Agua de cebada: beneficios, contraindicaciones y receta
Escrito y verificado por la nutricionista Anna Vilarrasa
Típica de unas cuantas regiones de España y algunos países centroamericanos, el agua de cebada es una bebida refrescante y con propiedades nutricionales.
Aunque en los últimos tiempos se ha puesto de moda gracias a sus declaraciones de salud, no todos sus beneficios cuentan con el respaldo de la ciencia. Por este motivo conviene estar alerta y conocer algo más sobre ella.
¿Qué es el agua de cebada?
En realidad, se trata de una bebida preparada con este cereal que se hierve con agua y un poco de limón. Una vez lista se puede aromatizar con canela e incluso endulzar con panela, azúcar o miel.
Podemos encontrar dos versiones distintas, pues en ocasiones se filtra el agua y el grano de cebada se desecha. Otras veces se mantiene dentro de la bebida.
Es importante tener este aspecto en cuenta, ya que la composición nutricional, el valor energético y los beneficios para la salud son muy diferentes en ambos tipos. El motivo principal es que al desechar el grano de cebada se pierde también la fibra.
5 beneficios de tomar agua de cebada
En muchos de los sitios en los que esta bebida es conocida, la gente la consume gracias a su capacidad refrescante, pero también por los efectos positivos que puede tener en la prevención de algunas enfermedades. Como bien dijimos, esto aplica si la bebida contiene los granos de cebada.
1. Aporte de nutrientes
La cebada es uno de los granos más antiguos que se conocen y hoy en día se consume en regiones del Próximo Oriente, norte de Europa y América del Sur.
Aunque a mucha gente le suena por su uso en la elaboración de cerveza, en realidad tiene una composición nutricional muy relevante, por lo que vale la pena tenerla en cuenta como un alimento más de la dieta. Destacan los siguientes aportes:
- Presencia de fibra soluble.
- Folatos y otras vitaminas del grupo B (B1, B3 y B6).
- Minerales y oligoelementos como potasio, hierro, magnesio, fósforo, selenio, zinc y cobre.
- Antioxidantes.
2. Ayuda a controlar los niveles de colesterol sanguíneo.
En los granos de cebada se encuentra un componente muy interesante para combatir los niveles altos de colesterol y otras grasas en la sangre: los betaglucanos.
Se trata de un tipo de fibra soluble presente en los cereales, aunque de forma destacada en la cebada y la avena por encima de otros como el trigo y el arroz. En un estudio publicado en Americal Journal of Clinical Nutrition se observa una mayor disminución del colesterol total y del LDL o malo en aquellas dietas que contienen cebada en comparación con el trigo integral.
Tanto es así, que la Administración para la Alimentación y las Drogas de Estados Unidos (FDA) reconoce la capacidad que tienen las dietas bajas en colesterol y ricas en fibra de disminuir el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular.
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3. Regulación de los niveles de glucosa
Existe una revisión de estudios científicos que contrasta la capacidad de los alimentos con cebada para controlar la glucemia después de comer. Esta acción se debe también a los betaglucanos que permiten disminuir el colesterol en sangre.
Estos dos beneficios sumados (el control de la glucosa y los lípidos sanguíneos) permiten disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y ayudan a proteger la integridad de las paredes de venas y arterias.
4. Ayuda en procesos digestivos
El grano de cebada es un cereal con abundante cantidad de fibra soluble. Esta es beneficiosa para el sistema digestivo, ya que colabora a impulsar el bolo alimenticio y los residuos no digeridos a lo largo del tracto gastrointestinal.
5. Para controlar el peso corporal
Otra vez es la presencia de la fibra la que facilita esta acción del agua de cebada sin filtrar. Muchos estudios apoyan la idea que las dietas altas en este componente promueven la saciedad y disminuyen el hambre.
Además, tomada entre las comidas puede ser una buena estrategia para evitar comer entre horas algunos snacks con exceso de calorías, grasas o azúcares.
Contraindicaciones del agua de cebada
Muchos alimentos y bebidas son considerados seguros para el público en general. Sin embargo, en algunas personas pueden aparecer problemas o sensaciones molestas al tomarlos. Esto también sucede con el agua de cebada.
Ante ello, la mejor recomendación es introducirla de forma paulatina en la rutina dietética diaria y abandonar su ingesta si aparece algún efecto adverso. Además, si se padece cualquier enfermedad o se toma medicación, es necesario consultar con el médico.
Malestares digestivos
Uno de sus principales componentes positivos puede ser también el culpable de sus inconvenientes. Y es que la alta cantidad de fibra que se encuentra en el agua de cebada sin filtrar puede ocasionar flatulencias, gases, hinchazón abdominal o calambres estomacales.
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Elevadas cantidades de azúcar y de calorías
Algunas recetas para elaborarla de forma casera y marcas comerciales contienen entre sus ingredientes elevadas cantidades de azúcar u otros edulcorantes. Revisa bien las etiquetas antes de elegir cualquier bebida.
Además, aunque se trata de una bebida elaborada con agua, cuando no está filtrada su principal componente son los granos de la cebada. Estos aportan una cantidad moderada de energía, con lo que es esencial la limitación en la ingesta.
No apta para celíacos
Los granos de cebada son uno de los cereales que contienen gluten, por ende, su consumo está contraindicado en aquellas personas que padecen celiaquía.
Receta para preparar agua de cebada en casa y cómo tomarla
Para elaborar en casa el agua de cebada se necesita lo siguiente:
- 3/4 de taza de cebada perlada o cebada en grano.
- 2 limones
- 1/4 de taza de miel o endulzante al gusto.
- 6 vasos de agua.
El primer paso es enjuagar la cebada bajo un chorro de agua hasta que salga transparente. Introducirla en una olla junto con el agua y la cáscara de limón. Cuando el agua empieza a hervir, bajar el fuego y dejar cocer unos 30 minutos.
Una vez pasado este tiempo se puede colar y conservar en una jarra o botella de cristal. Reservar los granos de cebada para usos posteriores: se pueden mezclar con yogur, añadir a una ensalada o a una sopa de verduras.
Es necesario recordar que sin la cebada se trata de una bebida baja en calorías (dependiendo del endulzante y la cantidad usada), pero pierde todas las propiedades que le aporta la fibra. También se puede mantener la cebada con el agua y tomarlo todo junto.
Con los estudios científicos disponibles es difícil establecer cantidades recomendadas de consumo adecuado. En una publicación del European Journal of Clinical Nutrition se detalla que el betaglucano de la cebada puede tener pesos moleculares diferentes y en consecuencia su efecto varía para una misma dosis.
Lo que sí parece razonable es aconsejar un consumo moderado en combinación con una dieta sana y hábitos de vida saludables. Estos son los pilares junto a los que la ingesta de la bebida permite obtener los beneficios comentados.
Agua de cebada con el grano
El agua de cebada, ya sea filtrada o con los granos presentes, es una bebida que ofrece la posibilidad de refrescarse e hidratarse con un agradable sabor. Pero es necesario vigilar su consumo si lleva azúcar o edulcorantes añadidos.
Cuando se elabora de forma casera se puede conseguir un sabor distinto y original adicionando naranja, hierbas frescas o algunas especias en el momento de envasarla. Consérvala en la nevera, preferiblemente en una jarra o botella de cristal.
Si bien existen beneficios potenciales con respaldo científico, es mejor introducirla poco a poco en la dieta y en cantidades moderadas. El agua de cebada aporta nutrientes muy valiosos, colabora en el control del colesterol y la glucosa en sangre, pero no es una bebida mágica.
Así que la mejor forma de sacarle el máximo provecho es integrarla en una dieta variada y basada en alimentos frescos, con ejercicio físico, suficientes horas de sueño y un buen control del estrés.
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