Ácido butírico: beneficios y efectos secundarios
Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias
El ácido butírico es uno de los ácidos grasos de cadena corta que cuentan con potencial antiinflamatorio y que pueden servir de sustrato energético para las bacterias que habitan en el tubo digestivo. Se les está dando mucha importancia a estos compuestos. Y es que existen evidencias de que mantener una microbiota sana puede marcar la diferencia en la salud a mediano plazo.
Antes de comenzar, hay que destacar que para asegurar que los procesos digestivos se desarrollen con normalidad, será preciso garantizar la diversidad y la densidad de los microorganismos que habitan en el intestino. De lo contrario, podría consolidarse una situación de disbiosis, con incremento de la fermentación y aparición de gases, dolores abdominales y diarreas.
¿Qué es el ácido butírico?
El ácido butírico es un ácido graso de cadena corta que se genera a partir de la fermentación de la fibra soluble a nivel intestinal. Supone el principal sustrato energético del colon y estimula la absorción de sodio y de agua allí.
Ayuda también a la proliferación de las bacterias que aquí habitan. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Nutrients, podría ser una piedra angular en la prevención de patologías como el cáncer de colon.
¿Por qué es relevante para la salud?
Es importante tener en cuenta que este tipo de compuestos presentan una acción antiinflamatoria determinante. Por ello, se propone que su presencia en cantidades suficientes sería clave en el manejo de patologías como el síndrome del colon irritable o la enfermedad de Crohn.
Así lo evidencia una investigación publicada en la revista Current Pharmaceutical Design. De hecho, se ensaya con la suplementación con dicho elemento para la prevención y el manejo de estas patologías.
Incluso, podría ejercer un efecto positivo sobre la función inmune. Al fin y al cabo, los microorganismos del tubo digestivo suponen una de las primeras barreras para la entrada de tóxicos y de patógenos a la circulación sistémica. Si se asegura una buena densidad de bacterias, será menos probable que elementos que no debieran, traspasen el epitelio intestinal.
La fibra y su papel
Es clave asegurar el consumo de fibra soluble para consolidar la génesis de ácido butírico en el medio interno. De hecho, un estudio publicado en la revista Nature Reviews confirma los efectos positivos sobre el funcionamiento del sistema digestivo.
En líneas generales, se recomienda sobre todo el consumo de avena y de manzanas, por concentrar en su interior dos sustancias positivas: los betaglucanos y las pectinas. Gracias a ellas se evitarán situaciones de disbiosis.
Tampoco se debe olvidar que la fibra no solo protege frente a las alteraciones en la microbiota, sino que también cuenta con un papel importante a la hora de modular la entrada de la glucosa en la sangre. Esto previene patologías metabólicas complejas, como es el caso de la diabetes de tipo 2.
Incluso, cabe mencionar el poder de la fibra a la hora de actuar sobre el apetito y la saciedad. Puede evitar que se experimente hiperfagia o un deseo excesivo de consumir alimentos, lo que se podría saldar con un desequilibrio energético a favor de la ingesta.
Los propios ácidos grasos de cadena corta también protegen frente a todos estos fenómenos. Sobre todo frente a los metabólicos.
El ácido butírico es un compuesto beneficioso
El ácido butírico es uno de los principales sustratos energéticos para los microorganismos que conforman la microbiota. Se trata de un elemento con propiedades antiinflamatorias. Ayudará a prevenir el desarrollo de diferentes patologías crónicas y complejas.
Por este motivo, hay que asegurar que se sintetiza correctamente, incluyendo suficiente cantidad de fibra soluble en la dieta. Nada mejor para ello que consumir vegetales de forma abundante.
Piensa que, en algunas situaciones, puede ser preciso complementar con un suplemento de probióticos o incluir en las rutinas mayor cantidad de alimentos fermentados. Así, se lograrán optimizar los procesos digestivos y de absorción de nutrientes.
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