Cómo cuidar la piel seca de los adultos mayores

Para cuidar la piel seca de los adultos mayores se deben tomar diversas medidas relacionadas con la alimentación, la exposición al sol y los productos de higiene, entre otras. Te las contamos aquí.
Cómo cuidar la piel seca de los adultos mayores
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Última actualización: 10 julio, 2023

La piel seca en los adultos mayores trae diversos problemas, tales como enrojecimientos, irritación, asperezas, agrietamientos, descamación y más posibilidad de tener moretones, entre otros.

Y a pesar de que el proceso de envejecimiento cutáneo es algo común, hay medidas que se pueden tomar para disminuir estos síntomas y reducir la apariencia de resequedad. En este artículo conoceremos cómo cuidar la piel seca de los adultos mayores y cuáles factores debemos evitar, ya que son los que contribuyen a que se agrave el problema.

Signos de la piel seca en los adultos mayores

La resequedad inducida por la edad puede afectar por igual a los diferentes tipos de piel. Esto, a su vez, se puede observar de manera más notoria en algunas zonas, como la parte inferior de las piernas, los codos y los pliegues.

Durante este proceso de envejecimiento de la piel tienen lugar ciertos cambios en las distintas capas del tejido. Por ejemplo, el estrato córneo, que es el más externo, pierde su capacidad para almacenar de manera eficiente la humedad.

Por su parte, la dermis pierde elasticidad y densidad, debido a la disminución en la producción de colágeno, tanto por el envejecimiento de los fibroblastos como por un menor nivel de estimulación mecánica. Y en las capas más profundas, los adipocitos (células que almacenan grasa) se reducen en tamaño y cantidad.

Como consecuencia, se pueden observar los siguientes signos:

  • Arrugas.
  • Comezón.
  • Piel más delgada.
  • Se forman manchas.
  • Pérdida de humedad.
  • Agrietamientos y descamación.
  • Los cortes y las heridas tardan más en sanar.


Factores que aumentan la sequedad de la piel

El envejecimiento y la resequedad de la piel en los adultos mayores, así como los síntomas antes referidos, serán mucho más intensos y notorios si se suman otros factores. Algunos son prevenibles, así que te los contamos para que los tengas en cuenta.

Patologías

De acuerdo con los estudios, la piel seca es una de las alteraciones más frecuentes en los pacientes diabéticos (50 %), seguida por la hiperqueratosis o el engrosamiento de la capa externa (33,5 %). Por otra parte, en una revisión de 2015 se menciona que, entre los síntomas de pacientes renales sometidos a hemodiálisis, se encuentra la piel seca y los picores.

Piel de mujer diabética.
La piel de las personas mayores con diabetes sufre más que la de quienes no tienen la enfermedad.

Trastornos hormonales

Los cambios hormonales asociados con la edad pueden ejercer también un impacto importante en la aparición de piel seca en los adultos mayores. En el caso de las mujeres, con el inicio de la menopausia y el descenso de los niveles de estrógenos, se afecta la producción de las fibras elásticas.

Exposición al sol

El exceso de exposición a los rayos solares se asocia con el desarrollo de diversas enfermedades cutáneas. Incluso se ha establecido relación entre la radiación ultravioleta (UV) y el cáncer en la piel.

Hidratación

La falta de una adecuada hidratación, en el sentido de consumir poco líquido durante la jornada, puede empeorar el problema de piel seca. No solo en adultos mayores.

Productos cosméticos y de higiene

El uso en exceso de jabones, desodorantes, perfumes y algunas cremas puede contribuir con la resequedad. Asimismo, cuando el pH de los productos es mayor a 8, afecta los aceites naturales de la piel.

Predisposición genética

Factores asociados con el componente racial pueden marcar diferencias en cuanto al envejecimiento y la resequedad inducida por la edad. Según algunos estudios, el estrato córneo de las personas de raza negra tiene más capas de células que el de los blancos. Por lo tanto, el impacto de los factores ambientales puede ser menor en las pieles oscuras.

Otros factores

Hay otras posibles razones por las que puede empeorar la sequedad de la piel:

  • Estrés.
  • Fumar.
  • Vivir en lugares con aire muy seco o frío.
  • Tomar con frecuencia baños calientes de tina.
  • Medicamentos como los antihipertensivos diuréticos, los corticoides, los anticonceptivos orales, los antineoplásicos y los retrovirales.

¿Cómo cuidar la piel seca en los adultos mayores?

Según las investigaciones, el cuidado de la piel seca en adultos mayores debe ser integral e incluir diversas estrategias, como las que veremos a continuación.

Hidratar y humectar

Por una parte, hay que mejorar la ingesta de líquidos, bebiendo al menos 2 litros de agua al día. Aunque esto puede variar con cada persona. Asimismo, se debe incrementar la presencia de frutas y verduras frescas en la dieta.

Por otro lado, se recomienda el uso de productos tópicos (cremas o geles) hidratantes. De preferencia, estos deben aplicarse después del baño para ayudar a conservar la humedad.

Precaución con los productos de higiene

Hay que ser precavidos con los productos de higiene, ya que debido a que la piel seca es sensible, pueden ocurrir algunas reacciones. Por ende, se recomienda evitar soluciones alcalinas, perfumes, colorantes y ciertos químicos, tales como triclosán, parabenos, formaldehídos y oxibenzona.

Siempre hay que revisar cuál es el nivel de pH del producto.

Evitar el aire frío y seco

Hay que evitar todo aquello que contribuya a que la piel se reseque más. Por tanto, si estamos en un ambiente donde el aire es muy seco, hay que procurarse un humidificador.

Asimismo, en época de verano, cuando está muy caliente el ambiente; o por el contrario, en invierno, cuando baja la temperatura; hay que tomar precauciones para evitar que se altere el equilibrio de humedad.

Reducir la exposición al sol

Ya se ha mencionado que la excesiva exposición al sol puede ser perjudicial y que la piel del adulto mayor suele ser más sensible. Pero a esto hay que añadir que el efecto de la radiación ultravioleta es acumulativo. Mientras más tiempo nos exponemos, mayor es el riesgo de que se forme un melanoma.

Por lo tanto, cuando se va a salir a la calle, se deben tomar algunas medidas:

  • Evitar las horas de mayor intensidad de luz solar.
  • Usar un protector de amplio espectro.
  • Colocarse gafas y sombrero.
  • Vestir prendas que cubran y protejan.
  • Caminar por la sombra.
  • No broncearse, ni siquiera con lámparas o camas de bronceado.
Arrugas por envejecimiento de la piel y piel reseca.
El cuidado de la piel reseca mejorará la aparición de arrugas, ya que se favorecerá la producción de colágeno con estas medidas recomendadas.

Evitar el agua caliente

Tanto para ducharse o bañarse en tina, como para lavarse la cara o las manos, se debe evitar el agua demasiado caliente, ya que puede hacer que la piel se reseque más. Es preferible el agua fría y, si es invierno, que sea tibia, pero sin superar los 40 °C.

Cuidar la alimentación

La alimentación también es importante en lo que se refiere al cuidado de la piel seca en los adultos mayores, ya que una dieta rica en antioxidantes puede reducir los efectos del estrés oxidativo.

En tal sentido, entre los alimentos recomendados para la piel seca se tienen a los siguientes:

  • Con mucha agua: sandía, melón, naranja, uva, tomate, pepino, cebolla.
  • Ricos en betacarotenos: espinacas, zanahorias, calabaza, pimiento.
  • Con alto contenido de vitamina B: carne, huevos, lácteos.
  • Ricos en zinc: ostras, sardinas, semillas de calabaza.
  • Con buen contenido de azufre: espárragos, ajo.
  • Fuentes de ácidos grasos omega 3: pescado, mariscos, frutos secos.

¿Cuándo acudir al médico?

Con la edad, la piel puede presentar ciertos cambios en cuanto a su textura o apariencia general. Sin embargo, hay algunos signos que deben tenerse en cuenta. Por ejemplo, comezón o enrojecimientos que se mantienen en el tiempo.

De igual modo, aunque pueden formarse fácilmente, es importante prestar atención a los moretones que no tienen razón aparente, en especial aquellos que están en partes del cuerpo cubiertas por la ropa.

Por otra parte, se deben evaluar los lunares, manchas o marcas tomando en cuenta el sistema ABCDE:

  • Asimetría: las partes de la marca lucen diferentes una de la otra.
  • Bordes: si son irregulares.
  • Color: si ha cambiado.
  • Diámetro: más de 0,5 cm.
  • Evolución: crece, cambia de forma o aspecto con el tiempo.

Si aparecen estos u otros síntomas, y además hay sangrado, se debe visitar al médico para descartar una posible formación cancerígena.


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