Carnes congeladas, ¿cuánto tiempo pueden estar guardadas?
Escrito y verificado por la nutricionista Anna Vilarrasa
Todos sabemos que la carne fresca es un alimento muy perecedero. Tener las carnes congeladas nos permite alargar su vida útil manteniendo su calidad y sus nutrientes. Eso sí, siempre que tengamos en cuenta algunos aspectos importantes que nos permitirán disfrutar de la calidad de una buena pieza de carne durante un tiempo más largo.
La congelación conserva los alimentos durante períodos prolongados de tiempo porque previene el crecimiento de microorganismos patógenos que pueden causar deterioro o enfermedades. De este modo, los alimentos congelados pueden aguantar bastante tiempo en el congelador sin estropearse.
De todas maneras, siempre hay límites que respetar para situación. Es importante entender que, aunque congelados, los alimentos no duran para siempre.
¿Cuanto tiempo aguantan las carnes congeladas?
El tiempo que duran los alimentos en el congelador es muy variable, dependiendo del tipo de alimento. Las carnes congeladas suelen durar menos tiempo que las verduras, por ejemplo.
Uno de los principales motivos por los cuales los tiempos de congelación son diferentes es la cantidad de grasa que presenta cada tipo de carne. Te contamos los tiempos medios que pueden aguantar distintos tipos de carnes congeladas:
- La carne muy grasa y los embutidos aguantan en el congelador de 1 a 2 meses.
- Las hamburguesas y otras preparaciones con carne picada fresca, de 3 a 4 meses.
- Si hablamos de chuletas de ternera y carne fresca de cordero y cerdo, las podemos congelar de 4 a 12 meses.
- El pollo, el pavo y la carne de otras aves soportan de 9 a 12 meses.
Con las bajas temperaturas paramos el crecimiento bacteriano, pero no las reacciones de oxidación. Y aunque sucede de forma lenta, la grasa prosigue su proceso de enranciado.
Esta persistencia del proceso por el que se convierte el alimento en rancio es uno de los principales causantes de la pérdida de valor nutricional de las carnes.
Así lo afirma un artículo publicado en la revista Food Science and Technology. Se ve afectado su sabor, textura y color. Aunque no lo notemos a simple vista en un principio, debemos saber que sucederá en algún punto si no empleamos la carne.
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Trucos para mantener la calidad de la carne intacta
Para evitar que la calidad de las carnes congeladas se vea afectada y perdamos parte de su valor nutricional, debemos tener en cuenta unos pequeños trucos que nos ayudarán a maximizar su buen estado:
- La temperatura adecuada del congelador: ya que facilita que la carne se congele de forma mas rápida.
- Congelar los alimentos al vacío: deberían estar envueltos en film o dentro de los recipientes adecuados. De lo contrario, corremos el riesgo de que pierdan agua, absorban malos olores, se resequen o se quemen.
- Congelar la carne en paquetes o porciones pequeñas: cuando congelamos piezas muy grandes, el centro del producto tarda más en congelarse y va perdiendo calidad. Además, se pueden formar cristales de hielo en el alimento que, al descongelarlo, rompen sus estructuras y estropean sus características.
- Separarla grasa visible de las piezas: como hemos visto, el congelado no detiene el enranciado de las grasas y podría estropearla.
- Congelar la carne cocinada o los guisos con carne en recipientes de plástico o cristal herméticos: deberíamos esperar a que estén fríos antes de meterlos en el congelador.
Si queremos que nuestro congelador no sea un cajón de sastre, es importante marcar bien el contenido y las fechas de congelado de cada paquete, al igual que intentar mantener un orden en el almacenamiento. Así evitaremos tener que desechar la carne que haya podido quedar escondida y no esté en las mejores condiciones al momento de utilizarla.
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Saber descongelar de forma adecuada
Tan importante es fijarnos en las condiciones de congelación de las carnes, como saber descongelarlas de la forma correcta. De nada nos servirá haber conservado bien la carne si en el momento de descongelar la echamos a perder.
Las carnes congeladas deben descongelarse en frío. No es una buena idea dejarlas a temperatura ambiente, ni tampoco cerca de una fuente de calor para acelerar el proceso.
Esto puede propiciar el crecimiento de bacterias patógenas para la salud, de acuerdo con una investigación publicada en la revista Current Opinión in Infectious Diseases.
La mejor forma de hacerlo es dejarla en el frigorífico durante unas 24 horas. Y si no hemos podido planificarnos de antemano, es una opción utilizar la función especial del microondas para descongelar.
Lo que sí tenemos que tener presente es que una vez descongelada, la carne debe cocinarse de inmediato. Cuando se acerca a temperaturas próximas a los 4-6 grados, las bacterias que podían estar presentes antes del congelado comienzan a multiplicarse.
Si una vez cocinada vemos que no la consumiremos pronto, podemos volver a congelar las piezas de carne cocinadas. Pero nunca volver a congelar un alimento crudo.
Utiliza la congelación para aumentar la vida útil de la carne
Si queremos disfrutar de una carne congelada de calidad, es mucho mejor comprar carne fresca y congelarla nosotros mismos. Podemos hacer una comprar más grande de carne y congelarla siguiendo los consejos que hemos comentado más arriba. Siempre controlaremos mejor la calidad del producto, que si compramos directamente carne congelada.
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- Amaral A.B et al. Lipid oxidation in meat: mechanisms and protective factors: a review. Food science and technology. Diciembre 2018. 38(1).
- Haselbeck AH., Panzner U., Im J., Baker S., et al., Current perspectives on invasive nontyphoidal salmonella disease. Curr Opin Infect Dis, 2017. 30 (5): 498-503.
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