Té de jengibre y cúrcuma: ¿ayuda a combatir las piedras en los riñones?
Revisado y aprobado por la dietista Renata Sylwia Kosierb Fernández
Durante muchos años, el té de jengibre y cúrcuma se ha difundido como un remedio complementario contra las piedras en los riñones. Se dice que sus propiedades antiinflamatorias y diuréticas actúan en conjunto para ayudar a disolver los cálculos y reducir la necesidad de intervenciones quirúrgicas.
¿Son ciertas estas afirmaciones? ¿Hay evidencias? Lo cierto es que hasta la fecha no existen estudios científicos que respalden las propiedades de esta bebida contra los cálculos renales. Sin embargo, algunas investigaciones individuales del jengibre y de la cúrcuma sugieren ciertos beneficios para los riñones.
En cualquier caso, su consumo ha de ser moderado, solo a modo de complemento y no como sustituto del tratamiento médico. Para saber más al respecto, en el siguiente espacio abordamos cuáles son sus efectos potenciales, cómo prepararlo y qué debes considerar para una ingesta segura. ¡Sigue con la lectura!
¿El té de jengibre y cúrcuma es útil para combatir las piedras en los riñones?
El té de jengibre y cúrcuma es una bebida tradicional a la que se le atribuyen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, diuréticas y digestivas. En lo que a la salud renal se refiere, la evidencia anecdótica sugiere que resulta útil para limpiar el tracto urinario y para ayudar a la eliminación de las piedras renales.
Si bien no es un tratamiento de primera elección contra esta afección; algunos lo consideran un complemento nutritivo y medicinal. Pese a esto, es importante consumirlo de forma moderada, sin dejar de lado algunas consideraciones. ¿Hay evidencias sobre sus beneficios?
Antes que nada, recordemos que las piedras en los riñones son depósitos duros que pueden obstruir el flujo de la orina al bloquear uno de los dos uréteres, la vejiga o la uretra. Pueden ser tan pequeñas como un grano de arena, pero también pueden tener el tamaño de una perla o superior.
Su presencia en el cuerpo causa un dolor intenso en el costado del cuerpo, que suele acompañarse con fiebre, escalofríos, vómitos, ardor al orinar y cambios en el color y el olor de la orina.
Con frecuencia, se originan por la acumulación de oxalato de calcio o de ácido úrico. Aun así, también pueden producirse tras una infección del tracto urinario (cálculos de estruvita) o por una condición hereditaria llamada cistinuria (cálculos de cistina).
Sea cual sea el caso, es necesario consultar al médico para obtener un tratamiento individualizado. Si son pequeños, es posible estimular su eliminación incrementando el consumo de agua y ajustando la dieta. Además, es en estos casos en los que suele emplearse el té de jengibre y cúrcuma como complemento.
¿Qué efectos causa? ¿Cuáles son sus posibles beneficios?
A lo largo de los años, los consumidores de té de jengibre y cúrcuma han reportado algunos beneficios para la salud renal. De acuerdo a la evidencia anecdótica, la bebida ayuda a mejorar el funcionamiento de los riñones, lo que es clave para disolver las piedras que se forman en su interior.
Entre otras cosas, se afirma que su consumo disminuye el cólico renal, la hinchazón, las náuseas y los cambios en los hábitos de micción derivados de esta enfermedad. Pese a esto, no se han realizado estudios que evalúen concretamente los efectos de este remedio contra las piedras renales.
A la fecha, solo algunas investigaciones vinculan de forma positiva la ingesta de estas especias con la salud renal, aunque no como tal contra los cálculos.
A través de International Journal of Advanced Research, los investigadores informaron que la suplementación con jengibre y cúrcuma fue beneficiosa para los pacientes con insuficiencia renal. El gingerol del jengibre y la curcumina de la cúrcuma explican estos efectos.
Estos compuestos activos tienen potencial antiinflamatorio y antioxidante. De este modo, ayudan a modular la inflamación, mitigan el impacto negativo del estrés oxidativo y mejoran el flujo sanguíneo a los riñones. Todo esto se traduce en mejoras en la función renal y, por ende, menos riesgo de complicaciones.
Hay contradicciones con la cúrcuma
A pesar de que las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias de la cúrcuma pueden ser beneficiosas para la salud renal, existe cierta controversia respecto a su uso contra las piedras renales.
¿El motivo? Cierta evidencia sugiere que su consumo excesivo puede tener un efecto contraproducente en casos de nefrolitiasis (cálculos). En particular, se desaconseja para personas susceptibles a la formación de piedras renales de oxalato de calcio, pues la cúrcuma contiene oxalatos.
Sobre esto, el médico Michael Greger explica a través de Nutrition Facts lo siguiente:
«La cúrcuma contiene oxalatos solubles que pueden unirse al calcio y formar oxalato de calcio insoluble, que es responsable de aproximadamente el 75 % de todos los cálculos renales. Por lo tanto, no se recomendaría el consumo de cantidades incluso moderadas de cúrcuma a personas con tendencia a formar cálculos renales»
En este orden de ideas, preparar un té de jengibre y cúrcuma puede no ser la mejor opción para combatir las piedras en los riñones. De acuerdo a Greger, los pacientes con esta afección deben limitar la ingesta de cúrcuma a no más de una cucharadita (3 gramos) al día y de oxalatos a no más de 50 mg al día.
Posibles efectos secundarios del té de jengibre y cúrcuma
Para la mayoría de los adultos sanos, el té de jengibre y cúrcuma es seguro, siempre y cuando su consumo sea moderado. Aun así, algunas personas pueden experimentar molestias gastrointestinales, como acidez estomacal, náuseas, mareos e hinchazón abdominal.
Es importante tener en cuenta que la bebida tiene potencial para interactuar con algunos medicamentos, como los anticoagulantes y los antidiabéticos. Evita su ingesta simultánea. Si estás bajo otro tratamiento con fármacos, consulta al médico antes de probar esta bebida.
Debido a la falta de estudios que respalden su seguridad, es mejor evitar su uso en caso de embarazo, lactancia y en niños pequeños. Tampoco se recomienda en personas con enfermedades hepáticas.
Dadas las controversias respecto a la cúrcuma, los oxalatos y las piedras en los riñones, lo más recomendable es limitar su consumo en estos contextos. Aunque la evidencia anecdótica sugiere beneficios, no es la opción más segura. Puedes optar por otras bebidas y hábitos para apoyar el tratamiento.
Cómo preparar té de jengibre y cúrcuma
Incluir el té de jengibre y cúrcuma en el marco de una alimentación sana y balanceada puede reflejar beneficios para la salud. Sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias e inmunomoduladoras son un buen complemento para prevenir enfermedades. En el caso de los riñones, favorece su funcionamiento.
Aunque el té de jengibre y cúrcuma no es la mejor opción para combatir las piedras en los riñones, puedes disfrutar los beneficios de la bebida en otros contextos. Si no tienes este problema renal, puedes incluirla en la dieta.
Ingredientes
- ½ litro de agua (500 ml).
- 1,5 gramos de cúrcuma (½ cucharadita)
- 4 gramos de jengibre rallado (1 cucharadita)
- Miel (opcional)
Preparación
- Pon a calentar el agua en una olla y, cuando llegue a ebullición, viértela en una jarra con la raíz de jengibre rallada y la cúrcuma en polvo.
- Deja que repose de 10 a 15 minutos.
- Pasado este tiempo, pasa el líquido a través de un colador, sirve una taza y, si deseas, endúlzalo con miel.
- Tómalo una vez al día.
Evita exceder la dosis diaria de 1,5 gramos de cúrcuma y de 4 gramos de jengibre.
¿Qué debes recordar?
Aunque durante mucho tiempo se ha difundido la receta de té de jengibre y cúrcuma como remedio contra las piedras en los riñones, en la actualidad se sabe que no es la mejor opción. Ambas especias reportan beneficios para la salud renal debido a su potencial antiinflamatorio y antioxidante.
Sin embargo, la cúrcuma contiene oxalatos que no son recomendables en caso de cálculos renales. Así pues, si estás considerando probar este té, ten presente sus posibles riesgos y efectos secundarios. Nuestro consejo es que optes remedios libres de oxalatos si quieres complementar el tratamiento médico de esta afección.
De todos modos, la consulta médica es esencial. Ni este ni otros remedios naturales sustituyen las recomendaciones del médico. El profesional puede sugerir desde cambios en la alimentación, hasta uso de fármacos, suplementos o cirugía, según sea el caso.
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