné. Las fórmulas deberían ser ligeras, de tal manera que puedan aplicarse sin necesidad de friccionar el rostro.

Ahora, ¿cómo hornear el maquillaje?



1. Hidrata y protege

Uno de los primeros pasos a la hora de aplicar cualquier técnica de maquillaje es asegurar una óptima hidratación y protección de la piel. En este sentido, primeramente hay que aplicar una crema o gel hidratante que proporcione humedad y que permita restablecer la función de barrera de la capa córnea.

Cuando el producto absorba bien, el siguiente paso es aplicar una delgada capa de protector solar de amplio espectro (30 SPF o superior). Cuando seque, la piel estará lista para proceder con los siguientes productos.

En las pieles deshidratadas, la aplicación de la técnica baking puede quedar con un aspecto acartonado. 

2. Aplica la base

Extiende en la cara una capa de base ya sea en barra, líquida, en crema o en polvo. Procura que sea un producto ligero y que corresponda a tu tono de piel.

3. Sigue con el corrector

Con el corrector inicia la magia del horneado. Aplícalo puntualmente en la frente, la parte superior de la nariz, los pómulos, el mentón y donde quieras esconder imperfecciones. Una vez hagas esto, fusiona la base y el corrector con una esponja o la yema de los dedos, hasta que desaparezca la transición.

Debes asegurarte de alisar bien, porque antes de los polvos traslúcidos no deben quedar pliegues. Si lo consideras necesario, puedes arriesgarte con una segunda capa de producto para alcanzar la máxima cobertura. 

4. Sella con los polvos

En las partes que corregiste va el polvo traslúcido suministrado con una esponja un poco húmeda. La capa aplicada ha de ser generosa. Además, no debe difuminarse, sino que se aplica a pequeños toques.

El horneado ocurre de 10 a 15 minutos, cuando el calor corporal amalgama los cosméticos hasta rellenar las imperfecciones. Durante la cocción, el polvo aspira el exceso de grasa y se asienta hasta integrarse con la base.

5. Elimina los excesos

Transcurrido el tiempo de ‘horneado’, desempolva con una brocha gruesa. Este paso es para que la piel se note tan natural como sea posible, con un acabado uniforme y terso, adecuado para avanzar con el resto.

6. Más adelante, retoca

Lleva en tu estuche de maquillaje un polvo con el que puedas retocar tu rostro si a lo largo del evento sientes la piel grasosa. Pero no te extralimites, ya que demasiado polvo suelto daña el trabajo.

¿Cómo hacer el baking de maquillaje perfecto?

El éxito del baking está en abarcar tanto las cicatrices o irregularidades cutáneas, como los puntos donde el corrector suele moverse, por ejemplo, debajo de los ojos.

En el caso de las pieles deshidratadas, aprovecha las bondades de la prebase en aceite y del fijador en atomizador fabricado con alcohol desnaturalizado para ganar algo de brillo antes del cocinado.

Por otra parte, si tienes muchas arrugas, el maquillaje podría acartonarse pasadas algunas horas. Debes tener en cuenta que este método es recomendado para sesiones fotográficas o eventos cortos. Selecciona la oportunidad ideal para lucirlo.



Cuidado de la piel después de la aplicación de baking en maquillaje

Utilizar polvos y correctores en cantidades como las que requiere el baking de maquillaje, amerita una posterior limpieza cuidadosa de la piel para prevenir irritaciones, brotes de acné, envejecimiento prematuro, entre otras consecuencias.

La rutina básica comprende asear con lociones micelares, ya que son dermolimpiadoras. También puedes usar otros desmaquillantes, aplicar suero facial y, finalmente, hidratar.


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