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Cómo evitar el mal olor en los días de la menstruación

7 minutos
Percibir un mal olor menstrual genera ansiedad e inseguridad. Para evitar este síntoma, recopilamos varios consejos fáciles de aplicar.
Cómo evitar el mal olor en los días de la menstruación
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto

Última actualización: 07 septiembre, 2024

Muchas mujeres están en la búsqueda constante de métodos para evitar el mal olor en los días de la menstruación. Este síntoma, además de incómodo, suele ser motivo de preocupación y vergüenza, sobre todo porque tiende a asociarse a una mala higiene o a la presencia de infecciones.

Lo cierto es que el olor menstrual —a menudo descrito como metálico o dulce— es normal y no tiene por qué ser un problema. Siempre y cuando se sigan los hábitos de higiene y los cuidados adecuados, este puede pasar desapercibido. Eso sí, hay que considerar que un olor muy fuerte o fétido requiere atención ginecológica, dado que puede ser signo de afecciones que requieren otros tratamientos.

Por lo demás, puedes poner en práctica unas sencillas estrategias que te ayudan a mantener bajo control el mal olor. Desde la adecuada elección de productos menstruales hasta una rutina de limpieza respetuosa con tu zona ‘V’ y una buena alimentación, te contamos todo lo que puedes hacer para mantener una sensación de frescura y limpieza esos días.

1. Prueba otros productos menstruales

Si sueles utilizar productos menstruales como las toallas sanitarias, sean desechables o de tela, intenta probar otras alternativas de uso interno como los tampones o la copa menstrual. A menudo, las toallas están hechas de materiales absorbentes que, aunque son efectivos para manejar el flujo, tienden a crear un ambiente propenso al crecimiento de bacterias que intensifican el olor.

Lo anterior, sumado a la falta de ventilación adecuada y al uso prolongado, empeora la situación al permitir que los fluidos se acumulen y se fermenten. En contraste, los tampones y la copa, que hacen contacto directo con el sangrado menstrual, evitan estos problemas. Siempre y cuando se cambien de forma regular, su uso supone una solución efectiva para estar más cómoda, fresca y sin olor.

2. Cámbiate con frecuencia

Es importante hacer hincapié en la importancia de cambiar los productos menstruales en los intervalos recomendados. Más allá de la opción elegida (que depende de las preferencias individuales), los cambios regulares son determinantes para prevenir malos olores, irritación y posibles infecciones.

Las recomendaciones son las siguientes:

  • Toallas sanitarias: cada 4 horas, aproximadamente. Si el flujo es abundante, o si se percibe mal olor, el recambio debe hacerse antes.
  • Tampones: de 4 a 8 horas, de acuerdo con la cantidad de flujo. Estos no deben utilizarse por más de este tiempo debido al riesgo de síndrome de shock tóxico (TSS).
  • Copa menstrual: pueden recoger flujo entre 6 y 12 horas. Luego de esto, hay que vaciarla, limpiarla y volver a insertarla. En días de sangrados abundantes, cámbiala con más frecuencia.

3. Mantén una limpieza respetuosa con tu zona íntima

Los cambios hormonales y la presencia de sangre menstrual tienden a alterar el equilibrio natural de la flora vaginal. Al aumentar su pH, crea un entorno más propenso al crecimiento de bacterias no deseadas, que influyen en la presencia de mal olor.

A pesar de esto, la limpieza debe ser respetuosa con el entorno natural de la vagina. ¿Qué quiere decir esto? Que debe abarcar el uso de productos suaves, libres de fragancias, que no incidan en las alteraciones del pH vaginal. El jabón neutro y el agua tibia suelen ser suficientes para dejar la zona limpia y fresca.

Evita por completo las duchas vaginales, los jabones con fragancias o la aplicación de productos como talcos o desodorantes. Todos estos generan un desequilibrio bacteriano en la zona que no solo causa mal olor en los días de la menstruación, sino que eleva el riesgo de infecciones e irritación.

¿Sabías que la vagina tiene su propio mecanismo de autolimpieza? El flujo vaginal, sumado a la presencia de bacterias beneficiosas, ayudan a eliminar células muertas, microorganismos y otras impurezas. Por eso, no requiere productos agresivos o lavados internos.

4. Utiliza ropa interior de algodón

Usar ropa interior de algodón durante la menstruación es bastante conveniente a la hora de prevenir el mal olor y mantener una buena salud íntima. Este material es natural y transpirable, lo que permite una adecuada ventilación de la zona íntima. Con ello, disminuye la acumulación de humedad y calor que tiende a crear un ambiente idóneo para el crecimiento de microorganismos no deseados.

Entre tanto, las prendas confeccionadas con materiales sintéticos, como el nailon o el poliéster, generan un efecto contrario. Su uso deriva acumulación de sudor, humedad, fricción y, en consecuencia, un aumento del mal olor.

5. Mantén ropa interior adicional a mano

Durante tu periodo menstrual, no estás exenta de sufrir manchas o derrames de sangre. Si no consigues cambiarte a tiempo, esto también puede ser motivo de mal olor. Para evitarlo, y para no quedar expuesta a una situación embarazosa, procura mantener una prenda interior de repuesto a mano.

Esto te permite gestionar cualquier imprevisto de manera discreta y eficiente. No solo garantiza tu comodidad e higiene, sino también tu confianza en situaciones sociales o laborales.

6. Evita el uso de pantalones ajustados

Si bien sueles ignorarlo, el uso de pantalones muy ajustados en los días de tu periodo puede incidir en un aumento del mal olor. Esto se debe a que son prendas que limitan la circulación de aire en tu zona íntima, lo que genera un entorno cálido y húmedo que favorece el crecimiento de microorganismos.

Para evitar este inconveniente, opta por utilizar prendas más holgadas y transpirables durante tu menstruación. Los pantalones sueltos posibilitan una ventilación adecuada que contribuye a mantener tu zona íntima seca y fresca.

7. Evita aplicar remedios caseros

La difusión de remedios caseros para deshacerse del olor menstrual ha alimentado la idea de que es necesario, a como dé lugar, tratar este síntoma. Opciones como los lavados con vinagre de manzana, el bicarbonato de sodio, el yogur tópico o los enjuagues con aceites esenciales son populares con este fin.

¿El problema? Reducen el olor de forma temporal, pero no son inofensivos. La mayoría altera el ambiente natural de la vagina y eleva el riesgo de irritación e infecciones. Además, no hay evidencia científica que respalde su seguridad y eficacia, y no están aprobados para uso ginecológico.

8. Cuida tus hábitos alimentarios

Algunas hipótesis sugieren que alimentos como el ajo, las carnes rojas, las cebollas, el pescado, el café, las especias fuertes y los productos azucarados pueden incidir en el mal olor corporal. No obstante, la evidencia científica que respalda esta relación es escasa y no concluyente.

De todos modos, como medida preventiva, se puede optar por limitar la ingesta de estos productos ante la presencia de mal olor en la zona íntima. Por otro lado, alimentos abundantes en probióticos como el yogur, el kéfir, el chucrut, entre otros, son beneficiosos en este contexto. Su consumo se asocia a un equilibrio saludable de la flora vaginal, lo que disminuye el riesgo de olores desagradables.

9. Consulta con el ginecólogo

En general, seguir las recomendaciones anteriores es suficiente para no sufrir incomodidad por el mal olor durante los días de la menstruación. Sin embargo, ciertas veces es primordial acudir al ginecólogo para evaluar la causa de este síntoma. Si el olor es muy fuerte —como podrido o similar al del pescado—, o si se acompaña de irritación, dolor o comezón, acude a consulta lo antes posible.

El especialista es quien debe realizar las pruebas pertinentes para determinar si hay alguna infección o enfermedad que explique el olor inusual. De ser así, también orientará hacia tratamientos y medidas concretas para superarlo.

No hay razones para avergonzarte de tu menstruación

Quizá has tenido momentos de inseguridad al percibir el olor de tu menstruación. ¡No tienes por qué avergonzarte! Las creencias de que la regla es sucia e impura son meramente tabúes y estigmas sociales que es mejor ignorar. Mientras asegures hábitos de higiene adecuados, es probable que solo tú lo notes.

Solo ten en cuenta que hay olores que no son normales y que sí deben ser atendidos por tu médico o ginecólogo. Ya sea porque son muy desagradables y notorios, o bien, porque se presentan con flujo anormal, irritación o dolor, asegúrate de no pasarlos por alto y consultar.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.