5 características de una persona reflexiva
Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz
Puede que cuando piensas en si eres una persona reflexiva o no, la imagen que te venga a la mente sea la de El pensador, esa escultura que puedes ver en la ciudad de París. No te encuentras del todo desencaminado.
Cuando vamos al origen de la palabra “reflexionar”, la Real Academia Española (RAE) nos informa que se trata de un concepto que significa pensar atenta y detenidamente sobre algo. Pues sin duda, una persona reflexiva tiende a bucear en su interior para conocerse mejor, evitar actuar con impulsividad y hacerlo con calma.
¿Qué es ser una persona reflexiva?
Aunque ya te hemos dado algunas pistas, una persona reflexiva es alguien que no actúa por impulsos, sino que se toma su tiempo para analizar una situación concreta antes de responder o actuar. Este tipo de personas cultivan de manera excelente su mundo interior, lo que les permite conocer cómo son, sus fortalezas y debilidades, para cambiar si es preciso.
Es crucial que tengas en cuenta que esto es un rasgo de personalidad que cuesta mucho cultivar si no se ha adquirido. No obstante, esto no quiere decir que no puedas convertirte en una persona reflexiva.
Lo puedes hacer, por ejemplo, gracias a la práctica de la meditación o de otras actividades como el yoga. Escucharás tu voz interior, observarás tus pensamientos y reducirás tus impulsos.
Ventajas de ser una persona reflexiva
Ser una persona con estas características tiene sus ventajas. Para empezar, no se toman decisiones precipitadas, algo que suele tener graves consecuencias.
Alguien que desea cambiar de trabajo y que lo hace sin haber realizado entrevistas previas para poder ocupar un nuevo puesto y no irse al paro, no es una persona reflexiva. Sopesar las opciones con detenimiento es un rasgo significativo.
Asimismo, otras ventajas son que, gracias a esa falta de impulsividad, estas personas cuidan mejor de sus relaciones, ya que no dicen cosas de las que se puedan arrepentir cuando discuten. Con todo, gracias a esa capacidad de reflexión, las decisiones que toman son más coherentes con quienes son ellos y con los valores que tienen.
Las 5 características de una persona reflexiva
Llegados a este punto, puede que te hayas dicho a ti mismo “¡vaya!, parece que sí puedo ser una persona reflexiva”. No obstante, vamos a explicarte cuáles son aquellas características que pueden hacerte salir de dudas. Si bien es posible tener alguna más marcada que otra, todas ellas forman parte de este tipo de personalidad.
1. Sabe escuchar
La escucha activa en determinados sectores, como el de la medicina, es fundamental. Como explican desde la Asociación Española de Enfermería en Salud Mental (AEESME), centrarse en lo que está diciendo la otra persona, empatizar con sus circunstancias y aceptarlo sin realizar valoraciones críticas ni juicios es clave. No todo el mundo es capaz de hacerlo y, por este motivo, es una característica valiosa.
2. Aprende de sus errores
Una persona reflexiva no teme admitir que se ha equivocado, pedir perdón y aprender de ese hecho para no volver a cometerlo. La negación del error es bastante más habitual de lo que pensamos, pero quizás tú jamás has hecho esto.
Entonces, tal vez seas parte de aquellos que disfrutan de un crecimiento personal enorme gracias a esta capacidad para errar, asumir y aprender.
3. Tiene una buena gestión emocional
Una de las muchas claves para una adecuada gestión emocional es no actuar en caliente. Esto no es fácil.
Nadie nos enseña desde edades tempranas a no dejarnos llevar por la ira, por la venganza o por el odio. Si tú eres capaz de pensar antes de actuar y de hablar, no dejas que tus sentimientos te dominen. Así, te sientes más satisfecho con tu reacción.
4. Goza de una alta capacidad de análisis
Otra característica de las personas reflexivas es que su capacidad de análisis es muy alta. Cuando se encuentran ante una situación concreta, evalúan rápidamente sus pros y sus contras para tomar una decisión sana y correcta, según los propios valores.
Saber detenerse y tomar distancia no siempre es sencillo. Sin embargo, si tú eres así, seguro que para ti es algo natural.
5. Cuenta con la paciencia como virtud
La paciencia en este tipo de personas es un rasgo destacable. Gracias a todo lo anterior, son tranquilas porque no tienen prisa para obtener un determinado resultado.
Tampoco suelen sufrir de ansiedad anticipatoria, ese miedo que aparece antes de que algo ocurra porque pensarlo ya eleva los niveles de cortisol de manera instantánea.
Puedes ser una persona reflexiva
¿Has descubierto que eres una persona reflexiva? ¡Enhorabuena! Tienes una personalidad con múltiples ventajas que te permitirá crecer a nivel personal, cuidar tus relaciones y sentir que disfrutas de una vida plena.
Pero no te preocupes si te has dado cuenta de que eres todo lo opuesto. Hay aspectos que se pueden trabajar en terapia, como la reducción de los impulsos o la mejora en la comunicación.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Ayala, A. E. G. (2012). Trastornos de ansiedad: agorafobia y crisis de pánico. Farmacia profesional, 26(6), 32-39.
- De la Cuesta-Benjumea, C. (2011). La reflexividad: un asunto crítico en la investigación cualitativa. Enfermería clínica, 21(3), 163-167.
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