Trucos para descongestionar la nariz
Escrito y verificado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas
La congestión nasal es un síntoma que se presenta cuando hay una infección en las vías respiratorias o alergias. Su causa principal es la inflamación del revestimiento mucoso de la nariz, que genera un bloqueo en los conductos nasales, dificultando la respiración. ¿Te está aquejando este síntoma? Entonces, debes conocer los trucos que puedes poner en práctica para descongestionar la nariz y obtener alivio.
Es importante aclarar que los trucos que pongas en práctica no deben sustituir nunca el tratamiento pautado por el médico ni las recomendaciones que haya realizado el profesional. Los trucos deben considerarse una medida complementaria.
Aunque la congestión nasal no represente un problema de salud grave, resulta incómodo y puede dificultar el descanso nocturno, provocando con ello que estés más cansado y sin ánimos durante el día.
Métodos para descongestionar la nariz
Estos son algunos de los métodos que te pueden ayudar a descongestionar la nariz y así obtener alivio.
1. Lavados nasales
Es necesario eliminar el exceso de moco para obtener el alivio y empezar a la recuperación. Para ello, el consumo abundante de líquido (agua, preferiblemente) será de gran ayuda.
Mientras más agua bebas, mejor hidratado estarás. Además, el moco se fluidificará y así será más fácil expulsarlo. También puedes optar por realizarte lavados nasales, cada cierto tiempo, para evitar tener que estar todo el día de un lado a otro, corriendo por pañuelos para soplarte los mocos.
Aunque es recomendable darle prioridad a las fórmulas que puedes encontrar en las farmacias, que vienen en envases anatómicos y resultan mucho más cómodas y seguras, para realizarte un lavado nasal puedes preparar una solución salina casera.
Elementos
- 1 jeringa sin aguja.
- 4 tazas de agua (1 litro).
- 1 cucharada de sal marina (10 g).
Procedimiento
- Hierve el litro de agua, agrégale la cucharada de sal y déjala enfriar.
- A continuación, toma 5 ml de la solución y aplícala en cada una de las fosas nasales.
- Repite el mismo proceso dos veces y hazlo todos los días.
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2. Inhalar vapor
Los vahos son otro de los métodos más populares (y eficaces) para descongestionar la nariz. También ayudan a fluidificar la mucosidad y así, expulsarla más fácilmente.
Para prepararte tu propio vaho casero solo tienes que tomar una olla grande, llenarla de agua, llevarla a hervir y, una vez que alcance su punto de ebullición, retirarla del fuego y proceder a inhalar el vapor (a una distancia prudente y con una toalla o manta por encima).
Hay quienes recomiendan añadir al agua hojas de eucalipto, manzanilla y otras hierbas aromáticas, para promover una sensación de alivio mayor. Cabe destacar que no hay evidencia científica que indique que el uso de las hojas de una especie u otra brinde más beneficios o un efecto más potente. Por ello, el uso de hierbas no es realmente necesario.
Vaho de vapor con manzanilla – Procedimiento
- Para empezar, agrega la manzanilla y deja que se cueza durante 5 minutos.
- Pasado este tiempo, retira la olla del fuego y, cubriéndote la cabeza con una toalla, comienza a inhalar el vapor que despide (a una distancia prudente o de lo contrario podrías quemarte).
- Repite tantas veces como necesites durante el día.
3. Aplicar compresas de agua caliente
Otra forma de aprovechar el calor para descongestionar la nariz es con la aplicación de compresas de agua caliente. Debido a su efecto calmante, son ideales para disminuir la irritación que se produce por la acumulación excesiva de moco.
Procedimiento
- Sumerge un paño de tela en una taza de agua caliente.
- Exprime para eliminar el exceso de agua.
- Si ya se ha enfriado un poco y tiene una temperatura soportable para la piel, colócatelo sobre el área de la nariz y la frente. Déjalo allí unos 5-10 minutos y retírala cuando sientas alivio.
4. Cortar una cebolla fresca, otro truco para descongestionar la nariz
La cebolla no constituye en sí una cura ni un descongestionante, sin embargo, al ayudar a mantener el ambiente húmedo, lo que proporciona cierto alivio. Así pues, aprovecha este truco de abuela para mejorarte.
Procedimiento
- Corta una cebolla fresca en trozos pequeños.
- Coloca la cebolla en un plato y ponlo en la mesita de noche, a la hora de dormir. La cebolla ayudará a mantener el ambiente húmedo y, por ende, brindarte alivio. Un truco: mientras más picada esté, mejor.
¿Qué más puedes hacer?
Además de tener en cuenta estos trucos, será fundamental que sigas las instrucciones que te dé tu médico y que no suspendas bruscamente el tratamiento que te haya pautado, ya que esto podría resultar contraproducente.
Mientras más respetes el proceso de recuperación, mejor curado quedarás y así evitarás recaídas cada dos por tres.
Por último, recuerda que siempre será fundamental que mantengas una dieta equilibrada y una buena hidratación para recuperar fuerzas.
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