El ejercicio del espejo para aumentar la autoestima
Revisado y aprobado por el psicólogo José Padilla
Valorarnos es clave para nuestro bienestar, pero parece que seguimos olvidándolo. Tenemos la mala costumbre de necesitar el refuerzo de los demás para reafirmarnos, para darnos permiso para sentirnos bien… Ahora bien, querernos no debería depender de la respuesta de los demás, sino de nosotros mismos. La autoestima es un bien preciado que no podemos dejar en bolsillos ajenos.
No es fácil, lo sabemos. Nadie nos ha enseñado cómo ser nuestro mejor amigo y principal amante. Por esta razón, la mayoría tendemos a ser muy duros con nosotros mismos, sin saber que ese no es el camino. Valorarnos, apreciarnos y tratarnos con cariño deberían ser nuestras prioridades, sobre todo si queremos alcanzar el bienestar tanto emocional como social.
El problema es cómo hacerlo, de qué forma podemos iniciar ese proceso de desarrollo personal para fortalecer nuestra autoestima, ya que si practicamos el amor propio muchas de nuestras dificultades diarias pueden desaparecer o al menos, perder fuerza.
Para ello, podemos recurrir al ejercicio del espejo. No obstante, antes de adentrarnos en esta técnica es recomendable que hagamos un recorrido por el concepto de autoestima. Profundicemos.
Autoestima, la importancia de valorarse
Según el psicólogo humanista Carl Rogers, la autoestima es el núcleo básico de la personalidad, es decir, nuestro sostén, nuestro eje principal. De ahí que considerase que la raíz de los problemas de la mayoría de las personas eran el autodesprecio y la subestimación.
Por otro lado, la trabajadora social y psicoterapeuta estadounidense Virginia Satir afirmaba que “la autoestima se compone principalmente de dos cosas: sentirse digno de ser amado y sentirse capaz“.
A pesar de existir muchas más concepciones sobre la autoestima, bien es cierto que todas ellas confluyen en concebir esta dimensión psicológica como la percepción evaluativa de nosotros mismos. Es decir, la autoestima es ese cómo nos valoramos en los diferentes aspectos de nuestras vidas.
El problema es que olvidamos la importancia que tiene en el día a día, en nuestro crecimiento personal y en nuestras relaciones con los demás. Tener una buena autoestima es el puente hacia el bienestar y una de las claves para comprendernos y comprender a los demás. Porque si no nos queremos, si no nos cuidamos y prestamos atención, en definitiva, si no nos valoramos acabaremos sumergidos en un océano de sufrimiento que nos impedirá evolucionar.
Ahora bien, es importante tener en cuenta que tener una autoestima sana no significa ser engreídos o arrogantes, sino valorarse desde una actitud de humildad. Para ello, podemos realizar el ejercicio del espejo. A continuación lo explicamos paso a paso.
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El ejercicio del espejo
El ejercicio del espejo es una herramienta terapéutica creada por el Dr. Fernando Bianco Colmenares (1975). Se trata de una técnica que fomenta la construcción de un autoconcepto sano a través de la autocontemplación, introspección y sustitución cognitiva.
Trabajar cómo nos vemos y valoramos utilizando un espejo puede ser una experiencia agradable pero que en algunos momentos suponga cierta incomodidad. A veces no es sencillo enfrentarse a uno mismo. No obstante, con paciencia, esfuerzo y tolerancia esa sensación irá desapareciendo para dar paso a la confianza. A continuación explicamos en qué consiste este ejercicio.
- Elige un momento del día en el que tengas privacidad y ponte frente a un espejo.
- Mírate con atención en silencio. Conecta con tu mirada para verte de forma sincera, libre de máscaras. Silencia todo el ruido mental.
- Realiza 3-4 respiraciones profundas.
- Hazte las siguientes preguntas: ¿qué ves en el espejo? ¿Cómo es la persona que te mira desde el espejo? ¿Lo conoces? ¿Qué cosas buenas tiene esa persona? ¿Qué cosas malas? ¿Qué es lo que más te gusta de esa persona? ¿Cambiarías algo de la persona del espejo?
Las respuestas puedes escribirlas en un cuaderno si lo deseas. Lo importante es que respondas a cada una de ellas con honestidad y que lleves a cabo este ejercicio al menos durante 16 o 21 días. Se trata de que, poco a poco, aumentes la conexión y la confianza contigo mismo.
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Cada respuesta será una pista que te ayudará a mantener aquello que te gusta de ti y a cambiar lo que tengas que mejorar. El ejercicio del espejo puede tener muy buenos resultados, siempre y cuando te comprometas contigo.
Como vemos, el autoconocimiento es un pilar de gran ayuda para aumentar nuestra autoestima y sentirnos mejor. Conocernos nos permite identificar nuestros valores, fortalezas y habilidades, así como nuestros defectos para trazar el recorrido que queremos realizar. Conocernos es el primer paso para amarnos de verdad. Y recuerda: siempre puedes acudir a un especialista en la salud mental para que te ayude con ello. Un psicólogo es siempre una buena opción.
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