¿Qué es la uroflujometría y en qué consiste?

La uroflujometría es una de las pruebas más empleadas en las consultas de urología. Permite orientar el diagnóstico de ciertas patologías, como la incontinencia urinaria. Te lo explicamos.

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Leonardo Biolatto

Última actualización: 11 julio, 2023

La uroflujometría es una prueba que comenzó a emplearse a mediados del siglo XX. Permite calcular la velocidad del flujo de orina a lo largo del tiempo. Es un procedimiento simple que sirve para estudiar la función de la vejiga y su esfínter.

A menudo, los médicos se refieren a ella como flujometría. También permite evaluar la cantidad de orina evacuada y su volumen total. Esto es muy útil para diagnosticar ciertas patologías del sistema urinario. En este artículo te explicamos en qué consiste y cómo se realiza.

¿Qué es la uroflujometría?

La uroflujometría, como hemos mencionado en la introducción, es una prueba que se utiliza para medir la cantidad de orina que se elimina por unidad de tiempo. Según explica un artículo de la Revista Cubana de Urología es una técnica sencilla, económica y no invasiva.

Para comprender en qué se basa este examen es importante conocer cómo funciona el sistema urinario. La orina se almacena en la vejiga. Para que se produzca el vaciamiento es necesario que exista un estímulo. Este es coordinado por el sistema nervioso autónomo.

El flujo miccional no es constante. Es decir, a lo largo del proceso de orinar el flujo suele ser más fuerte al principio. De esta forma, se produce una curva característica en relación con la cantidad de orina que se expulsa por segundo.

La uroflujometría, por tanto, expresa el volumen de orina en mililitros o centímetros cúbicos por segundo. También permite medir la duración total de la micción, la capacidad de la vejiga y su fuerza muscular. Así lo explica la Asociación Española de Urología.

Parámetros que se miden en la uroflujometría

Con esta prueba se obtienen una serie de parámetros muy útiles para conocer la función y el estado del sistema urinario. Uno de los valores es el volumen miccional. Hace referencia a la cantidad total de orina que se evacúa.

También se obtiene el flujo máximo y el tiempo de flujo. Así se sabe cuántos segundos en total está el paciente orinando y cuál es el pico más alto. Es importante diferenciar entre tiempo de flujo y tiempo de micción.

El tiempo de micción abarca todo el periodo desde que el paciente comienza a orinar hasta que acaba. La principal diferencia entre ambos es que el tiempo de micción se alarga si en algún momento se interrumpe el chorro.

Por último, se evalúa el residuo miccional. Este valor expresa la cantidad de orina que queda retenida en la vejiga pese a haber orinado. Todos estos parámetros pueden estar alterados si existe alguna patología, como una obstrucción en la vía urinaria o una disfunción nerviosa.

¿Cuándo es necesaria?

La uroflujometría es una prueba inocua y de bajo coste. Por ello, es uno de los pilares diagnósticos en urología. Puede utilizarse a cualquier edad, tanto en hombres como en mujeres.

Sobre todo, ayuda a comprobar si hay obstrucción en la salida normal de la orina. En la mayoría de casos se realiza para comprobar si existen las siguientes patologías:

• Hipertrofia benigna de próstata: también se conoce como hiperplasia de próstata. Es una afección muy frecuente, sobre todo en hombres mayores de 50 años. Consiste en que el órgano aumenta de tamaño. Esto hace que la uretra esté presionada y que el flujo urinario se obstruya.
• Incontinencia urinaria: es una situación en la que se produce la expulsión involuntaria de la orina.
• Infecciones urinarias frecuentes. 
• Cálculos en las vías urinarias: suelen asociarse a un bloqueo de las propias vías. Este bloqueo también se puede deber al tejido cicatricial que se forma tras alguna lesión, ya sea en la uretra o en los uréteres.
• Disfunción neurogénica de la vejiga: es un trastorno del sistema nervioso. Los impulsos necesarios para que los músculos de la vejiga se contraigan y se relajen de forma adecuada están alterados. Puede suceder, por ejemplo, en una lesión de la médula espinal.

¿Cómo se realiza la uroflujometría?

La uroflujometría se realiza en una consulta de urología. El tiempo aproximado de la prueba es de treinta minutos, aunque suele durar menos.

Para realizarla se necesita que el paciente orine en un dispositivo especial. Es una especie de embudo que está conectado a un WC que contiene el dispositivo de medición. Lo normal es que se encuentre en una estancia cerrada y tranquila.

Antes de empezar a orinar la persona debe presionar un botón para que el uroflujómetro se encienda. Mientras se micciona es importante que no se hagan fuerzas ni se mueva demasiado. Una vez finalizada por completo la micción se debe volver a pulsar ese botón.

Cómo prepararse para la prueba

Aunque la uroflujometría es una prueba muy sencilla, es importante tener en cuenta ciertos aspectos antes de realizarla. Lo ideal es orinar unas horas antes de acudir al examen. Además, se recomienda beber varios vasos de agua para que la vejiga se vaya llenando.

Si no, es posible que a la hora de realizar el testeo el paciente sea incapaz de orinar. Sin embargo, tampoco se debe acudir con la vejiga al máximo de capacidad. De ser así, los parámetros podrían aparecer alterados, ya que existiría una mayor presión intravesical.

Por otra parte, es fundamental que la consulta esté bien acondicionada. Debe ser un entorno íntimo y calmado. La micción debe suceder con naturalidad.

Significado de la uroflujometría

Los resultados de la uroflujometría se obtienen de forma inmediata. Estos varían en función de la edad y el sexo. Según explica Urology Care Foundation, el flujo de orina suele oscilar entre 10 y 21 mililitros por segundo. En el caso de las mujeres es entre 15 y 18 mililitros.

Si el flujo es inferior a esos valores puede significar que hay una obstrucción en la uretra o a nivel de la vejiga. También se relaciona con la hiperplasia benigna de próstata. Si es más rápido, lo que indica es la presencia de incontinencia urinaria o de debilidad muscular en la vejiga.

Además, el residuo posmiccional también debe medirse. Cuando es mayor al 20-30 % del volumen que se ha orinado puede significar algún problema en las vías.

¿Puede haber algún error en la prueba?

La uroflujometría, como cualquier otra prueba, puede tener errores. Por ejemplo, se recomienda repetirla si no se consigue alcanzar un volumen suficiente de orina. Lo ideal es que sea mayor de 150 centímetros cúbicos. Del mismo modo, si la vejiga estaba al máximo de su capacidad, también se aconseja repetir la prueba.

Hay ciertos factores que pueden alterar los resultados. Como explicábamos antes, realizar un esfuerzo para orinar o moverse durante el proceso son situaciones contraproducentes. También es importante descartar que haya consumo de fármacos que interfieran en el funcionamiento de las vías urinarias.

La uroflujometría es una prueba segura

Este examen es uno de los más empleados en urología, ya que es un procedimiento no invasivo y seguro. Además, tiene bajo coste y es sencillo de realizar. La uroflujometría aporta mucha información sobre el estado de las vías urinarias inferiores.

Permite conocer si hay alguna obstrucción o alguna patología que pueda alterar la micción. A menudo se combina con otras pruebas para diagnosticar y tratar. No obstante, siempre debe realizarse en un entorno cómodo, íntimo y tranquilo.