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Aspectos a negociar en un proceso de divorcio

7 minutos
No se trata sólo de obtener un papel que disuelva un matrimonio. Por el contrario, un divorcio implica muchos otros aspectos (bienes gananciales, vivienda familiar) que deberíamos pensar y plantearnos antes de iniciar el proceso legal.
Aspectos a negociar en un proceso de divorcio
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña

Escrito por Virginia Martínez
Última actualización: 15 agosto, 2024

Antes de iniciar cualquier trámite legal de divorcio, es importante tener claro que realmente queremos poner fin al matrimonio. Una vez decidido esto, es probable que surjan muchas preguntas sobre qué aspectos hay que tener en cuenta para negociar en el proceso.

Sin duda, esta es una situación complicada y puede estar acompañada de momentos de mucho estrés. No obstante, si es una decisión tomada, es necesario saber qué se puede esperar desde el punto de vista legal. Si quieres saber más sobre este tema, no dejes de leer este artículo.

La decisión de divorciarse

En primer lugar, debemos tener en cuenta que no es lo mismo separarse que divorciarse. En efecto, mientras que una separación supone una ruptura sentimental o emocional, el divorcio es la ruptura definitiva en todos los ámbitos (legal, económico, etcétera).

Así, un divorcio no tiene vuelta atrás y supone la disolución total y definitiva del matrimonio. Por lo tanto, es importante ser consientes del paso que vamos a dar. Además, evaluar si ya no tiene sentido seguir la vida en pareja y, sobre todo, asegurarse de que no habrá arrepentimientos posteriores.

Te recomendamos leer: La separación matrimonial: consejos para afrontarla

Cada matrimonio y cada divorcio es diferente

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Cada pareja es un mundo y cada divorcio tiene aspectos diferentes a tener en cuenta.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que cada pareja es un mundo y cada matrimonio es diferente. Por lo tanto, también lo es cada proceso de divorcio. En efecto, hay parejas que no tienen bienes comunes y otras que no tienen hijos.

También, hay parejas que se divorcian de mutuo acuerdo o algunas que inician un divorcio contencioso. por lo anterior, dependiendo de las particularidades y condiciones de cada uno, así será la forma de actuar y resolverlo.

En cualquier caso, siempre hay que revisar determinados asuntos de vital importancia y analizar bien la situación antes de iniciar los trámites. Los puntos más importantes son:

  • Los hijos en común
  • El domicilio familiar
  • Los bienes gananciales
  • La forma de procedimiento (mutuo acuerdo o contencioso)
  • El dinero del que se dispone para los trámites (abogados, notarios, etcétera.)

Adicional a esto, siempre es recomendable contar con un abogado. En efecto, independientemente del buen “clima” que pueda existir con la ex pareja, es aconsejable tener un mediador particular que pueda velar objetivamente por los intereses propios y ser una guía durante todo el proceso.

Aspectos a negociar en un proceso de divorcio

Antes de iniciar los trámites legales, es importante conocer cuáles son los aspectos a negociar en un proceso de divorcio, ya que estos se verán afectados por la disolución del matrimonio. ¿Qué se debe tener en cuenta? Descúbrelo a continuación.

El domicilio familiar

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El régimen del domicilio familiar y los títulos de propiedad serán una de las primeras cosas a valorar en el reparto de bienes.

Una vez una pareja decide divorciarse, tendrá que pensar qué sucederá con el domicilio conyugal en el que convivían juntos. Asimismo, todo dependerá de la forma de propiedad del inmueble. Así, si se trata de una casa con hipoteca a nombre de ambos, las dos partes tienen que determinar qué van a hacer con ella.

Existen varias posibilidades: que uno de los ex esposos se quede con la casa, pagando al otro la parte correspondiente, o que la propiedad se venda y se repartan los beneficios. En cualquier caso, al menos uno de los dos tendrá que pensar cuál será su nuevo domicilio.

Si, por el contrario, la pareja vivía en alquiler, la cosa es más sencilla, pues no existen títulos de propiedad ni otros vinculantes legales al inmueble. Ambos pueden, sencillamente, alquilar otra vivienda o determinar que uno continúe en la alquilada y que el otro se mude.

Por otra parte, todo cambia si existen hijos menores. En este sentido, la ley estipula que debe existir un domicilio familiar que será donde vivan los hijos. El progenitor que conviva con ellos hará uso de ese domicilio familiar, independientemente de qué suceda con el inmueble desde el punto de vista de la liquidación de los bienes.

Bienes gananciales

Los bienes gananciales son las posesiones adquiridas durante el matrimonio. Si te casaste bajo régimen de separación de bienes, este asunto no es complicado. Sencillamente, cada uno es dueño único de cuanto está a su nombre, y todo está claro y decidido de antemano.

No obstante, si existen bienes gananciales, la cosa se complica, y es necesario proceder a la liquidación de la sociedad que se estableció con el matrimonio. Para ello, es necesario pensar qué va a suceder con las pertenencias que tienen en común; hacer un inventario y pensar en la mejor manera de dividirlos a partes iguales.

Así, una casa en propiedad, sin hipotecas ni cargas, no es lo mismo que otra que las tenga. En este sentido, dejar una casa para cada uno no sería lo justo. Por lo tanto, lo mejor es tomarse un tiempo y pensar en cómo podría establecerse un acuerdo para que las dos partes obtengan los mismos beneficios y deudas de la liquidación de la sociedad de gananciales.

Los hijos en común

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Es importante dejar los roles de la familia claros una vez que existe el divorcio.

Los hijos son la prioridad absoluta, independientemente de su edad. De esta manera, si son menores, es indispensable llegar a un acuerdo amistoso. El objetivo primordial es evitar un conflicto y hacer cuanto sea posible para que los efectos del divorcio sean mínimos para ellos.

Por eso, ambos se deben poner de acuerdo de forma civilizada sobre quién ejercerá la custodia y cómo será el régimen de visitas del progenitor que no viva con ellos. Además, es fundamental aclarar otros puntos importantes como la manutención, los gastos extra, etcétera.

¿Divorcio contencioso o de mutuo acuerdo?

El término “divorcio contencioso” se usa cuando no hay un acuerdo entre los cónyuges en uno o varios aspectos de la disolución. Sin duda alguna, un divorcio de mutuo acuerdo ahorrará dinero, tiempo y, sobre todo, estrés y desgaste emocional.

Por esta razón, es mejor que, a pesar de las diferencias sobre los diversos aspectos de la ruptura (bienes, hijos, etcétera.), las dos partes intenten ponerse de acuerdo antes de iniciar los trámites de un divorcio contencioso. Con el consejo de los abogados y un poco de calma y sensatez, es muy probable que esto se logre.

No obstante, siempre existe el caso de que uno de los ex cónyuges se niegue a negociar en buenos términos. Si es así, no quedará más remedio que iniciar un procedimiento contencioso para obtener el divorcio. También, si se trata de un caso de maltrato, y la vida conyugal es un peligro, cuanto antes se inicien los trámites, mejor.

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El dinero que va a costar el divorcio

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Debéis echar cuentas sobre los gastos del proceso de divorcio para optar por una opción u otra, pues la vía judicial siempre requiere unos costes adicionales.

Un divorcio puede costar bastante dinero. Por eso, aunque sea desde el punto de vista económico, es mejor siempre llegar a un acuerdo y evitar idas y venidas con abogados y juzgados, pagando los costes correspondientes.

Lo primero que hay que hacer es sacar cuentas. Es decir, ser conscientes de que se necesita dinero para pagar a los abogados y demás implicados, además de los costes procesales que conlleva acudir a un juzgado. Por esta razón, quizás, lo mejor es pensar en un divorcio notarial.

Este es un procedimiento mucho más rápido que el que se inicia ante un juzgado. De hecho, basta con confirmar ante notario, mediante escritura pública, los acuerdos alcanzados. No obstante, debemos indicar que el divorcio notarial no es posible si existen hijos menores.

En efecto, en el caso de que el matrimonio tuviera hijos menores de edad, entonces es absolutamente necesario acudir al juzgado, incluso, para divorciarse de mutuo acuerdo. Esto es así porque la Autoridad Judicial debe asegurarse de que los acuerdos alcanzados no dañan los intereses de los menores. Ellos son siempre la prioridad.

Antes de iniciar los trámites de divorcio hay que pensar sobre determinados aspectos que son de vital importancia, como los hijos, los bienes, entre otros. Además, hay que intentar llegar a un acuerdo, preferiblemente con el consejo de un abogado especializado.

Por eso, el mejor momento para iniciar el proceso legal es cuando tenemos las cosas claras y somos capaces de conversar calmadamente. De esta manera, podemos evitar que el proceso se convierta en algo más doloroso de lo que ya es de por sí.


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