¿Qué es la gastroparesia diabética y cómo se trata?
Escrito y verificado por la médica Mariel Mendoza
La gastroparesia diabética es un síndrome caracterizado por un retardo en el vaciamiento gástrico, en ausencia de obstrucción mecánica del estómago. Hasta en un 50 % de las veces puede ser asintomática. Sin embargo, los síntomas más frecuentes, cuando se presentan, son saciedad precoz (plenitud posprandial), náuseas y vómitos.
La principal causa de gastroparesia es la diabetes mellitus. Debido a que su sintomatología puede ser inespecífica, tiende a ser un diagnóstico de exclusión.
La diabetes y la afección nerviosa
En la diabetes mellitus se produce compromiso nervioso hasta en un 50 % de los pacientes. Este cuadro es conocido como «neuropatía diabética».
Aunque la neuropatía diabética más frecuente es la polineuropatía simétrica distal, que afecta los nervios motores y sensitivos en manos y pies, también hay disautonomías. Estas últimas suceden por afectación del sistema nervioso autónomo. Los síntomas, entonces, son cardiacos, gastrointestinales y genitourinarios.
La gastroparesia diabética como neuropatía
Aunque la gastroparesia, definida como una parálisis de los músculos del estómago, no es exclusiva de la diabetes mellitus, esta es su causa más frecuente. El primero en describirla fue Kassander, en 1958. Él utilizó el término gastroparesia diabeticorum para describir el proceso de atonía y pérdida del vaciamiento gástrico en algunos pacientes diabéticos.
Su prevalencia entre las personas con diabetes no está bien definida y se estima entre el 10 % y el 76 % de los pacientes. No obstante, aunque suele presentarse tras una evolución larga de la enfermedad, se asocia más a un control deficiente de la glucemia.
Causas
En la gastroparesia diabética, al igual que en otras neuropatías, las causas son multifactoriales. Se basan en la alteración nerviosa y vascular producida por la hiperglucemia sostenida, en conjunto con la disminución de la concentración de insulina.
Estas alteraciones producen cambios en la actividad motora del estómago, lo que deriva en lo siguiente:
- Problemas en la relajación adaptativa del estómago para recibir el bolo alimenticio.
- Disminución o aumento de la frecuencia de la actividad eléctrica intrínseca del estómago.
- Disminución de la contracción del antro del estómago, con dificultad para triturar partículas grandes de alimentos.
- Aumento del tono del esfínter pilórico, lo que retarda el vaciamiento del contenido gástrico hacia el duodeno.
- Atrofia o fibrosis del músculo liso del órgano.
La alteración se considera una neuropatía autonómica, debido a que conduce a la afección del nervio vago (principal efector del sistema nervioso parasimpático) y aumento de la actividad del sistema simpático. El resultado es las disritmia gástrica.
Síntomas de la gastroparesia diabética
Debido a la parálisis de los músculos del estómago, en la gastroparesia diabética se produce retardo en el vaciamiento gástrico. Se manifiesta con lo siguiente:
- Náuseas y vómitos.
- Pérdida del apetito.
- Plenitud posprandial.
- Distensión abdominal.
- Dolor abdominal en el epigastrio.
Estos síntomas son inespecíficos y se comparten con otras patologías intestinales, como la enfermedad ulcerosa, la obstrucción gástrica, el cáncer de estómago y la dispepsia funcional.
Además, el retardo del vaciamiento gástrico produce alteraciones en la glucemia posterior a las comidas. De manera que se agrava más el control deficiente del azúcar en sangre.
Las complicaciones identificadas son las siguientes:
- Pérdida de peso.
- Mal control glucémico.
- Trastornos hidroelectrolíticos.
- Disminución en la absorción de algunos medicamentos.
- Aumento del riesgo de broncoaspiración en procedimientos que requieran anestesia.
¿Cómo se diagnostica?
La Asociación Americana de Gastroenterología recomienda, ante sospecha de gastroparesia diabética, realizar una evaluación inicial con interrogatorio y examen físico. Luego, solicitar hemograma, hemoglobina glicosilada y perfil metabólico, para evaluar el control de la glucemia.
También se solicita amilasemia.
Para continuar con el descarte de obstrucción mecánica u otra enfermedad gastrointestinal, se procede a un estudio radiológico gastrointestinal alto seriado con bario y ultrasonido en caso de síntomas biliares o dolor abdominal asociado. La endoscopia de vías digestivas superiores se usa para descartar lesiones de la mucosa.
El estándar ideal de diagnóstico es la gammagrafía, en la que se ingieren alimentos marcados con radioisótopos para determinar el vaciado gástrico a intervalos de 15 minutos durante 4 horas. Cuando hay retención de más del 10 % de la comida al final de las 4 horas, esto se considera indicio de gastroparesia.
Tratamiento
Luego de excluir otras causas, la gastroparesia se trata evaluando la gravedad y corrigiendo las complicaciones. La meta del abordaje es optimizar el control de la glucemia y mantener un adecuado estado nutricional.
El consumo de comida homogeneizada y suplementos nutricionales suele ser necesario en los casos de gastroparesia severa. En pacientes con manifestaciones leves y moderadas, se indican procinéticos y antieméticos. Entre ellos, el cisapride, la domperidona, el ondansetrón y la metoclopramida.
Deben eliminarse medicamentos que exacerben el trastorno de la motilidad gástrica, como los antiácidos, los bloqueantes de los canales de calcio, los antagonistas del receptor de histamina, los inhibidores de la bomba de protones, los analgésicos opioides, los agonistas de los receptores beta adrenérgicos, la difenhidramina, el sucralfato y los antidepresivos tricíclicos.
En casos de gastroparesia grave, resistente a los fármacos, se puede intentar una estimulación eléctrica gástrica (se implantan electrodos en la capa muscular gástrica mediante laparotomía o laparoscopia). O proceder a una cirugía con resección de parte del estómago.
Un problema sin tratamiento específico
Para los casos leves de gastroparesia diabética se recomienda la modificación de la dieta y bajas dosis de antieméticos o procinéticos. Como hay enlentecimiento en el movimiento de los alimentos, lo ideal es realizar 6 ingestas pequeñas a lo largo del día en lugar de 3 comidas grandes.
Tampoco se deben consumir alimentos con alto contenido en grasa, debido a que este nutriente retrasa más el vaciamiento gástrico. Al igual que sucede con los alimentos con alto contenido en fibra insoluble, debido a que dificultan la digestión.
La comida no digerida se fermenta en el estómago y conduce a la proliferación bacteriana. Por otro lado, también se puede endurecer y formar una masa denominada bezoar, que puede provocar obstrucción gástrica. Una dieta balanceada y adecuada es esencial en el tratamiento de la diabetes y sus complicaciones.
La gastroparesia diabética es un diagnóstico poco frecuente que impacta de forma negativa en la vida de quienes lo padecen. Es por ello que se debe sospechar para realizar un abordaje diagnóstico y terapéutico oportuno.
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