Qué hacer cuando se muere la pasión por vivir
Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña
La pasión es una de las emociones más intensas que podemos sentir en nuestra vida. Pero ¿qué debemos hacer cuando se acaba la pasión por vivir? Aquí te lo contamos.
La vida no es color de rosa, ni mucho menos un paseo lleno de felicidad y alegría. Aunque nos encantaría, la verdad es que no podemos ser felices en todo momento. Existen instantes tristes y sensaciones profundas, que aunque pueden ayudarnos a avanzar en nuestro crecimiento personal, a veces se nos hace difícil sobrellevarlas.
¿Qué nos depara el futuro? ¿Por qué esforzarnos por un mañana cuando el hoy es tan vacío y difícil? ¿Cuál es el motivo de que la felicidad no llegue o se haya ido de mi lado? Estas son algunas de las preguntas que han llegado a cruzar por nuestras mentes en algún momento.
Muchos han logrado sobrepasar estas incógnitas y encontrar el sentido de su existencia para mejorar su situación. Ten presente que los puntos a continuación no valen para todos los casos por igual. Léelos y tenlos en cuenta, pero si consideras que necesitas algo más, no temas solicitar ayuda profesional.
1. Deja ir ese peso que llevas en los hombros
Todos esos consejos como “¡Anímate y deja ir las malas vibras!” son bienintencionados, pero inútiles en la mayoría de los casos. Nadie que no haya experimentado lo que sientes puede hacerte cambiar de parecer de un momento a otro. Ellos no entienden lo que de verdad sucede y no quieres explicarles.
Solo existe una manera de que todo ese dolor y peso que llevas contigo se vaya, pero, todo sea dicho, no es de una manera fácil: debes hacer las paces. Así como suena. Debes quedar en un estado de paz con lo que te esté causando la pérdida de la pasión por vivir.
Pueden ser muchas cosas y no vale la pena nombrarlas a todas. Si logras perdonar, olvidar o entender aquello que te perturba, te comenzarás a sentir mejor. No obstante, para lograr esto no bastará con mirarte al espejo. Hay varias cosas que debes hacer antes.
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2. Las pequeñas cosas ayudan a recuperar la pasión por vivir
Las películas al estilo “Comer, rezar y amar” tienen una premisa interesante, pero son algo irreales. Al enfrentarnos a un problema no todos podemos, sencillamente, dejar todo a un lado y pasear por el mundo. Sin embargo, entre lo no explícito de la película se esconde una verdad.
No es necesario pasar años viajando ni tener una profecía de algún gurú: solo tú puedes volver a un estado de felicidad y dar el primer paso.
Este avance va a ser lento y no puedes brincarte fases. Si quieres volver a encontrar la pasión por vivir, no te mudes de ciudad, no viajes con tus ahorros y no salgas solo por escapar. Encuentra una vieja pasión o algo nuevo, algo pequeño y simple que te distraiga.
Prueba esa actividad, saboréala en pequeños pedazos y de igual manera hazlo con lo demás. Dedícate a las cosas que te gusten. No todo a la vez sino en pequeñas dosis hasta que el ánimo vaya volviendo a ti poco a poco. Es un paso largo y puede que un poco complicado pero, sin duda, lo debes realizar.
3. Entiende que aunque la independencia es buena, la soledad no
Si te sientes mal es probable que no desees estar rodeado de personas que no paran de preguntar sobre tus estados de ánimo o que no respetan tu espacio y tiempo para sentirte así. Sin embargo, esto no significa que debas aislarte del mundo, aunque sea lo que desees hacer.
Es bueno tener un tiempo en solitario para poder descubrirte y que entiendas las cosas desde otra perspectiva. Solo recuerda que, cuando eso se convierte en una soledad implacable, existe un problema mayor.
Para recuperar la pasión por vivir no hace falta tener una pareja o un amigo que te acompañe en todas las situaciones. Debes compartir tu tiempo y experimentar el contacto de otras personas. Descubre qué es lo que te gusta de ellas y lo que no.
Podemos hacer, aprender y experimentar muchas cosas cuando interactuamos con otras personas.
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4. No existe ningún camino qué seguir
Recuerda todas aquellas cosas que en algún momento te dijeron que debías de hacer para ser feliz, exitoso o una gran persona.
¿Listo? Pues toma todos esos recuerdos y deséchalos. Estos “caminos a la felicidad” realmente no existen. Si la vida de verdad tuviera caminos para elegir sería demasiado fácil, pero a las personas les gusta sentir que tienen una guía.
Solo debes recordar una única regla: no hagas daño a los demás. Por lo demás puedes hacer lo que desees, con tal de que tú estés de acuerdo con ello.
Las personas te criticarán, juzgarán, incluso te tratarán de humillar, pero nada superará la satisfacción de poder sentir felicidad en tu interior.
Cuando eso sucede te das cuenta de que el único motivo por el que las personas juzgan a los demás es porque ellos no son felices. Ahora que ya sabes como recuperar la pasión por vivir, solo tú podrás decidir cuándo comenzar.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.