3 diferencias nutricionales entre la banana y el plátano
Revisado y aprobado por la nutricionista Maria Patricia Pinero Corredor
Estas dos frutas tienen una apariencia similar y pertenecen a la misma familia de plantas; sin embargo, se puede afirmar que existen algunas diferencias entre la banana y el plátano.
Ambas son originarias de países con climas tropicales o cálidos. Suelen ser consideradas como un alimento básico en el consumo diario de una gran parte de la población y otorgan una gran cantidad de nutrientes a sus consumidores.
En el momento de distinguir entre ellas, las señales más claras nos las ofrece su aspecto externo: el color, el sabor, la textura de la pulpa o el tamaño. Pero, ¿existen también diferencias nutricionales entre el plátano y la banana? Conocemos más a continuación.
Plátano y banana, dos frutas parecidas pero con algunas diferencias
La banana y el plátano son dos frutas diferentes que pertenecen a la misma familia, las musáceas. A menudo es bastante fácil confundirlas, aunque presentan algunas variaciones en el sabor, el tamaño, el color o el aporte nutricional.
Originaria del sureste asiático, esta planta se extendió de forma rápida hacia Europa. Allí, las islas Canarias son una de las regiones productoras más conocidas y la única en tener una Indicación Geográfica Protegida para sus plátanos.
Hacia el año 1500, llegaron a América, donde también son un cultivo abundante. En la actualidad, 135 países trabajan esta fruta, sobre todo de climas tropicales y subtropicales.
Como ya hemos comentado, a la hora de comprarlas muchas personas tienen claro cómo elegir entre una u otra. En cambio, para otros es difícil distinguirla o no saben que existen múltiples tipos de plátanos.
A simple vista, y por sus características externas, existen rasgos distintivos que permiten diferenciar entre ambas y que exponemos a continuación.
Tamaño y forma
Los plátanos suelen ser un poco más pequeños y curvados que las bananas, que también tienen mayor longitud y peso.
Color
La piel de los plátanos es amarilla y presenta unas características motas de color negro o marrón. Estas se hacen más notorias a medida que la fruta va madurando y no suelen encontrarse en las bananas.
Asimismo, la pulpa o la carne de estas últimas tiene un color más blanquecino, mientras que el tono de los plátanos se encuentra entre amarillo y crema.
Sabor y aroma
Estos son dos aspectos más que permiten diferenciar entre ambas variedades de esta misma planta. Aunque es posible que en el momento de descubrirlo ya sea demasiado tarde para cambiar la elección.
En este caso, los plátanos desprenden un olor más fuerte debido a una mayor presencia de determinados compuestos aromáticos.
En cuanto al sabor, el del plátano es más dulce e intenso que el de la banana. Esto es debido a que contienen una cantidad más alta de azúcares, tal y como indica la Comisión Europea en un informe específico acerca del plátano de Canarias.
Origen
Si todas las herramientas propuestas hasta el momento no sirven para identificar una u otra fruta, siempre queda el recurso de consultar la etiqueta y comprobar su zona de procedencia.
Las bananas provienen en gran parte de Latinoamérica y África. En cambio, los plátanos de Canarias son los que suelen abastecer la mayor parte de mercados europeos.
Diferencias nutricionales entre la banana y el plátano
El color, el sabor, el aroma y el tamaño de los plátanos y las bananas son cualidades llamativas a simple vista que los hace únicos los unos de los otros.
Ahora bien, estas dos frutas tan parecidas, ¿son diferentes en su composición nutricional? La respuesta es que sí, pero con matices muy sutiles. Son tan finas las divergencias que, como veremos, se puede decir que tienen las mismas propiedades.
En realidad, existen incluso pocos documentos científicos que hablen sobre este tema y muchos análisis nutricionales no diferencian entre ambas. Tomando este aspecto en consideración, los tres puntos que comentamos se basan en los datos obtenidos del Estudio Nutricional Plátano de Canarias.
1. Hidratos de carbono
Los carbohidratos son el nutriente más abundante tanto en los plátanos como en las bananas. Comparado con el resto de frutas, su contenido es de los más altos. Por otro lado, la presencia de proteínas y de grasas es muy baja.
Las bananas contienen una cantidad total más alta de hidratos de carbono que los plátanos, aunque la diferencia es de tan solo 5 gramos por 100 gramos de parte comestible. Pero si nos fijamos en la composición de estos, las divergencias ya son más remarcables.
Así, en el plátano encontramos más azúcares (glucosa, fructosa y sacarosa) y en las bananas más almidón. Es por este motivo por el que las primeras suelen ser más dulces.
2. Minerales
Las frutas son una importante fuente de minerales en la dieta. Para algunos de estos, las bananas representan una mejor fuente. Es el caso del magnesio, el sodio, el hierro o el manganeso.
En cambio, en el plátano se concentran cantidades más altas de potasio y de fósforo. Asimismo, el contenido total de minerales en esta es mayor que en la banana.
Es válido mencionar que tanto el plátano como la banana son fuente destacada de potasio, esto según datos obtenidos de la Fundación Española de la Nutrición (FEN).
3. Vitamina C
La última de las diferencias nutricionales entre la banana y el plátano hace referencia al contenido de vitamina C. Antes que nada, conviene señalar que no es una de las frutas que la aporte en mayor cantidad (en comparación con las naranjas, el kiwi, las fresas o la piña).
No obstante, su contribución puede favorecer la obtención de las cantidades diarias recomendadas de esta. En este caso, son las bananas las que presentan una proporción más alta, aunque las diferencias en este caso son, de nuevo, sutiles.
Qué más saber acerca de las diferencias nutricionales entre la banana y el plátano
Ya en este punto, es posible que la duda sobre cuál de las dos frutas es mejor, más saludable o más completa siga estando presente.
En este caso, se puede afirmar que los detalles que las diferencian a nivel nutricional no son remarcables. En ambos casos se trata de alimentos nutritivos y no existe una razón dietética para elegir entre una u otra. Por lo tanto, los motivos para comer un plátano o una banana van a ser la accesibilidad o las preferencias personales.
Y, pese a algunas creencias infundadas, no es un alimento que engorde o solo apto para deportistas. Incluidos en el marco de una dieta apropiada y unos hábitos de vida saludables, pueden incluso ofrecer beneficios con respecto a la salud.
Según datos ofrecidos por la Harvard School of Public Health, el plátano y la banana contienen nutrientes clave y se relacionan con algunas ventajas para el organismo:
- Propician un mejor control de la presión arterial, lo que puede significar un menor riesgo cardiovascular.
- Son nutritivas para la microbiota intestinal.
- Son fáciles de digerir, perfectas para todas aquellas ocasiones en las que se recomienda seguir una dieta blanda.
Por último, en el momento de comprarlos conviene estar alerta y no confundirlos con el plátano macho. Este último pertenece también a la familia de las musáceas, pero sus características lo convierten en un alimento bastante diferente. Tanto es así que, en el mercado, suele estar colocado al lado de tubérculos como la yuca o las patatas.
Como características diferenciales, este es de color verde, más grande y su pulpa es blanquecina y harinosa. Contiene una cantidad más elevada de almidón que los otros dos, se consume cocido o frito y es protagonista de muchas recetas tradicionales.
Las diferencias nutricionales entre la banana y el plátano son discretas
Como hemos podido comprobar, cuando se trata de establecer distinciones entre ambas frutas, es más fácil hacerlo por su apariencia externa que por su contenido en nutrientes.
La banana y el plátano aportan hidratos de carbono, minerales y vitamina C en proporciones diferentes. Pero en ningún caso se trata de cantidades remarcables que pueden hacer decantarnos por una o la otra.
En cualquier caso, ambas son alimentos saludables y nutritivos y, por lo tanto, pueden ser una opción en nuestra dieta.
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