Descubre dos excelentes remedios para unificar el tono de tu piel

Escrito y verificado por la médica Karla Henríquez

Escrito por Valeria Sabater

Última actualización: 13 agosto, 2024

Es posible que últimamente estés notando como el tono de tu piel está cambiando: la zona de tus ojos aparece ahora un poco más oscura, tienes más pecas e incluso puede que tengas alguna manchita nueva en tu mejilla que antes no estaba…

No te preocupes, es algo normal que nos sucede a todas y que, en muchos casos, puede tratarse. La zona de los ojos, por ejemplo, suele ser muy delicada y depende a veces de nuestro cansancio o de una mala alimentación.

Si deseas unificar el tono de tu piel, lo mejor que puedes hacer es consultar con tu dermatólogo y evaluar las opciones de tratamiento que te comente. Existen varias que pueden ayudarte a lograr un buen resultado, de una forma segura y eficaz. Pero a la par de ello, recuerda que siempre debes cuidar tu piel como corresponde. Para ello, deberás mantener buenos hábitos de vida.

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¿Por qué cambia el tono de tu piel?

De momento no tenemos ese remedio infalible que nos permita detener el paso del tiempo, ese elixir con el cual disfrutar de una belleza que no se marchita, que no sufre el impacto de los años y que está libre de esas arrugas que aportan ya cierta madurez a nuestra expresión.

Los años, como ya sabes, deben llevarse con plenitud y felicidad, es tiempo vivido y no debemos avergonzarnos de ello. No obstante, esto no quita que tengamos derecho a cuidarnos todo lo posible para atenuar estos efectos.

El tono de tu piel puede verse afectado por varios elementos, de ahí que valga la pena tenerlos en cuenta:

1. Exposición al sol

Es el mayor enemigo de nuestra piel. Nos envía radicales libres que oxidan las células de nuestra epidermis, que favorecen el envejecimiento prematuro y ocasionan la aparición de manchas.

Debes tener muy en cuenta que pasar un tiempo excesivo al sol, o incluso no usar una protección diaria frente a los rayos solares, causa hiperpigmentación, la piel se deshidrata y favorece la aparición de las arrugas.

2. El acné

Durante nuestra adolescencia, todas hemos pasado por esa terrible fase donde los granitos herían nuestra piel, la inflamaban y nos dejaban alguna que otra marca que aún conservamos. El acné no es exclusivo de los adolescentes. Aparece incluso en la madurez y debido a los cambios hormonales lo seguimos sufriendo de vez en cuando.

De ahí que sea habitual que, en determinados rincones de nuestro rostro, el tono de la piel haya cambiado también y tengamos esas manchas color café tan molestas.

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3. Exposición a la luz ultravioleta de los centros de estética

Puede que no sea tu caso, pero hay muchas mujeres que sí suelen tener la costumbre de acudir una o dos veces por semana a los centros de belleza para broncear su piel con rayos UVA. De nada sirve tomar medidas. A largo plazo, este tipo de tratamientos puede traernos efectos inesperados, como un envejecimiento prematuro.

Los expertos en salud y dermatología comentan que el bronceado sin sol es una cuestión estética de alto riesgo.

4. El embarazo

Dar a luz ocasiona muchos cambios en nuestro cuerpo y también en nuestra piel. Uno de esos efectos es que, durante la gestación, producimos más melanina y, en consecuencia, es habitual que nos aparezca alguna que otra mancha.

5. Inflamaciones o lesiones en la piel

La piel tiene memoria y es una parte de nuestro cuerpo muy delicada que reacciona ante cualquier efecto exterior, ya sea a la luz, al frío o a los golpes.

Hay quien, por ejemplo, es muy sensible a cualquier tipo de rozaduras y, al más mínimo impacto, nota de inmediato cómo le sale un moratón y cómo, al cabo de los días, esa rincón de su piel ya no es igual que antes.

Incluso las inflamaciones nos pueden dejar marcas que tardan mucho en desaparecer. Los herpes labiales, por ejemplo, pueden dejar lesiones en la boca durante largos periodos de tiempo.

6. La edad

Te lo indicábamos al inicio. Los años no perdonan y van a dejar sus marcas en nuestro rostro en forma de arrugas, manchas, flacidez, etc. Uno de esos rasgos más llamativos que, sin lugar a dudas, vas a notar tarde o temprano es el cambio en el tono de tu piel. Es algo normal que podemos atenuar con los tratamientos adecuados.

Remedios para unificar el tono de tu piel

A pesar de que existen varias opciones de tratamiento profesionales, hay quienes consideran recurrir a los remedios caseros para cuidar su piel. En caso de que desees utilizar alguno de ellos para unificar el tono de tu piel, recuerda comentárselo a tu médico y mantener la precaución, pues de lo contrario, podrías exponerte a sufrir reacciones adversas.

1. Aloe vera

• 3 gramos de gel de aloe vera.

Preparación

• Este remedio lo aplicaremos cada mañana y cada tarde. Solo tendrás que retirar unos tres gramos del gel central de una penca de aloe vera y aplicarlo en tu cara. Notarás cómo se crea al instante una especie de capa protectora, la cual, deberás mantener unos 15 minutos. Pasado este tiempo, retírala con agua fresca.
• Hazlo todos los días y verás como tu piel luce suave, sin inflamaciones y como, poco a poco, se unifica el tono de tu piel. Esto es debido a los numerosos beneficios que aporta el aloe vera a nuestra piel, tal y como señala este estudio publicado en la Revista Cubana de Enfermería.

2. Plátano y limón

• El jugo de medio limón.
• Un plátano maduro.

Preparación

• Este remedio para unificar el tono de tu piel deberás hacerlo cada noche antes de ir a dormir. Para ello, solo tendrás que pelar y cortar un plátano a trocitos, pues posee numerosas propiedades beneficiosas para nuestro organismo, como señala este estudio, y obtener el jugo de medio limón.
• Haz una mezcla bien homogénea, con el fin de obtener una crema fina que poder aplicar en tu rostro. Mantenla durante 20 minutos y enjuaga con agua fresca.

Otros consejos que tener en cuenta

• Utiliza cada día una base de maquillaje con protector solar.
• Hidrata tu piel regularmente para evitar que se reseque. Cuando la piel se reseca, aparecen manchas y arrugas.
• Evita el consumo de sal y alimentos con azúcares, que favorecen la retención de líquidos y la oxidación celular.

Nota final

Si tienes dudas acerca de cómo llevar una buena rutina de cuidado para tu piel, siempre puedes consultar con un dermatólogo. El profesional sabrá orientarte en función de tu tipo de piel y necesidades.