Fibrosis pulmonar: cómo se trata y cómo obtener alivio
Escrito y verificado por el médico Carlos Fabián Avila
La fibrosis pulmonar es una enfermedad en la que el tejido pulmonar se daña y se producen cicatrices. Esto hace que los pulmones no funcionen de manera correcta y respirar se haga cada vez más difícil. Esta condición suele afectar en mayor medida a adultos de mediana edad y mayores, y es más frecuente en hombres.
Sin duda, es una patología seria que puede limitar el día a día de quien la padece en muchos aspectos. En cuanto a su tratamiento, una de las primeras medidas es erradicar el factor que la desencadena, además del consumo de ciertos fármacos.
Causas de la fibrosis pulmonar
La fibrosis pulmonar surge cuando nuestros alvéolos, esos pequeños saquitos de los pulmones encargados de realizar el intercambio entre el aire respirado y la sangre, se vuelven fibrosos y rígidos hasta formar una especie de cicatriz.
Cuando esto ocurre es difícil que cumplan con sus funciones, por lo que la respiración se dificulta y se experimenta una sensación de cansancio recurrente. Todo esto hace que se afecte la calidad de vida y el desempeño de las actividades diarias baje considerablemente.
En cuanto a sus causas, la curiosa realidad de esta enfermedad es que no están del todo claras, de ahí que se la llame también “fibrosis pulmonar idiopática”, tal y como lo señala una publicación de Archivos de Bronconeumología. Aun así, existen algunos factores que pueden determinarla:
- Exposición a determinados materiales, como los gases, el humo, el plomo, el latón, la madera del pino, el serrín, el polvo de carbón, el asbesto, las radiaciones, el polvo de sílice, la materia fecal de algunas aves y el humo de los cigarrillos. Incluso nuestros edredones y almohadones de plumas o plumón pueden originarla si somos sensibles a ellas y si la exposición es muy continuada en el tiempo.
- Algunos medicamentos, entre los que se encuentran la bleomicina, la amiodarona, la quimioterapia, entre otros.
- Enfermedades, tales como el lupus y la artritis reumatoide.
Síntomas de la fibrosis pulmonar
La gravedad y la evolución de los síntomas puede variar dependiendo del caso. No obstante, vale la pena estar atentos a cualquier señal de alarma que nos alerte sobre la presencia de esta afección pulmonar. De acuerdo con la Clínica Mayo, dentro de los síntomas más comunes se encuentran los siguientes:
- Dolor muscular y articular.
- Dolor torácico ocasional.
- Dificultad para respirar.
- Tos seca y entrecortada que no mejora.
- Fatiga.
- Pérdida de peso sin causa aparente.
- Hipocratismo digital (ensanchamiento y redondeo de la punta de los dedos).
Por si fuera poco, es posible presentar diferentes complicaciones como la hipertensión pulmonar y las atelectasias (colapsos pulmonares). Además, las personas pueden presentar cor pulmonale agudo, insuficiencia respiratoria y cáncer de pulmón. Las infecciones respiratorias también son frecuentes en las personas que padecen la enfermedad.
Será el médico quien tras un completo examen mediante radiografías, broncoscopias y pruebas de función pulmonar determine el correcto diagnóstico y el posterior tratamiento. Sin embargo, podemos complementarlo con algunos remedios caseros que podrían ayudar a mejorar las molestias.
Diagnóstico
El médico deberá analizar tanto los síntomas presentados como los antecedentes de exposición a algunas de las sustancias mencionadas con anterioridad para hacer el diagnóstico. También deberá basarse en la realización de un examen físico completo y múltiples pruebas entre las cuales destacan las siguientes:
- Radiografía de tórax: mostrará el tejido cicatrizal de la fibrosis pulmonar y permitirá controlar tanto la evolución como la efectividad del tratamiento. No obstante, la sensibilidad de esta prueba es baja, por lo que algunas veces puede ser normal y se necesitan la realización de otras pruebas de laboratorio.
- Tomografía computarizada: es muy útil para determinar el daño pulmonar y establecer los patrones de la fibrosis.
- Prueba de función pulmonar: mide la cantidad de aire que retienen los pulmones, así como la velocidad de inspiración y expiración. Todos estos valores estarán alterados en presencia de la patología.
- Prueba de esfuerzo: sirve para medir la actividad pulmonar mientras se realiza algún esfuerzo físico como usar una máquina de correr.
- Biopsia: dará el diagnóstico definitivo de la fibrosis pulmonar y permitirá descartar otras afecciones, ya que consiste en la extracción de una muestra de tejido y su posterior análisis en el microscopio.
También vale la pena explorar la función cardiovascular mediante un ecocardiograma, ya que la fibrosis pulmonar suele asociarse a cambios en este sistema.
Tratamiento médico de la fibrosis pulmonar
La fibrosis pulmonar es una enfermedad irreversible. En este sentido, el tratamiento médico está orientado a disminuir los síntomas y mejorar la calidad de vida. Además, ayuda a disminuir la progresión de la enfermedad.
Los fármaco más usados para tratar esta afección son la pirfenidona y el nintedanib, ya que ayudan a detener la progresión del daño. No obstante, pueden causar efectos secundarios como diarrea, vómitos, náuseas y erupciones cutáneas.
Por su parte, la oxigenoterapia y la rehabilitación pulmonar ayudan a disminuir los síntomas y a mejorar la calidad de vida. Además, ayudan a mejorar el sueño y mejoran el funcionamiento del corazón, el cual puede verse afectado por la fibrosis. El tratamiento definitivo en estos casos sería el transplante de pulmón.
¿Cómo mejorar la fibrosis pulmonar?
Como mencionamos, el cansancio, el agotamiento, la dificultad para respirar, la pérdida de peso sin causa aparente; todos estos son síntomas de la fibrosis pulmonar. De ahí, la necesidad de una temprana intervención con la que paliar su avance y permitirnos obtener, así, una adecuada calidad de vida.
A continuación, te aportamos una serie de recomendaciones naturales con las que acompañar tu tratamiento médico, siempre indispensable. Nunca está de más conocer cómo complementarlo de un modo natural a través de una dieta adecuada y unas indicaciones acertadas, con las que permitirte sobrellevar más fácilmente esta enfermedad.
Los pequeños cambios que podamos hacer en nuestra dieta, encaminados siempre a la búsqueda de nutrientes y limpiar nuestro organismo, nos van a ayudar a complementar la intervención médica y a tener una mejor calidad de vida. Aunque, por supuesto, estos cambios no aseguran una recuperación ni se equiparan a un tratamiento médico.
Si bien el daño en los pulmones es irreversible, según un artículo de American Lung Association, estas recomendaciones pueden contribuir al alivio de los síntomas de la fibrosis pulmonar:
- Disminuir la exposición al agente causal.
- Llevar una dieta baja en sodio, azúcar, grasas saturadas y grasas trans.
- Consumir en su mayoría carnes magras y pescado, frutas, cereales integrales, frijoles, verduras y productos lácteos bajos en grasa.
- Mantener un peso saludable.
- Reducir las porciones de comida para evitar llenarse demasiado, ya que esto podría dificultar aún más la respiración.
- Mantenerse hidratado.
- Dejar de fumar.
- Aumentar la actividad física en la medida de lo posible.
- Mantener las vacunaciones al día para evitar las infecciones respiratorias.
- Cumplir con el tratamiento médico indicado.
Los síntomas de la enfermedad también pueden causar estrés y ansiedad en muchas personas. Lo más recomendable es buscar apoyo psicológico en los familiares, amigos y en los grupos de apoyo. El sentirse acompañado en el proceso puede ayudar a disminuir los efectos de la fibrosis pulmonar, facilitando el proceso de vivir con ella.
¿Qué debes tener en cuenta?
En la fibrosis pulmonar es imprescindible seguir las indicaciones del médico. Por supuesto, algunos hábitos, como fumar, habrán de ser erradicados al tener un diagnóstico de esta enfermedad. Además, se recomienda llevar un estilo de vida saludable, que incluya una alimentación balanceada y ejercicio. Lo anterior también ayudará a manejar el estrés.
Por último, en cuanto a la alimentación, no nos olvidemos de contar con la opinión de un nutricionista para realizar cambios en nuestra dieta, sobre todo, si estamos perdiendo peso. Con todo, recordemos protegernos de las infecciones respiratorias que pueden empeorar el cuadro.
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