Cómo cuidar tus extensiones de cabello: 11 trucos que no fallan
Hay algunas reglas básicas para cuidar tus extensiones de cabello y prolongar su vida útil. Ya sea que estén elaboradas con cabello natural o sintético, darles un buen mantenimiento ayuda a que su textura tenga un aspecto saludable.
Si has decido agregar longitud, volumen o efectos de color a tu melena con este accesorio, debes aprender desde cómo lavarlas hasta qué hacer para hidratarlas y cómo peinarlas. En el siguiente espacio te compartimos 9 trucos claves para que las conserves en óptimas condiciones por más tiempo.
1. Colocarlas con un profesional
La colocación adecuada de las extensiones de cabello es el primer paso para el éxito. Si lo que buscas es lograr una melena abundante, con un aspecto saludable y discreto, ponerte en manos de una profesional es determinante.
Hay quienes creen que pueden ponérselas por sí mismas o con la ayuda de alguna amiga. ¡Error! Si no se tiene suficiente experiencia en el tema, el cabello puede sufrir roturas y daños que llegan a ser irreparables. Eso sin contar con que las extensiones pueden desprenderse antes de tiempo.
2. Lavarlas bien
El lavado adecuado de las extensiones es esencial para mantenerlas en perfectas condiciones. El cuero cabelludo, el cabello y las extensiones requieren un lavado profundo como mínimo cada dos semanas. Es necesario utilizar un champú suave, sin parabenos o sulfatos.
Al aplicar los productos, evita frotar con fuerza las extensiones. Además, opta por utilizar agua fría o tibia en lugar de caliente. No te laves con la cabeza hacia abajo. Una vez terminada la limpieza, déjalo secar al aire libre sin envolver en la toalla.
3. Cepillarlas con precaución
Una de las consecuencias de un mal cuidado con las extensiones son los enredos, que también se generan por el sudor, el calor o la fricción. No obstante, el cepillado suave es una buena solución. Tan solo asegúrate de no aplicar mucha fuerza, ya que puedes aflojar los mechones.
En la medida de lo posible, adquiere un cepillo de buena calidad, con cerdas suaves y blandas; los de madera son una buena opción. Para reducir la tensión en el cabello, empieza por el cepillado de las puntas y ve subiendo continuamente.
Este procedimiento debes repetirlo a primera hora del día. También antes y después de lavarte el cabello en la ducha y al irte a la cama.
4. Secarlas bien
Aquí lo importante es que elimines el exceso de agua. Para ello, sécalo con una toalla a toquecitos, sin exprimirlo. Luego, gradúa a temperatura media el secador y lleva el calor desde la raíz hacia las puntas. Esto ayudará a suavizar la cutícula y evitará que el cabello se enrede.
Ten en cuenta que no debes repetir este proceso a diario. Siempre que puedas, deja secar el pelo al aire libre. Si vas a usar el secado, aplícate termoprotector.
5. Hidratarlas de forma regular
La hidratación es un punto clave a la hora de cuidar tus extensiones de cabello. Has de tener en cuenta que, a diferencia del cabello natural, estas no reciben nutrientes. Por lo tanto, para mantenerlas brillantes y suaves, asegúrate de aplicarles un tratamiento hidratante, sea en acondicionador o en mascarillas.
Extiende el producto desde la mitad hacia las puntas y déjalo actuar de 10 a 15 minutos. Luego, deja secar al aire libre.
6. Limitar el uso de herramientas de calor
Las extensiones de cabello natural son muy versátiles, ya que son resistentes a las herramientas de calor. Sin embargo, no debes abusar de estas. Si vas a alisar u ondular el cabello, limita esta actividad a 2 o 3 veces por semana.
7. Cuidarlas al dormir
Cuidar las extensiones de cabello a la hora de ir a dormir también es importante. Asegúrate de que estén completamente secas antes de ir a la cama. Además, si son de clip, es mejor retirarlas para evitar su desprendimiento brusco mientras descansas.
Uno de los secretos para ayudar con el cuidado es utilizar una funda de seda o un gorro de este mismo material. De este modo, evitas que se enreden. Evita utilizar coletas o trenzas mientras duermes, ya que estas provocan fricción y pueden estropear la extensión.
8. Teñirlas con cuidado
Ahora mismo, el mercado de extensiones para el cabello ofrece una amplia gama de colores, tanto vibrantes como con reflejos sutiles. Sin embargo, si se eligen las que son del mismo color del cabello, también existe la posibilidad de teñirlas.
En primera instancia se recomienda el uso de champú con color para matizarlas. Ten en cuenta que los tintes pueden reducir su vida útil. No deberías decolorarlas, ya que en su proceso de fabricación pudieron estar expuestas a una concentración de este químico de forma diferente.
9. Almacenarlas cuando sea necesario
Una de las fórmulas para cuidar las extensiones de cabello de clip o las coletas es guardarlas en contenedores especiales. Procura que estén frescos, secos y lejos de la luz solar. Antes de almacenarlas, añade también un cepillado y verifica que estén sin humedad. Esta última puede propiciar al crecimiento de hongos.
10. Reducir su desprendimiento
La muda o la pérdida de las hebras es un efecto normal en las extensiones. Uno de los trucos para evitar su desprendimiento prematura es cepillarlas cuando estén en un 90 % secas. Esta simple acción minimiza la probabilidad de rotura.
11. Protegerlas al nadar
Tener extensiones no es un impedimento para disfrutar de las piscinas o el mar. Aun así, hay que poner en práctica algunos cuidados para evitar que el cloro y el agua salada las deteriore. Antes de entrar al agua, recoge tu cabello en un moño alto o una trenza.
Una vez termines de nadar, aclara las extensiones con agua dulce (lleva una botellita a mano). Tan pronto como puedas, aplícate champú y acondicionador; si es posible, refuerza con una mascarilla hidratante. Por último, deja secar y cepilla con cuidado.
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¿Qué debes recordar?
Las extensiones de cabello se han convertido en una de las opciones favoritas para embellecer la melena y cambiar su look. Es importante asesorarse con un estilista profesional para conocer las diferentes técnicas de aplicación y sus ventajas.
Puedes encontrarlas cosidas, adhesivas, de clip, de queratina, entre otras opciones. Indaga sobre sus características y elige las que más se adapten a tu presupuesto y a tus necesidades.
Lo más importante es que, una vez te las coloques, les des un óptimo cuidado para mantenerlas sedosas y con un aspecto brillante. Se estima que pueden durar entre tres y seis meses. Esto depende tanto de su material de fabricación como de los cuidados que les des.