Bolita en el ano: 11 posibles causas y tratamientos
El ano es una de las zonas más delicadas y sensibles del cuerpo. Por tal motivo, las lesiones, los bultos y las heridas a este nivel suelen causar malestar en la mayoría de las personas. A continuación, te contamos 11 posibles causas de la aparición de una bolita en el ano.
Existen varias razones que pueden explicar la presencia de un pequeño bulto, pápula o bolita en el ano. Suelen palparse alrededor del esfínter anal y se acompañan de sensación de ocupación rectal y molestias al defecar. De igual forma, es común la presencia de dolor, escozor e incluso sangrado.
Es frecuente el retraso en el diagnóstico de las afecciones anales, motivado por la vergüenza y el miedo de muchas personas. Sin embargo, la mayoría de los bultos que aparecen en la región anal pueden ser curados de forma efectiva.
Causas de una bolita en el ano
Los bultos perianales se clasifican en benignos y malignos. En general, estos indican que algo no anda bien en el organismo. Por fortuna, la mayoría cuenta con tratamiento médico.
1. Hemorroides
Las hemorroides son la causa más frecuente de una bolita o nódulo en el ano. Las mismas son resultado de la dilatación patológica de las venas ubicadas en el ano y la parte inferior del recto. Estudios, como el siguiente publicado por la Revista Mexicana de Coloproctología, estiman que más del 50 % de los adultos mayores de 40 años las padecen.
De igual forma, las hemorroides pueden ser internas o externas. En este sentido, las externas suelen palparse en la piel que rodea al ano y se acompañan de escozor, dolor y sangrado al evacuar. Las internas rara vez se palpan por fuera del recto.
Los antecedentes familiares y el estreñimiento crónico son los principales factores de riesgo de las hemorroides. Como bien señalan en su artículo las farmaceúticas Olga de Conte y Cristina Battle, los profesionales recomiendan aumentar la ingesta de alimentos ricos en fibra y beber abundante agua durante el día. Además, también son útiles los baños de asiento con agua tibia.
La terapia médica se basa en el uso de cremas o pomadas con cortisona y lidocaína para aliviar los síntomas. En casos avanzados, se requieren medidas quirúrgicas para extraerlas.
2. Absceso anorrectal
Los abscesos anorrectales son cavidades que contienen líquido purulento en la zona anal. Este es otro de los motivos de la aparición de una bolita o protuberancia alrededor del ano. La causa más común es la invasión bacteriana de las glándulas de la zona.
La obstrucción de las glándulas anales es responsable de la acumulación de pus y la producción de los síntomas, según avala el Manual MSD. En la mayoría de los casos, el absceso se ubica cerca del orificio anal y se palpa como un pequeño bulto.
Otros síntomas asociados son los siguientes:
- Dolor anal que empeora con la defecación.
- Irritación y enrojecimiento de la zona.
- Sensación de ocupación rectal.
- Salida de líquido purulento.
- Dificultad para evacuar.
- Fiebre.
Como bien determina un artículo respaldado en 2016 por la American Society of Colon and Rectal Surgeons, se recomienda la incisión y el drenaje del pus contenido en el absceso. Algunas personas pueden requerir abordaje quirúrgico para un drenaje más seguro. En los pacientes con abscesos profundos y un sistema inmunitario deprimido se emplean antibióticos.
3. Fisura anal
Una fisura anal es un desgarro de la piel y la mucosa que rodea al ano. Estas suelen ser resultado de la evacuación de heces duras por estreñimiento crónico, según afirma un estudio publicado por la Revista de Medicina Integral. Además, los traumatismos y la práctica de sexo anal sin lubricación adecuada son causas comunes.
Estas fisuras o grietas son visibles y suelen acompañarse de una pequeña bolita o bulto blando cerca del ano. La protuberancia es dolorosa cuando la fisura aún no ha sanado y se hace indolora cuando la misma cicatriza por completo.
Las personas afectadas suelen manifestar dolor anal durante y después de la defecación. Además, es frecuente la presencia de sangre roja rutilante en las heces y en el papel higiénico. Las fisuras anales desaparecen después de un par de semanas con cambios en la dieta y baños de asiento.
El tratamiento médico, tal y como recoge un artículo publicado en 2018 por por la Revista de Cirugía Española, incluye el uso de cremas con nitroglicerina para mejorar la cicatrización, así como ungüentos con lidocaína para aliviar el dolor. Los profesionales suelen recomendar el abordaje quirúrgico en caso de fisuras crónicas resistentes al tratamiento.
4. Fístula perianal
Una fístula perianal es una conexión anormal que se forma entre la piel que rodea el ano y la superficie interna del recto. La misma suele originarse ante una lesión quirúrgica o un proceso infeccioso.
En esta afección es común la presencia de una protuberancia o bolita dura en el ano o cerca del mismo. Además, según advierte la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), se señala la presencia de los siguientes síntomas:
- Supuración continua o intermitente.
- Dolor durante la defecación.
- Manchas en la ropa interior.
- Escozor alrededor del ano.
De igual forma, la persona puede presentar fiebre en caso de una infección asociada. Tal y como sugiere un artículo publicado por la Revista del Hospital Juárez de México, se aconseja servirse del tratamiento quirúrgico mediante fistulotomía y el uso de tapones biológicos o pegamentos de fibrina. En los pacientes con enfermedad de Crohn y diarrea crónica no se recomienda la cirugía.
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5. Verrugas anales
Las verrugas anales o los condilomas acuminados son pequeños nódulos (masas redondeadas que agrupan células) húmedos de color rosa claro o marrón que aparecen en el interior y alrededor del ano. Esta afección es resultado de la infección por el virus del papiloma humano (VPH), a través del contacto sexual sin protección.
Investigaciones recientes, como la siguiente avalada por la Revista de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica en 2019, sugieren que los serotipos de VPH 6 y 11 son los responsables de las verrugas anogenitales. Estas suelen manifestarse al principio como pequeñas manchas puntiformes que, más tarde, adquieren mayor tamaño.
En casos avanzados, las verrugas pueden llegar a cubrir toda la región anal e incluso extenderse hacia los genitales. Otros síntomas incluyen escozor, sangrado, sensación de ocupación rectal y secreción de moco.
Las verrugas anales deben ser tratadas de forma oportuna; ya que su evolución es impredecible e incluso pueden multiplicarse con rapidez. Por lo general, el tratamiento es a base de medicamentos tópicos con cidofovir y podofilina. Algunas verrugas son eliminadas por crioterapia o extirpación quirúrgica.
6. Molusco contagioso
Esta es una enfermedad contagiosa que afecta a la piel y que es causada por un virus de la familia de los poxvirus. La misma se caracteriza por la presencia de pequeñas bolitas o pápulas de color nacarado, redondeadas, firmes e indoloras. Se transmite por el contacto directo con personas afectadas y a través de objetos contaminados.
Tal y como sugiere un estudio desarrollado por varias investigadoras del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, en los adultos jóvenes este trastorno se presenta en la región genital y alrededor del ano como una enfermedad de transmisión sexual. En la mayoría de las personas, esta afección puede resolverse sin tratamiento después de varios meses.
El abordaje médico incluye la aplicación tópica de medicamentos como cantaridina, podofilina, podofilotoxina o hidróxido de potasio. De igual forma, también suelen emplearse medidas más complejas, como la criocirugía, el curetaje, la electrodesecación y el láser pulsado.
7. Quiste pilonidal
Un quiste pilonidal es una pequeña bolita alrededor del ano y en la parte superior de los glúteos que contiene vello y partículas de piel. Este tipo de quistes suelen producirse ante la perforación de un vello bajo la dermis. Pueden infectarse y formar protuberancias dolorosas.
Además, son más frecuentes en los varones y en las personas que pasan largos periodos de tiempo sentados. Tal y como explica el Dr. Gamboa Pacheco, los quistes son eliminados mediante el drenaje y la extirpación quirúrgica.
8. Pólipos anorrectales
Los pólipos anorrectales son formaciones anormales que crecen en el interior del ano y el recto. En la mayoría de los casos, estas lesiones son benignas, aunque un grupo muy reducido puede resultar precanceroso, tal y como advierte un artículo publicado en 2012 por la Revista de Gastroenterología del Perú.
Por lo general, suelen ser asintomáticos, en especial en las primeras fases. Por otro lado, si las lesiones son grandes, podrán palparse en el interior del recto e incluso protuir como una pequeña bolita a través del ano. Algunos son capaces de generar sangrado en las heces y molestias abdominales.
Al sospechar de este tipo de lesión, se debe acudir lo antes posible a un médico proctólogo. La mayoría son eliminadas por completo durante una colonoscopia (examen en el que se examina el interior del colon y el recto).
9. Prolapso rectal
El prolapso rectal es una afección bastante molesta en la que una parte del recto protruye a través del orificio anal. En los adultos suele aparecer al realizar un esfuerzo físico excesivo o al empujar con fuerza durante la defecación. La incidencia es de un 80 a 90 % en las mujeres (sobre todo, en aquellas con antecedentes de partos múltiples o difíciles, tal y como sostiene un artículo desarrollado por varios investigadores del Hospital General Universitario Gregorio Marañón).
Los síntomas más comunes son: la sensación de ocupación rectal, la defecación involuntaria y el sangrado rectal. Por lo general, el tratamiento médico es mediante cirugía para extirpar el exceso de mucosa o fijar el recto al sacro. Ante la sospecha, no hay que dudar en consultar.
Lee el siguiente artículo: ¿Qué es el prolapso rectal y cuáles son sus causas?
10. Cáncer anal
El cáncer anal es un tipo poco frecuente de carcinoma que representa entre el 2 y 5 % de las neoplasias colorrectales, según avisan investigadores del Hospital Monte Naranco (Oviedo). Suele no presentar síntomas, pero se puede manifestar con sangrado rectal, dificultad para evacuar, dolor y escozor anal. En algunos casos, puede palparse una pequeña bolita que sobresale por el orificio del ano.
Este enfermedad debe ser abordada lo antes posibles por un médico especialista. El tratamiento depende del tipo de tumor y de la gravedad del cuadro clínico. Las opciones terapéuticas incluyen la extirpación quirúrgica, la radioterapia y la quimioterapia.
11. Trombosis hemorroidal
La trombosis hemorroidal es una complicación poco frecuente de las hemorroides comunes. Esta condición se caracteriza por la acumulación de sangre coagulada en una vena hemorroidal . Puede desarrollarse tanto en hemorroides internas o externas.
En general, esta patología origina aumento de volumen en el ano, cambios de coloración en las hemorroides, dolor intenso y sangrado. El tratamiento médico conservador busca aliviar los síntomas con cremas antiinflamatorias y baños de asiento , según afirma un estudio publicado por la Revista de Gastroenterología y Hepatología. En casos avanzados, la trombosis hemorroidal requiere abordaje quirúrgico.
¿Cuándo buscar atención médica ante una bolita en el ano?
Son varias las enfermedades y los trastornos que son capaces de producir una bolita o bulto en el ano. La mayoría de estas afecciones se solucionan al recibir tratamiento de forma oportuna; por lo que es indispensable buscar atención médica.
De igual forma, se debe solicitar ayuda inmediata en caso de que las manifestaciones empeoren o se añadan nuevos síntomas. En este sentido, el sangrado persistente, la fiebre mayor de 40 grados centígrados y la pérdida de la consciencia son signos que requieren manejo de urgencia.
Una lesión que no debe ser subestimada
En la mayoría de los casos, las personas con una bolita en el ano evitan acudir a un profesional de salud por vergüenza o miedo. Sin embargo, los especialistas proctólogos son los mejores aliados para abordar este tipo de afecciones.
El tratamiento médico es fundamental para reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo. Consulte a su médico de confianza ante cualquier duda.
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