8 consejos para mejorar el funcionamiento del sistema linfático
Revisado y aprobado por el médico Gilberto Adaulfo Sánchez Abreu
¿Sabes cómo cuidar el funcionamiento del sistemát linfático? La mayoría de nosotros ni siquiera tiene claro qué es exactamente este sistema y para qué sirve.
Continúa leyendo para enterarte.
Sistema linfático: qué es y para qué sirve
El sistema linfático es una compleja estructura que se encarga de limpiar nuestro organismo para liberarlo de los microorganismos y toxinas que pueden enfermarlo.
Está formado por nódulos, glándulas, vasos linfáticos y otros órganos cuyo funcionamiento crea una barrera protectora frente a los efectos negativos de las infecciones.
De hecho, el buen funcionamiento del sistema linfático es clave para la producción de glóbulos blancos, un componente esencial para las defensas inmunitarias del cuerpo.
Además, participa en la filtración de los residuos líquidos presentes en las células para, posteriormente, promover su eliminación mediante las funciones excretoras de algunos órganos.
El problema es que, en ocasiones, la sobrecarga de labores conduce a una acumulación excesiva de toxinas al impedir que trabaje de forma óptima.
Como consecuencia, se alteran los procesos inflamatorios del cuerpo y aparecen enfermedades como la artritis, la celulitis y el sobrepeso.
Por fortuna, existen hábitos saludables que, al practicarlos cada día, apoyan la purificación de la linfa para que trabaje sin inconvenientes.
En esta oportunidad queremos compartir los 8 consejos más importantes para el buen funcionamiento del sistema linfático. ¡Incorpora estas rutinas a tu vida!
Buen funcionamiento del sistema linfático
1. Practicar técnicas de respiración
En nuestro cuerpo la linfa circula en una cantidad tres veces superior a la de la sangre pero, a diferencia de esta, no cuenta con un órgano que soporte su paso a través de los capilares y vasos linfáticos.
Este paso se favorece con la respiración y los movimientos musculares, que sirven de impulso para que circule sin dificultades.
De esta manera, las técnicas de respiración profunda son un buen hábito para ayudar a transportar, filtrar y eliminar las toxinas.
Ver también: Cómo la respiración incorrecta puede afectar tu salud
2. Hacer ejercicio físico
El ejercicio físico tiene interesantes beneficios sobre la salud circulatoria y linfática. Su práctica promueve la expulsión de los desechos presentes en la sangre, por lo que optimiza el funcionamiento del sistema linfático.
La actividad cardiovascular, los ejercicios de estiramiento y algunos ejercicios de resistencia física tienen interesantes beneficios para esta compleja estructura.
3. Ingiere agua con limón
Para que el líquido linfático fluya sin problemas por todo el cuerpo es necesario beber cantidades adecuadas de agua.
Este valioso líquido es absorbido por las células y, a lo largo del día, participa tanto en las tareas de la linfa como en la circulación.
Combinado con limón y consumido en ayunas resulta mucho más beneficioso en el proceso de eliminación de las toxinas.
Eso sí, su ingesta se debe complementar con, por lo menos, otros dos litros de agua. Se recomienda además evitar el consumo de bebidas azucaradas y refrescos.
4. Consumir más frutas y verduras
Los nutricionistas siempre recomiendan ingerir entre 5 y 6 porciones de frutas y verduras al día, ya que son una de las fuentes saludables de antioxidantes y nutrientes de alta calidad.
Ambos grupos de alimentos ejercen un efecto depurativo y antiinflamatorio que contribuyen a purificar la sangre y el sistema linfático.
5. Masajear con un cepillo
Un cepillo de cerdas naturales es una buena herramienta para estimular la función linfática desde el exterior del cuerpo.
Este elemento se frota con suaves movimientos circulares, comenzando desde los pies y subiendo hacia el pecho y desde los dedos de ambas manos hacia el pecho.
Lo idóneo es hacerlo con la piel seca, antes de la ducha, siguiendo la misma dirección en que corre la linfa, es decir, hacia el corazón.
6. Ingerir infusiones de hierbas
Las propiedades depurativas y antiinflamatorias de algunas hierbas naturales son un buen complemento para limpiar este sistema.
Su ingesta regular mejora la circulación, disminuye la presencia de toxinas y previene el desarrollo de algunas enfermedades.
Entre las recomendadas se destacan:
- La equinácea
- El sello de oro
- El astrágalo
- La bardana
- La ortiga
- El aloe vera
7. Hacer un drenaje linfático
El drenaje linfático es una terapia con masajes cuyo fin particular es mejorar el flujo de la linfa a través del organismo, para facilitar la expulsión de los desechos retenidos tanto en la piel como en los órganos internos.
Son masajes que deben realizarse de forma delicada, dado que las presiones excesivas impiden la estimulación del sistema.
Lo ideal es buscar la ayuda de un profesional, pues además, estos utilizan productos que actúan como complementos y estimulantes.
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8. Alternar duchas calientes y frías
Al momento de la ducha resulta conveniente alternar los chorros de agua fría y caliente durante algunos minutos.
El calor hace que los vasos sanguíneos se dilaten, mientras que el frío hace que se contraigan.
De este modo, el baño es una terapia alternativa para estimular la función linfática y facilitar la eliminación de las toxinas.
Como lo acabas de notar, son muchas las cosas que puedes hacer para asegurar el buen funcionamiento del sistema linfático.
Procura adoptar cada uno de los hábitos y descubre cuán útiles son para mejorar tu calidad de vida.
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- Olmos Martínez, S., & Gavidia Catalán, V. (2014). El sistema linfático: el gran olvidado del sistema circulatorio. Revista Eureka sobre Enseñanza y Divulgación de las Ciencias. https://doi.org/10498/15974
- k. Jenner. (1999). Cuerpo Humano. Ultimas Noticias de La Antropometria.
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