Tratamientos sencillos para las infecciones vaginales
Revisado y aprobado por la médico Maricela Jiménez López
Las infecciones vaginales pueden ser verdaderos dolores de cabeza en la vida de una mujer. Y es que conllevan incomodidad y molestias, algo que afecta la vida diaria y relaciones íntimas. Por suerte, en la actualidad existen varios métodos para combatirlas.
El mejor tratamiento va a depender del tipo de infección que poseas y de los síntomas que observes. No es lo mismo tratar una causada por hongos que otra por bacterias, por ejemplo. ¿Crees que tienes una infección vaginal? A continuación, te indicaremos las señales de alerta a considerar, así como un conjunto de 12 tratamientos sencillos para aliviarlas.
¿Cómo saber si tengo una infección vaginal?
Las infecciones vaginales no tienen una sola causa, y esto hace que los síntomas entre un tipo y otro también varíen. Los tipos de infecciones vaginales se clasifican de acuerdo con el agente que las origina. Destacamos los más importantes:
- Por levaduras: son las producidas por hongos. El más común es el Candida albicans, causante de la candidiasis. Se caracteriza por un flujo vaginal blanco y espeso (similar al queso), picor en la vulva, irritación e inflamación.
- Por parásitos: en este caso, el parásito Trichomonas vaginalis llega a la vagina por medio del acto sexual, lo que da lugar a la tricomoniasis. Sus síntomas son una secreción vaginal de color entre amarillento y verde, con olor a moho, así como también picor y ardor.
- Virales: son causadas por un virus y se suelen transmitir por contacto sexual, como el herpes vaginal y el virus del papiloma humano. En el caso del primero, se caracteriza por picazón en la vagina y aparición de ampollas, mientras que en el segundo se producen verrugas en lugar de ampollas.
- Bacterianas: también conocida como vaginosis bacteriana, se produce principalmente por un desequilibrio en el microbioma vaginal. También hay bacterias que pueden llegar por transmisión sexual, como es el caso de la Chlamydia trachomatis. Sus síntomas son flujo débil y dolor al orinar, picazón, mucosidad vaginal de color blanco o grisáceo, así como un olor que se asemeja al pescado.
También puede suceder que haya picazón vaginal, pero no necesariamente una infección. Esto puede deberse a una irritación por jabones, papel higiénico, depilaciones o hasta alguna enfermedad de la piel.
Lavado íntimo con bicarbonato y vinagre: ¿bueno o malo?
De manera tradicional, se dice que un lavado íntimo con bicarbonato y vinagre puede ayudar a combatir la picazón en la parte íntima de la mujer, así como las infecciones vaginales en general. Pero ¿será eso cierto?
El bicarbonato de sodio cuenta con propiedades alcalinizantes; es decir, que neutralizan la acidez de donde se aplique. En el caso del hongo de la candidiasis, este se desarrolla mejor en un pH muy ácido, de manera que el bicarbonato (en teoría) ayudaría a combatirlo.
El problema está en que el bicarbonato puede alcalinizar demasiado la vagina y esto afecta a las bacterias benéficas. Como consecuencia, se altera el microbioma vaginal. Otro punto a considerar es que es un ingrediente común en las duchas vaginales, las cuales no se recomiendan en la actualidad por el mismo punto anterior.
En el caso del vinagre blanco, sus propiedades antimicrobianas son muy conocidas. Estas se han empleado en la medicina tradicional para combatir hongos, tanto en la vagina como en otras partes del cuerpo. Su contra es el mismo que el del bicarbonato: puede modificar el pH vaginal y su ecosistema de bacterias buenas, lo cual trae más problemas que beneficios.
Entonces, ¿sí o no?
Si bien es cierto que son muchas las mujeres que han googleado «cómo utilizar el vinagre blanco para lavado íntimo» o «cómo hacer una ducha íntima casera con estos dos ingredientes», la verdad es que no es una buena idea llevarlo a cabo.
Es cierto que estos lavados vaginales se realizan diluyendo ambos componentes en agua; aun así, pueden seguir siendo muy fuertes. La combinación de ambos en una zona tan delicada puede ser dañina, ya que puede generar irritaciones o incluso quemaduras de la piel.
De manera que antes de aplicarte un lavado vaginal con bicarbonato y vinagre blanco, te recomendamos ir a tu médico para que te recete un tratamiento correcto y mucho más seguro para la infección vaginal que poseas.
12 tratamientos para las infecciones vaginales
Sin duda alguna, el mejor tratamiento para las infecciones vaginales es el que te indique tu médico de cabecera. Él te hará pruebas, y en combinación con tu historial clínico, llegará a un diagnóstico acertado.
Las opciones naturales deben tomarse como un complemento al tratamiento que te hayan recetado (siempre con aprobación de tu médico).
A continuación, te indicaremos alternativas de remedios caseros para irritación en zona íntima, así como otros que pueden ser un extra para combatir las bacterias y hongos en la vagina.
1. Una buena higiene
Cuando sufres de infecciones vaginales, tener una buena higiene es prioritario. Para lavar la zona íntima no necesitas de jabones o geles convencionales, ya que ellos tienen perfumes y desequilibran el pH. Basta con limpiar la vulva con agua tibia, esto te ayudará a calmar los picores e irritaciones.
Si te preguntas por el lavado interno con duchas vaginales, no es necesario hacerlo (lo realiza ella misma), a menos que un especialista te lo recete.
2. Ajo
El ajo es una opción de remedio casero para combatir hongos y bacterias, pero también trae otros beneficios a la salud. Con respecto a las infecciones vaginales, un estudio publicado en Iranian Red Crescent Medical Journal sugiere que el ajo consumido en forma oral podría ser una alternativa adecuada para el tratamiento de la vaginosis bacteriana.
Así que, tomar un par de dientes de ajo al día (como si fuera una cápsula), puede ayudarte a combatir las infecciones desde el interior. De igual manera, vale agregarlo a tu dieta. Otra manera de usarlo es por medio de baños de asiento, los cuales (de manera tradicional) se dice que alivian los picores. Si quieres intentarlo, previa aprobación médica, debes hacer lo siguiente:
- Machaca varios dientes de ajo y hiérvelos en una olla grande con agua.
- Retira del fuego, deja enfriar y cuela.
- Agrega este preparado en la bañera o en un recipiente en donde te puedas sentar por unos 10 o 15 minutos.
- Termina enjuagando la zona con agua tibia.
Asimismo, hay otro remedio casero en el que introducen un diente de ajo, envuelto en una gasa estéril, dentro de la vagina para quitar los hongos de ella. Esto no es una buena idea, ya que el ajo puede salirse de la gasa y quedarse dentro, lo que derivaría en una mayor irritación e infección por un cuerpo extraño.
3. Tomillo
El tomillo es una planta medicinal, empleada de modo tradicional, para combatir distintas infecciones, puesto que se le atribuyen propiedades antifúngicas y antibacterianas. De hecho, se ha reseñado su empleo como parte del tratamiento de la vaginitis y la vulvitis. Para ello, te recomendamos hacer una infusión y aplicarla en el exterior de la vagina:
- Agrega en un cazo, una cucharada de hojas de tomillo y una taza de agua.
- Lleva a fuego hasta que hierva y luego retira.
- Deja enfriar, cuela y quédate solo con la infusión.
- Impregna una mota o disco de algodón en ella.
- Pásalo por la parte externa de tu vagina.
4. Yogur
El yogur no es solo un desayuno o merienda deliciosa, a media mañana o tarde, sino que también te será de ayuda para combatir las infecciones vaginales. Lo ideal es consumirlo de manera oral y buscar uno que tenga cultivos activos o vivos. Como extra, se servirá para fortalecer la microbiota intestinal.
También hay quienes lo aplican de forma directa en la vagina al impregnar un tampón en él. Esto puede ser contraproducente y no te recomendamos hacerlo sin aprobación médica.
5. Suplementos de flora bacteriana
Como te indicamos arriba, en la vaginosis bacteriana hay alteración del microbioma vaginal, y una forma de ayudar a restaurarlo es por medio de probióticos que contengan lactobacilos.
En la actualidad, podemos encontrar estas bacterias buenas a modo de suplementos en cápsulas, que puedes tomarlos tanto si tienes la infección activa como a modo de prevención.
La cantidad y periodo exacto de tratamiento te los indicará tu médico. A modo general, podemos decirte que los fabricantes recomiendan tomar una cápsula diaria como prevención y dos si posees la infección activa, por un periodo entre siete y diez días.
6. Aceite de árbol de té
El aceite del árbol de té tiene varias aplicaciones medicinales, y una de ellas tiene que ver con el tratamiento de las infecciones vaginales. De hecho, estudios recientes han advertido que podría tener actividad fungicida contra la Candida albicans.
Hay dos maneras conocidas de aprovecharlo. La primera es a través de un baño de asiento. En este caso, debes hacer lo siguiente:
- Agrega unas diez gotas de aceite esencial de árbol de té en dos litros de agua tibia.
- Mezcla y coloca en la bañera o en un recipiente grande en el que te puedas sentar por 10 o 15 minutos.
La segunda alternativa es diluir unas gotas del aceite esencial en agua, impregnar un tampón e insertarlo en la vagina. Esta opción es más riesgosa, ya que puede causar irritaciones. No te recomendamos hacerla sin aprobación médica.
7. Manzanilla
Por lo general, asociamos a la manzanilla con la digestión. Si bien es cierto que esa es una de sus propiedades medicinales, no es la única, ya que también es antiinflamatoria. En esta línea, el Instituto Coreano de Farmacopuntura indica que podría ser tan efectiva como el clotrimazol en el tratamiento de la candidiasis.
Con base en estas propiedades, es probable que su uso ayude a reducir la sensación de picor y ardor vaginal, en cuyo caso te recomendamos hacer baños de asiento:
- Hierve en una olla grande agua y unas tres cucharadas de manzanilla.
- Deja enfriar y cuela.
- Colócalo en un recipiente para que te sientes o la bañera.
- Espera entre 15 y 20 minutos. No es necesario que enjuagues.
También puedes impregnar un disco de algodón y pasar esta infusión por la parte externa de tu vagina.
8. Salvia
La salvia no es solo para condimentar, también puede ser muy beneficiosa para la salud. Entre sus propiedades se encuentra su actividad antifúngica y antibacteriana. Por ello, es útil como complemento a los tratamientos medicinales contra la candidiasis, como sugiere un ensayo clínico de 2019.
La manera más sencilla de utilizarla para tratar infecciones vaginales es hacer una infusión con sus hojas y tomar un baño de asiento, como te hemos indicado antes con la manzanilla.
9. Aceite de coco
Otro producto natural que vale para combatir la candidiasis es el aceite de coco, pero solo el virgen. Se ha indicado que tiene propiedades antimicrobianas muy efectivas contra Candida albicans, que es la causante de la infección.
Se utiliza de manera tópica, impregnando una mota o disco de algodón en él y aplicándolo en el exterior de la vagina. Es útil para calmar la picazón, pero te recomendamos hacer una prueba en una pequeña sección de tu piel, ya que hay personas que son alérgicas a él.
10. Orégano
El orégano se utiliza como especia en el mundo gastronómico. Sin embargo, a la hora de combatir las vaginitis, debemos recurrir a la variedad silvestre: Origanum vulgare.
De acuerdo con algunas investigaciones, el aceite esencial de este orégano puede inhibir el crecimiento de cándida. Para ello, la forma más sencilla y efectiva de utilizarlo sería como baño de asiento. Mezclar unas diez gotas del aceite esencial en 2 litros de agua tibia y haz el baño.
11. Vinagre de sidra de manzana
Al igual que el vinagre blanco, uno de los beneficios que posee el vinagre de manzana es sus propiedades antibacterianas. Pero, a diferencia del anterior, este es un poco menos ácido y tiene el extra de contar con bacterias de ácido láctico, que pueden actuar como probióticos, para ayudar a restaurar la microbiota vaginal.
Una manera de utilizarlo es lavar la parte externa de la vagina en una solución diluida con agua:
- Agrega dos cucharadas de vinagre de manzana en dos litros de agua tibia.
- Mezcla y limpia la vulva y exterior de tu vagina con él.
Otra alternativa es hacer baños de asiento, con esta mezcla diluida, por unos diez minutos.
12. Zataria
Seguro que el nombre no te suena, ¿verdad? La zataria, también conocida como tomillo shirazi, es una planta originaria del Medio Oriente que cuenta con propiedades antifúngicas. Se trata de una alternativa para el tratamiento de la candidiasis vaginal, la cual se produce por un hongo.
Puede ayudarte a reducir la picazón y ardor. Para ello, necesitas diluir unas 10 gotas de aceite esencial de zataria (lo encuentras en alguna tienda naturista) en dos litros de agua y hacer un baño de asiento por unos diez minutos.
¿Cómo prevenir las infecciones vaginales?
Una frase muy famosa dice que «es mejor prevenir que curar», y en el caso de las infecciones vaginales es muy válida. Tanto si nunca has tenido una, como si estás saliendo de alguna, te recomendamos tener en cuenta los siguientes tips para evitarlas:
- Usa ropa interior de algodón.
- No uses jabones perfumados en tu zona íntima.
- Emplea preservativos al tener relaciones sexuales.
- Olvídate de las duchas vaginales, traen más problemas que soluciones. La única excepción es si tu médico lo indica.
- Cuando te seques, pasa el papel higiénico de adelante hacia atrás. Así evitarás traer bacterias del recto a la vagina.
Más consejos para tratar las infecciones vaginales
En ocasiones, para resolver un problema de salud se deben aplicar diferentes enfoques. Aparte de seguir de forma rigurosa el tratamiento que te haya indicado el especialista, y complementarlo con alguno de los que te hemos señalado (previa aprobación médica, claro está), es imprescindible cuidar la alimentación y evitar los malos hábitos.
En el caso de las infecciones vaginales, es muy importante reducir los azúcares y las grasas. En su lugar, opta por incluir alimentos ricos en betacarotenos, vitamina E y calcio. Asimismo, evita fumar, ya que esto afecta al microbioma vaginal y, en general, a tu organismo.
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