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Estas son las causas y síntomas de la resaca emocional por alcohol y cómo manejarla (hangxiety)

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Si estás pasando por ese «¿qué hice anoche?», mezclado con angustia y malestar, es probable que tengas hangxiety. No solo es la típica resaca, es tu mente pidiendo calma. 
Estas son las causas y síntomas de la resaca emocional por alcohol y cómo manejarla (hangxiety)
Alejandra Ramirez Ovalle

Revisado y aprobado por la médica Alejandra Ramirez Ovalle

Última actualización: 05 julio, 2025

Disfrutaste una noche de copas, pero al despertar te invade la ansiedad, la culpa y un sinfín de dudas sobre lo que hiciste. Tu cuerpo se siente pesado, tu cabeza duele y los pensamientos no paran. A esto se le conoce como hangxiety, una mezcla de resaca física y emocional que te deja sin energía ni claridad mental.

El término combina «hangover» que se traduce como ‘resaca’ y «anxiety» que se traduce como ‘ansiedad’. Aunque se ha hecho viral en TikTok, pódcasts y blogs, no es solo un tema de moda. La evidencia científica revela que el alcohol —incluso en consumos moderados— altera la química cerebral y empeora la respuesta al estrés al día siguiente. ¿Por qué ocurre y cómo sobrellevarlo? ¡Aquí te lo contamos!

Causas de la resaca emocional por alcohol o hangxiety

A veces, la resaca emocional viene de recordar algo que dijiste o hiciste al beber: un mensaje impulsivo, un baile vergonzoso o una discusión sin sentido. Pero esa ansiedad también puede surgir —o intensificarse— por factores biológicos, químicos y del entorno. Veamos.

  • El principal motivo por el que experimentas esa sensación de vacío, nerviosismo o tristeza cuando pasa el efecto del alcohol es por la caída brusca de neurotransmisores que generan placer y calma (dopamina y GABA).
  • Mientras tu cuerpo procesa el alcohol, aumenta la liberación de cortisol (la hormona del estrés), lo que explica por qué te sientes tan ansioso e irritable.
  • El sueño bajo efectos del alcohol es superficial, y eso afecta tu energía y tu estabilidad emocional al despertar.
  • Beber alcohol, aunque parece brindar un alivio momentáneo, puede intensificar los síntomas de la ansiedad, la depresión y otros trastornos del estado de ánimo.
  • La deshidratación que experimentas por pasarte de copas influye de manera indirecta en la alteración de la química que regula tu estado de ánimo.
  • La interacción del alcohol con medicamentos, como antihistamínicos o antidepresivos, aumenta las probabilidades de tener hangxiety.
  • El exceso de bebidas alcohólicas afecta la absorción de folato y otros nutrientes necesarios para el bienestar emocional.

Ten en cuenta que la hangxiety puede durar desde unas horas hasta un par de días, según factores como la cantidad de alcohol, el estado emocional previo, el sueño y la hidratación. Por lo general, los síntomas físicos y emocionales son más intensos al despertar y luego disminuyen con el paso del día.

Si se prolongan más de dos días o empeoran, es importante considerar ayuda profesional, ya que podría haber un trastorno del ánimo no tratado detrás.

Cómo gestionar la ansiedad por resaca

Empieza por respirar hondo y recordar que ese bajón es pasajero. Tal vez no puedes «apagar» eso que sientes, pero sí puedes cuidarte y hacer que el día sea más llevadero. Aquí, algunos consejos:

  • Dado que la deshidratación empeora tu malestar físico y emocional, lo primero será reponer agua y electrolitos. Para ello, consume suero, agua de coco o agua con sal y limón durante el día.
  • Otra opción que puedes considerar es el caldo de pollo, ya que es fácil de digerir, ayuda a rehidratarte y es reconfortante tanto física como emocionalmente.
  • Desayuna algo ligero, pero nutritivo: incluye huevos, pan integral, fruta, avena o yogur para recuperar energía y ánimo.
  • Para calmarte y reactivarte, prueba una ducha tibia. Intenta alternar con agua fría para potenciar su efecto.
  • No te quedes en la cama; camina o haz estiramientos durante al menos 10 minutos. Con ello activas la circulación y liberas endorfinas que calman la ansiedad.
  • Si sientes que lo necesitas, toma una siesta breve (de máximo 30 minutos). Así te relajas y equilibras tu estado de ánimo, sin afectar tu sueño nocturno.
  • Mantente lejos de lo que alimenta tu ansiedad, como la cafeína, los ultraprocesados o el uso excesivo de redes.
  • Aclara tu mente escribiendo lo que te preocupa y cómo podrías actuar; enfócate en resolver, no en culparte.
  • No te encierres; hablar con alguien de confianza puede darte alivio y te ayuda a ver las cosas con más claridad.
  • Si la ansiedad postalcohol es constante, busca ayuda psicológica para entender su origen y abordarlo a fondo.

La prevención es clave

Si quieres evitar ese sentimiento abrumador luego de una noche de alcohol, lo mejor que puedes hacer es reducir la cantidad que bebes. Cuando se trata de salud, no existe una cantidad mínima completamente segura.

Aun así, si decides consumirlo, recuerda no sobrepasarte. Un consumo bajo, pausado y consciente hará la diferencia entre pasar una noche agradable y tener un día siguiente con malestar.

Por supuesto, hay otras medidas que puedes poner en práctica para reducir el impacto de esta sustancia en tu organismo:

  • Hidratarte antes, durante y después de beber.
  • No hacerlo con el estómago vacío.
  • No mezclar diferentes tipos de tragos.
  • Evitar su consumo si estás tomando medicamentos.
  • No usarlo como vía de escape emocional.

Recuerda que estás atravesando un bajón, que no solo es temporal, sino también más común de lo que crees. Tal vez ese nudo de emociones es un llamado de tu cuerpo para cuidarte más. Quizá no solo te está cuestionando la manera en que bebes, sino también el porqué lo haces. Escucharte puede ser el primer paso para tomar decisiones con las que priorices tu bienestar.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.