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Alergia a la leche e intolerancia a la lactosa: ¿cuáles son las diferencias?

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Aunque comparten algunos síntomas, la alergia a la leche y la intolerancia a la lactosa son afecciones diferentes. No obstante, es fácil confundirlas. Por tal razón, es importante conocer en qué se diferencian.
Alergia a la leche e intolerancia a la lactosa: ¿cuáles son las diferencias?
Escrito por Equipo Editorial
Última actualización: 10 julio, 2023

Seguramente haz escuchado hablar de los lácteos y algunas enfermedades que se relacionan a su consumo. Las más mencionadas, probablemente, son la alergia a la leche y la intolerancia a la lactosa. ¿Existen diferencias?

Es fundamental tener en cuenta que, aunque ambas condiciones comparte algunos síntomas, producen afectaciones distintas en el organismo. Por eso, es primordial saber distinguirlas. La alergia a la leche en realidad es una alergia a la proteína de la leche de vaca, mientras que la intolerancia a la lactosa es la dificultad para absorber el azúcar presente en la leche llamado lactosa.

¿Qué contiene la leche?

La leche contiene varios nutrientes que son:

  • Proteínas: caseína y suero.
  • Carbohidratos: lactosa (compuesta por glucosa y galactosa).
  • Grasas y vitaminas.

Además de estos nutrientes, la leche tiene agua.

Descubre: ¿Los lácteos son malos para la salud?

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La leche contiene importantes nutrientes como proteínas, carbohidratos, grasas y vitaminas.

¿Alergia a la leche o intolerancia a la lactosa?

La alergia a la leche es una afección que, como afirma un estudio publicado en British Journal of General Practice, suele darse por la fracción proteica de la leche. La leche de vaca es la causa usual de alergia a la leche, pero la leche de oveja, cabra, búfala y otros mamíferos también puede causar esta reacción.

La intolerancia, por su parte, se da directamente por el hidrato de carbono o azúcar de la leche, llamada lactosa, que a su vez esta compuesta por glucosa y galactosa (son moléculas simples).

Lo que ocurre en la intolerancia a la lactosa es que el cuerpo no produce una enzima  encargada de permitir su ruptura y absorción.

La diferencia fundamental es que la alergia es una reacción mediada por el sistema inmune del cuerpo y en la intolerancia la respuesta inmune no existe. Siendo menos común la alergia que la intolerancia.

La otra diferencia básica es que cada una de estas enfermedades son causadas por una fracción de la leche diferente. Una es por la proteína y otra por el azúcar o hidrato. La intolerancia a la leche requiere un tratamiento diferente al de una alergia.

En ocasiones, la sintomatología de la intolerancia mejora drásticamente cuando se somete al sujeto a un protocolo de administración de probióticos, según las investigaciones más recientes.

No dejes de leer: Los riesgos de llevar una dieta alta en proteínas

Alergia a la leche e intolerancia a la lactosa: síntomas más comunes

¿Entre la alergia a la leche y la intolerancia a la lactosa, hay diferencias en los síntomas? Los signos y síntomas comunes de intolerancia a las proteínas de la leche o intolerancia a la lactosa incluyen problemas digestivos, tales como hinchazón, gases o diarrea después de consumir leche o productos lácteos.

En la alergia las consecuencias pueden llegar a ser inclusive mortales, dependiendo de la sensibilidad y la respuesta del sistema inmune. Para determinar el diagnostico de una u otra, hay que realizar un correcto interrogatorio al paciente y pruebas específicas para observar la reacción al consumo de leche y derivados lácteos.

Resulta importante evitar el consumo de leche en el caso de los alérgicos, ya que se ha demostrado que supone un elemento muy nocivo para su organismo. En el caso de los intolerantes, se puede valorar la inclusión de un lácteo sin lactosa.

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Hay algunas similitudes entre los síntomas de alergia e intolerancia a la lactosa. Sin embargo, en el caso de la alergia pueden llegar a ser mortales, dependiendo del nivel de sensibilidad.

Precauciones

Es importante que, si ya tienes un diagnostico médico de alguna de estas enfermedades, revises las etiquetas no solo de los alimentos sino de los medicamentos que tomes.

Existen muchos alimentos que pueden decir “libre de” o “vegano“, pero en el listado de ingredientes nos encontramos con la sorpresa de que indican que pueden contener trazas de leche o lactosa.

De igual forma, algunos medicamentos contienen lactosa como excipiente para su fabricación. Para saber cuáles son conviene consultar este listado publicado en la revista de la SVR.

Ahora bien, en ambas condiciones es importante obtener una dieta adecuada. Por tal razón, parte del tratamiento debe ser indicado por un nutricionista. Este profesional será el encargado de determinar la dieta en función de las características individuales de cada uno.

Identifica la alergia a la leche o la intolerancia a la lactosa

Como has podido comprobar, existen diferencias significativas entre la intolerancia a la lactosa y la alergia a la leche, siendo bastante más peligrosa la segunda condición. Resulta importante un diagnóstico precoz, para de este modo adaptar la pauta dietética a las necesidades individuales, evitando en muchos casos los productos lácteos.

En el caso de los intolerantes existen soluciones menos drásticas. Es posible consumir alimentos sin lactosa o ingerir una pastilla de la enzima lactasa, para garantizar el metabolismo de este azúcar.


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