5 natillas caseras que puedes hacer con pocos ingredientes
Revisado y aprobado por la nutricionista Maria Patricia Pinero Corredor
Si deseas aprender a hacer natillas caseras sin complicaciones, estás en el lugar indicado. Porque elaborar este postre en casa tiene pocos secretos y necesita ingredientes muy básicos que encontrarás con facilidad.
Este rico y sabroso dulce es un placer para grandes y pequeños, ya sea en el día a día o en una comida de celebración. Además, admite algunas variaciones que podrás adaptar a tu gusto y necesidades. Te mostramos todo tipo de trucos y detalles a continuación.
Las natillas, un postre clásico que no pasa de moda
Las natillas son un plato tradicional en el recetario de muchos países. Se elaboran a base de huevos y leche, a menudo aromatizados con canela y vainilla. Su origen parece encontrarse en los conventos de monjas y en la cocina de aprovechamiento o trash cooking.
A algunas personas les evoca sabores y aromas de su infancia. Y otros lo asocian con un postre popular para comer en días señalados. En cualquier caso, sigue siendo uno de los dulces favoritos de muchos. Lo que sí ha cambiado es la forma de consumirlas: o se piden en un restaurante o se compran en la sección de yogures. La práctica de elaborarlas en casa se ha ido perdiendo, aunque es una receta de fácil preparación y un resultado espectacular.
Es verdad que existe el camino intermedio. Hacer natillas de sobre es tan sencillo como mezclar el preparado en polvo con leche y azúcar al gusto. Pero la calidad y el sabor del postre tradicional no tienen nada que ver con las comerciales.
Así que, si estás pensando en ponerte manos a la obra, te animamos de forma encarecida a cocinar la receta tradicional en casa. ¡Seguro que repites!
1. Natillas caseras clásicas
Esta receta es perfecta si lo que buscas es preparar el postre de toda la vida, las natillas caseras «de la abuela». También es una buena opción, si es la primera vez que las preparas y quieres conocer a fondo la elaboración básica, con huevos y maicena.
Ingredientes para 6 raciones
- 6 galletas
- 1 litro de leche
- 1 rama de canela
- 6 yemas de huevo
- 1 vaina de vainilla
- La piel de un limón
- 100 gramos de azúcar
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 40 gramos de fécula de maíz o maicena
Preparación
- Para empezar, coloca la leche en un cazo, junto con la piel del limón (solo la parte amarilla), la canela y la vaina de vainilla. Esta la tienes que abrir primero con un cuchillo. Cuando arranque el hervor, apártalo del fuego y deja que repose unos 15 minutos. Después, lo cuelas y reservas.
- Por otro lado, bate con unas varillas las yemas de los huevos y el azúcar. Incorpora la maicena, mezcla de nuevo y añade la leche poco a poco. No dejes de remover con las varillas, para que quede la textura homogénea y sin grumos.
- Ahora coloca una olla con agua al fuego (este tiene que ser suave, para que no llegue a hervir). Introduce esta masa que acabas de hacer en otro cazo y ponla a cocer a baño maría. No dejes de mezclar para evitar que se pegue.
- Al cabo de 10 minutos (más o menos) tiene que empezar a espesar. Puedes seguir 2 o 3 minutos si te gustan las natillas compactas. Pero piensa que después, cuando enfríen, la consistencia va a cambiar y se volverá espesa.
- Ahora, es momento de la presentación. Para ello, rellena unos recipientes individuales con la preparación y coloca la galleta encima.
- Introdúcelos en la nevera durante al menos un par de horas y ya están las natillas listas para servir.
2. Natilla colombiana a base de maíz
Para viajar a través de este delicioso postre, puedes animarte y preparar las natillas como se hacen en Colombia. En este país se preparan durante la época de Navidad y se sirven junto a otros dulces como los buñuelos de queso, el arroz con leche o las brevas con arequipe.
Ingredientes para 6 raciones
- 1 litro de leche
- 1 vaina de vainilla
- 100 gramos de panela
- 2 cucharadas de mantequilla
- Media taza de fécula de maíz
- Canela en polvo para espolvorear
Preparación
- El primer paso para hacer estas natillas es mezclar la fécula de maíz con medio litro de leche en un bol. Remueve bien para que no queden grumos y se integren ambos ingredientes.
- Por otro lado, pon el resto de leche, la vainilla y la panela en una olla. Colócala al fuego (suave) y remueve hasta que hierva. En este momento, incorpora la leche con la fécula y las dos cucharadas de mantequilla. Deja que coja temperatura y cuece la preparación durante 10 minutos.
- Pasado este tiempo, introdúcela en moldes individuales o en uno más grande (tipo flanera). Déjalo enfriar y en el momento de servir espolvorea la canela por encima.
Este tipo de natillas se preparan sin huevo, por lo que pueden ser una buena elección para las personas alérgicas a este ingrediente.
3. Natillas de manzana
Las manzanas van de maravilla para hacer postres variados: tartas de todo tipo, bizcochos, flanes o rollitos con canela (entre otros). En las natillas, esta fruta te aportará el dulzor de manera natural (sin necesidad de agregar azúcar) y vas a obtener una textura inigualable.
Ingredientes para 4 raciones
- 3 huevos
- 1 litro de leche
- 1 rama de canela
- 50 gramos de maicena
- 600 gramos de manzanas (peso limpio, sin piel ni corazón)
Preparación
- Para empezar, lava, pela y corta las manzanas en cubos. Cuando tengas los 600 gramos, colócalas en una cazuela con 750 mililitros de leche y la rama de canela. Deja cocer esta preparación hasta que la fruta quede blanda. No te asustes si la leche toma un aspecto grumoso, es una reacción normal al mezclarse con el jugo que sueltan las manzanas.
- Mientras, pon los huevos, la maicena y el resto de la leche en un bol. Remueve bien para que quede una textura lisa.
- Ahora, retira la rama de canela y tritura el contenido del cazo (la leche junto a las manzanas). Después, vierte poco a poco la masa que tienes en el bol y tritura de nuevo. Vuelve a poner esta preparación a fuego bajo, hasta que tome la consistencia adecuada.
- Rellena los moldes elegidos con la crema de las natillas y déjalas enfriar en el frigorífico. Antes de comerlas, puedes decorar con canela en polvo o una galleta.
Aparte de la manzana, existen muchas más posibilidades de saborizar las natillas al gusto: con chocolate (que te enseñamos a preparar a continuación), coco, fresa o pistacho. Si te gusta el punto cítrico, no pierdas la ocasión de hacer estas natillas de naranja deliciosas.
4. Natillas de chocolate sin huevo
Los postres con cacao o chocolate, siempre son bien acogidos por la mayoría de personas. Pues también es posible hacerlo con las natillas caseras, en este caso sin huevo.
Ingredientes para 4 raciones
- Medio litro de leche
- 60 gramos de azúcar
- 30 gramos de maicena
- 40 mililitros de nata líquida
- 50 gramos de cacao en polvo
- Una cucharadita de extracto de vainilla
Preparación
- Al ser unas natillas sin huevo, cambia un poco el proceso de elaboración. Por eso tienes que introducir todos los ingredientes (de una sola vez) en una cazuela y mezclarlos bien. Estos tienen que quedar unidos y sin grumos.
- Después, coloca esta preparación a fuego medio. Deja que llegue a hervir y cocina hasta que tenga una textura más densa y espesa (3 minutos pueden ser suficiente). Es importante no dejar de remover de manera continuada.
- Sirve en los recipientes elegidos y deja enfriar en la nevera, por lo menos 2 horas antes de comer.
5. Natillas veganas
Hoy en día existen pocas recetas que no se puedan adaptar a todas las necesidades alimentarias. En el caso de esta receta, es muy sencillo hacer una versión sin ingredientes de origen animal. ¿El resultado? Muy sabroso y con una consistencia perfecta.
Ingredientes para 4 raciones
- 3 cucharadas de azúcar
- 600 mililitros de bebida de soja
- 1 cucharada y media de maicena
- 2 cucharadas de extracto de vainilla
Preparación
- Pon a hervir 400 mililitros de la bebida de soja en una olla con el azúcar. Mezcla bien el contenido.
- En otro bol, combina el resto de la bebida de soja con la maicena y la vainilla. Cuando la preparación del fuego empiece a hervir, vierte el contenido del bol y deja cocer con el calor al mínimo hasta que espese.
- Introduce la masa de las natillas en vasitos individuales y déjalos enfriar un par de horas en la nevera.
Para hacer esta receta puedes cambiar la bebida de soja por cualquier otra de tu elección. Esta es la que tiene un perfil nutricional más parecido al de la leche de vaca (en proteínas y grasas) pero otras variedades te darán también buen resultado.
Consejos prácticos para obtener unas natillas caseras perfectas (o casi)
Como ves, tanto las natillas clásicas como las alternativas que te hemos presentado siguen una preparación similar. Se trata de pocos pasos con una dificultad baja, pero con algunas pautas que no puedes pasar por alto:
- Bate bien los huevos con el azúcar y añade la leche despacio, para evitar que se formen grumos. Además, es imprescindible que remuevas el contenido de forma constante.
- Cocina siempre a fuego muy suave, la mezcla no tiene que llegar a hervir.
- Comprueba el punto de cocción: cuando la crema cubra la parte posterior de una cuchara, ya está a punto. Si te gusta más espesa, puedes cocinar 2 o 3 minutos más.
- Disminuye la cantidad de azúcar si no quieres unas natillas muy dulces.
- Deja enfriar antes de servir, por lo menos unas 2 horas en la nevera. Así obtienes una textura y unos sabores más asentados.
- Utiliza una olla de fondo grueso para que el calor se reparta de manera uniforme. De esta manera, es más difícil que se corten las natillas.
Por otro lado, siempre es posible hacer las natillas en la Thermomix® o en el microondas. Los ingredientes son los mismos, pero ahorras en pasos y tiempo de elaboración.
Qué pasa si se cortan las natillas
Este es el mayor problema que te puedes encontrar durante la preparación. Lo identificarás de forma rápida, puesto que las natillas no quedan ligadas y se forman cuajos. No obstante, todo tiene solución.
Para poner remedio a esta situación, disuelve 1 cucharada de maicena extra en un poco de leche y agrégala a la mezcla. Hazlo despacio y sin parar de remover. Después, sigue con la cocción (a fuego bajo) hasta que la textura sea buena. También puedes usar 1 o 2 cucharadas de harina o de yemas de huevo.
Cómo servir y conservar las natillas (y otras preguntas frecuentes)
No queremos acabar de hablar de este delicioso postre sin responder a otras cuestiones que pueden ayudarte en la organización y desempeño de la receta.
¿Qué consistencia han de tener las natillas?
Aunque no existe una textura perfecta, lo ideal es que queden cremosas, para que aguanten sin caer en cada cucharada. Ahora bien, la densidad final siempre es una elección personal. Lo que hay que tener en cuenta es que al enfriar siempre se vuelven más espesas. Si te gustan ligeras, reduce la cantidad de maicena o prescinde de ella por completo. Si las quieres más consistentes, añade un poco más.
¿Cómo se sirven?
Ya has visto que en su versión tradicional, las natillas se «decoran» con una galleta. Este añadido es opcional y puedes dejarlas sin ella o bien colocar un barquillo o un bizcocho de soletilla. Si quieres hacer un acompañamiento diferente, sírvelas con un poco de fruta fresca, de chocolate negro rallado o con azúcar quemada por encima (como si fuera una crema catalana).
Conservación adecuada
Una vez listas, las natillas aguantan en el refrigerador durante unos 3 días. Para ello, colócalas en un recipiente hermético o tápalas con papel film. Lo que no conviene es congelarlas, puesto que su consistencia posterior puede cambiar en gran medida. En el momento de consumirlas, las puedes dejar unos minutos a temperatura ambiente para que no estén tan frías. Es preferible que no las calientes, porque también puede afectar la textura final.
Qué aportan las natillas
Desde el punto de vista nutricional, este postre destaca por el contenido de proteínas (que están presentes, tanto en el huevo como en la leche). Asimismo, son fuente de algunas vitaminas y minerales como la B12, la B2, el calcio y el fósforo.
A nivel energético, una ración de natillas caseras, tiene unas 250 calorías (esto con la receta clásica que hemos presentado en primer lugar). Esta cantidad cambia en las otras preparaciones, al usar otros ingredientes y cantidades.
Las natillas se pueden comer como postre, merienda o desayuno; si bien no conviene hacer un uso habitual para este alimento, en el día a día, no hay nada mejor que el yogur o la fruta fresca. Si deseas consumirlas más a menudo, prueba a hacerlas sin nada de azúcar añadida.
Otros usos en la cocina
Aunque ya son una comida en sí mismas, también las puedes usar para hacer otras recetas: tarta de galletas (con y sin chocolate), pastelitos rellenos, milhojas u hojaldres con frutas (entre otros). Y no te olvides de dar salida a las claras del huevo que no has empleado. Merengue italiano, mouse de frutas, tortillas con doble clara o bizcochos esponjosos; son algunas ideas para no desperdiciarlas.
Prueba a cocinar natillas caseras: una verdadera tradición dulce
Las natillas están presentes en muchos países. Si bien, cada cultura gastronómica aporta su toque único, no hay dudas de que en todos los territorios está considerada como una «receta de abuela»: una herencia culinaria atesorada por generaciones. Como ves, es un postre muy sencillo de hacer y que puedes adaptar a tus preferencias y necesidades. Una vez domines la receta básica, podrás adoptar todas las variantes que desees sin ningún tipo de miedo.
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- Fundación Española de la Nutrición. (s.f.). Alimentos y bebidas. Consultado el 5 de abril de 2024. https://www.fen.org.es/vida-saludable
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