Así puedes disfrutar del sexo después de los 60 con estos consejos sencillos

¿El placer femenino es exclusivo de la juventud? La cultura popular rara vez explora la sensualidad de una mujer con más de 60 años, lo que refuerza el mito de que el deseo sexual tiene fecha de caducidad. Si bien las mujeres experimentan transformaciones importantes, sobre todo después de la menopausia, esta etapa de la vida abre la puerta a una sexualidad más plena, con espacio para experimentar y sentirse en libertad. ¿Qué puedes hacer para disfrutar la intimidad sexual si tienes más de 60? Aquí te contamos.
1. Cambia de perspectiva
Muchas veces, las barreras mentales dificultan disfrutar de una vida sexual plena. El deseo puede persistir en los adultos mayores, pero las creencias culturales y la falta de información sobre los cambios propios del cuerpo detienen la satisfacción. Olvida el tabú de que “ya no se tiene edad para esto”. Infórmate sobre la sexualidad y mantén una actitud abierta al diálogo. Conversar abiertamente sobre tus gustos y deseos se relaciona con mayor satisfacción en la intimidad. Hablar con tu pareja sobre nuevas fantasías, lugares y formas de placer es una manera de conectarse mejor.
Segundo: entiende que los cambios físicos son una nueva etapa para adaptarte
La menopausia genera variaciones hormonales que pueden disminuir la lubricación natural y convertir la penetración en una experiencia incómoda. En estos casos, es aconsejable usar lubricante con base de agua para evitar molestias y que la atención se centre solo en el placer.
También cuida tu suelo pélvico. Los músculos de esta área son necesarios para la intensidad del orgasmo y se debilitan con el tiempo. Puedes hacer ejercicios de Kegel para prevenir problemas de incontinencia y aumentar la circulación de la zona genital: contrae los músculos que usas para detener la orina durante unos segundos y luego relájalos. Repite eso varias veces al día para aumentar la sensibilidad y experimentar orgasmos más intensos.
Tercero: amplía tu definición de “sexo”
La penetración no es el único acto sexual válido. Después de los 60, imagina que tienes un lienzo en blanco para la sexualidad, experimenta y explora. Los estímulos adicionales y los preliminares son importantes en esta etapa. ¿Qué puedes hacer? Dedica más tiempo a las caricias, masajes y romanticismo. Utiliza música suave para conectar emocionalmente y un baño compartido o una conversación íntima funcionan bien como preliminar.
También puedes probar posiciones prácticas y funcionales según tus condiciones físicas y las de tu pareja, junto con el uso de cojines para mayor comodidad. Además, incluye juguetes sexuales como el vibrador para descubrir otras formas de placer, tanto en solitario como en pareja.
¿Por qué tener una vida sexual activa en la madurez?
Sus beneficios van más allá del placer. Tener una vida íntima satisfactoria luego de los 60 ayuda a prevenir enfermedades asociadas a la edad, sobre todo las de tipo mental. Mejora el estado de ánimo, reduce los problemas de sueño y da mayor confianza corporal. También permite afrontar el estrés y el sentimiento de soledad. La intimidad refuerza los vínculos afectivos y nos recuerda que el deseo y la conexión no desaparecen con el paso del tiempo. La experiencia, los momentos libres y el mayor autoconocimiento convierten la sexualidad en una experiencia más sabia, profunda y mucho más gratificante.
En resumen, utiliza alternativas para mejorar los cambios físicos de tu cuerpo, explora nuevas posturas y formas de placer, incluyendo también juguetes sexuales. Y no olvides que la estimulación previa cobra mayor importancia después de los 60. Consulta a un especialista para mayor apoyo y guía profesional.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Lafarja-de Aveiro, B. I., & Giménez-Amarilla, S. (2022). Sexualidad en adultos mayores de 60 años: Percepción de personas que recurren a las consultas ambulatorias de un hospital. Revista Científica de Ciencias de la Salud, 4(1), 4–16. https://doi.org/10.53732/rccsalud/4.1.4
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.