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Lo que pasa en tu cuerpo cuando sales a correr en el frío

4 minutos
Cada vez más personas aprovechan las mañanas frías para ejercitarse porque es un momento al aire libre que les da energía y una sensación de claridad mental.
Lo que pasa en tu cuerpo cuando sales a correr en el frío
Publicado: 07 diciembre, 2025 15:00

Salir a correr cuando hace frío tiene algo especial. El aire fresco despeja la mente y nos llena de una energía distinta. Sin importar tu edad,  es un hábito sencillo que puede hacer muchísimo por tu salud, activando procesos internos que te benefician incluso después de terminar tu entrenamiento.

Cuando corres en temperaturas bajas, ya sea en la mañana o en la noche, tu cuerpo se adapta de manera sorprendente. Se activa la grasa parda (el tejido que produce calor en respuesta al frío), la circulación mejora, los músculos trabajan con más fuerza y el gasto calórico aumenta de manera natural.

Cómo reacciona tu cuerpo al correr en bajas temperaturas

Cuando sales a correr en el frío, los vasos sanguíneos de la piel se estrechan para conservar el calor y proteger los órganos vitales. Esto hace que la sangre se dirija a zonas profundas y el corazón trabaje de forma más eficiente durante el ejercicio.

Al mismo tiempo, entra en juego la grasa parda, un tipo de tejido especializado en producir calor. La exposición al frío la activa y aumenta la termogénesis, un proceso clave para mantener la temperatura corporal estable y apoyar el equilibrio metabólico.

Cuando entrenas en ambientes fríos, el cuerpo aumenta el gasto calórico para mantener su temperatura, lo que acelera el metabolismo. A su vez, el aire frío hace que las vías respiratorias trabajen un poco más y se vuelvan más eficientes.

Beneficios de salir a correr en el frío

Correr en clima frío impulsa al cuerpo a adaptarse al ambiente. Desde la activación muscular hasta el manejo de la energía, las bajas temperaturas generan cambios que pueden mejorar tu rendimiento y bienestar. Entre ellos destacan:

1. Mayor activación muscular

Salir a correr cuando está haciendo frío tiende a activar las fibras motoras de forma más eficiente. Esto genera que los músculos respondan con mayor rapidez y coordinación, lo que puede traducirse en una mayor eficiencia al correr.

2. Mejor tolerancia al esfuerzo

En temperaturas bajas es habitual percibir menos fatiga. El frío ayuda a que el cuerpo regule mejor la temperatura y, en muchos casos, la sensación de esfuerzo se reduce, permitiéndote mantener el ritmo con menos desgaste percibido.

3. Efectos sobre la circulación

La vasoconstricción en la piel y la redistribución del flujo sanguíneo hacia zonas profundas favorecen un retorno venoso más eficiente y una mejor oxigenación de los músculos durante el ejercicio, lo que puede mejorar el rendimiento sostenido.

4. Impacto en la salud metabólica

Entrenar en ambientes fríos activa el tejido termoactivo (grasa parda) y aumenta el gasto energético, ayudando al equilibrio metabólico. Además, algunos estudios han sugerido que puede mejorar la sensibilidad a la insulina y el control de la glucemia a mediano plazo.

5. Aumento de la función respiratoria

Correr en clima frío también puede ayudar a que las vías respiratorias se fortalezcan y se vuelvan más eficientes. Al respirar aire más frío, los pulmones y bronquios trabajan un poco más. Con el tiempo, esto puede mejorar la capacidad pulmonar y la tolerancia al esfuerzo durante el ejercicio.

Cómo entrenar en el frío de manera segura

Correr en bajas temperaturas puede traer muchos beneficios, pero es importante hacerlo con precaución. Preparar el cuerpo y planificar la salida ayuda a mejorar el rendimiento y disfrutar del entrenamiento sin riesgos. Te recomendamos:

  • Realiza un calentamiento: activa tus músculos y articulaciones antes de exponerte al frío.
  • Vístete por capas: así puedes protegerte del frío y la humedad sin sobrecalentarte.
  • Ajusta el ritmo: ve a tu propio paso y sube la intensidad poco a poco.
  • No olvides la hidratación: aunque haga frío, tu cuerpo sigue necesitando líquidos.
  • Presta atención a señales de riesgo: evita correr si tienes hipotermia, broncoespasmo, estás resfriado, llueve mucho o hace frío extremo.

Correr en frío no solo despierta el cuerpo y la mente, también potencia la energía y el rendimiento muscular. Con un buen calentamiento y atención a las señales de tu cuerpo, entrenar en bajas temperaturas puede ser una forma segura de mejorar tu salud y sentirte con más vitalidad cada día.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.