Logo image
Logo image

Herpes por estrés: ¿a qué se deben?

5 minutos
¿Has sufrido brotes de herpes por estrés? Te enseñamos cuál es la relación y qué cosas puedes hacer para evitarlos.
Herpes por estrés: ¿a qué se deben?
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira

Última actualización: 25 mayo, 2023

El virus del herpes simple es causante de una de las infecciones más frecuentes en los seres humanos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 67 % de la población padece de herpes simple tipo 1 y el 13 % de herpes simple tipo 2. En muchos casos es una condición latente, aunque se puede reactivar el herpes por estrés.

El estrés es un condicionante para muchas enfermedades. Todos experimentamos ciertas cantidades de estrés en nuestro día a día, aunque cuando lo hacemos en dosis altas surgen complicaciones. Muchos pacientes diagnosticados con herpes empiezan a desarrollar síntomas luego de episodios estresantes. Veamos cuál es la relación entre ambas condiciones.

Estrés a corto plazo y los brotes de herpes

Some figure
La influencia de las hormonas durante un episodio de estrés pueden favorecer los brotes de herpes.

Lo primero que tienes que saber es que el estrés es consecuencia de una serie de cambios que operan en tu organismo para adaptarte o responder a situaciones demandantes. Está regulado por hormonas, entre las cuales el cortisol es una de las más importantes. Se trata de un proceso natural que te ayuda a superar obstáculos y resolver problemas.

Es por esto que todos manifestamos una pequeña dosis de estrés a corto plazo. Incluso en dosis pequeñas el estrés tiene un impacto en tu organismo, tanto a nivel físico como psicológico. Por ejemplo, los investigadores saben desde hace un par de décadas que el estrés coacciona el funcionamiento del sistema inmunitario.

Esto se traduce, entre muchas otras cosas, en cicatrizaciones más lentas, tendencia a infecciones, reducción de la efectividad de las vacunas y, por supuesto, reactivación del herpes por estrés. Ten en cuenta para este punto que el herpes es una enfermedad que no tiene cura, y se manifiesta a través de brotes.

Un paciente puede tener un par de brotes por año, también transitar por varios años sin manifestar un solo síntoma. Entonces, las exacerbaciones empeoran cuando las anteceden episodios de estrés a corto plazo. Lo hacen porque el sistema inmunitario se debilita y el virus que siempre está presente resurge.

Estrés a largo plazo y los brotes de herpes

Al margen de que puedes desarrollar herpes por estrés a corto plazo, lo cierto es que es más frecuente que el virus se reactive frente al estrés de largo plazo. Es decir, hacerlo luego de que has experimentado varios días o semanas con muchos estrés.


No te vayas sin leer:: Tipos de herpes


Así lo afirman al menos algunos estudios e investigaciones, los cuales señalan además que los episodios estresantes a largo plazo son un buen predictor de un brote por herpes. La respuesta a ello es muy simple: el estrés crónico tiene un impacto mayor en todos los procesos que regulan la homeostasis de tu organismo.

Dicho esto: ¿qué proceso se esconde detrás del herpes por estrés crónico? Existen muchas hipótesis, e incluso se trata de una pregunta abierta entre los especialistas. Algunos investigadores señalan que el estrés interrumpe la comunicación bioquímica entre el sistema nervioso, endocrino e inmunitario.

Esto se traduce en un bloqueo de los procesos de envío e intercambio de mensajeros, lo que deriva en alteraciones de la homeostasis natural. De acuerdo con algunos estudios, esta interrupción se hace a través de moléculas como citocinas, glucocorticoides y catecolaminas. Todas ellas alteran el proceso de comunicación y dejan susceptible al sistema inmunitario del paciente.

¿Qué puedes hacer para evitar brotes de herpes por estrés?

Tanto el estrés a corto plazo como el estrés crónico debilitan en menor o mayor medida tu sistema inmunitario. Como consecuencia, esto se traduce en la reactivación del virus del herpes simple. Para evitarlo debes reducir los episodios de estrés en tu día a día.

Existen muchas cosas que puedes hacer al respecto. La mayoría son pequeños cambios en tu estilo de vida, así como apostar por hábitos saludables. De la mano de Harvard Health y Johns Hopkins Medicine te dejamos algunas ideas generales.

Trabaja la respiración

Algo tan simple como respirar profundamente puede hacerte controlar un episodio de estrés. Hacer respiraciones largas, lentas y profundas te permitirá relajarte, y así evitar que las emociones se desborden dentro de ti. Si quieres intentar te recomendamos algunos ejercicios de respiración.

Planifica actividades liberadoras

Tu vida no puede estar mediada solo por el estudio, el trabajo, la familia o las responsabilidades de la vida adulta. Debes dejar un espacio para aquellas actividades que te permiten eliminar las preocupaciones. Andar en bicicleta, hacer senderismo, cuidar tu jardín, caminar, ir al cine y salir a trotar son solo algunos ejemplos.

Identifica cuándo debes descansar

Un consejo imprescindible para evitar el herpes por estrés crónico. Debes saber identificar cuándo es momento de descansar, de manera que des un espacio para recuperar energías y reordenar tu mente. Puedes intentar hacer actividades por ciclos, de manera que incluyas pausas de por medio para evitar el cansancio físico y mental que inevitablemente evolucionan en estrés.

Practica meditación

Some figure
Procurar la relajación es muy importante para prevenir el estrés y las enfermedades derivadas de él.

Cuando piensas en evitar el estrés lo primero que se te viene a la mente es la meditación. En efecto, esta es uno de las mejores hábitos para apartar el estrés de tu vida, uno que además te beneficia en muchos sentidos. En especial te sugerimos intentar con la meditación de atención plena para el estrés.

Intenta con las imágenes guiadas

Otra técnica para evitar el herpes por estrés consiste en practicar las imágenes guiadas. Consiste en imaginar situaciones en tu mente que te evoquen cierto grado de relajación, las cuales te permiten desconectarte por un momento de los problemas que te acusan en la realidad.

No descuides tus relaciones sociales

También puedes intentar por fortalecer tus relaciones sociales. Los investigadores han encontrado una relación entre el estrés, la soledad y la reactivación del virus del herpes simple; de manera que no debes descuidar los momentos en que compartes con tus amigos, familiares o colegas.

En todo caso, lo más importante es que entiendas que el estrés puede reactivar tus brotes de herpes. Al saber esto te animarás a cambiar tu estilo de vida para reducir la aparición de los síntomas. Todo lo que hagas en tu vida que te permita reducir tus niveles de estrés o de ansiedad es bienvenido.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Cohen F, Kemeny ME, Kearney KA, Zegans LS, Neuhaus JM, Conant MA. Persistent stress as a predictor of genital herpes recurrence. Arch Intern Med. 1999 Nov 8;159(20):2430-6.
  • Godbout JP, Glaser R. Stress-induced immune dysregulation: implications for wound healing, infectious disease and cancer. J Neuroimmune Pharmacol. 2006 Dec;1(4):421-7.
  • Glaser R, Kiecolt-Glaser JK. Chronic stress modulates the virus-specific immune response to latent herpes simplex virus type 1. Ann Behav Med. 1997 Spring;19(2):78-82.
  • Glaser R, Kiecolt-Glaser JK, Speicher CE, Holliday JE. Stress, loneliness, and changes in herpesvirus latency. J Behav Med. 1985 Sep;8(3):249-60.
  • Padgett DA, Sheridan JF, Dorne J, Berntson GG, Candelora J, Glaser R. Social stress and the reactivation of latent herpes simplex virus type 1. Proc Natl Acad Sci U S A. 1998 Jun 9;95(12):7231-5. doi: 10.1073/pnas.95.12.7231. Erratum in: Proc Natl Acad Sci U S A 1998 Sep 29;95(20):12070.
  • Sainz B, Loutsch JM, Marquart ME, Hill JM. Stress-associated immunomodulation and herpes simplex virus infections. Med Hypotheses. 2001 Mar;56(3):348-56.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.