La importancia de las caricias en nuestras relaciones afectivas
Escrito y verificado por el psicólogo Bernardo Peña
El contacto físico es esencial en el desarrollo humano. Y no solo eso. Si las caricias son básicas para la evolución madurativa del recién nacido, igual de importantes son en nuestras relaciones de pareja,. Ahí es donde reforzamos el cariño, rebajamos el estrés y estrechamos lazos e intimidades. Te lo explicamos todo a continuación.
Las caricias: muestra de afecto y de creación del vínculo
Hay un estudio curioso que refleja claramente la gran importancia de las caricias para el desarrollo y el crecimiento del ser humano. Fue un análisis realizado a lo largo de los años 80 en varios orfanatos de todo el mundo. Escenarios donde, según la inversión social y la política llevada por parte de cada país, se atendía de un modo correcto o menos correcto a los niños allí recogidos.
Se vio que los bebés que no recibían mucha atención en los orfanatos, simplemente dejaban de llorar porque habían deducido que sus lamentos no servían de nada. Los niños que crecían sin demasiado contacto físico, sin caricias, besos, abrazos y el apoyo de una familia, tenían muchas más probabilidades en la edad adulta de sufrir algún tipo de enfermedad mental, e incluso de delinquir.
Así pues, debemos admitir que el contacto humano, y en esencia, la expresión del cariño a través de las caricias, son esenciales para que las personas construyan su personalidad. Para que se sientan queridas y seguras, para que se establezca un vínculo con nuestros semejantes. Ahí donde poder aprender a ser felices y además, aprender a su vez a querer y a respetar.
Así pues nos queda claro que la afectividad, demostrada con las caricias, es tan importante como el alimento.
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La importancia de las caricias en la relación de pareja
Son muchas las personas que no saben expresar sentimientos o emociones. Por su personalidad o por su educación, les impide poder demostrar su afectividad de modo abierto y sincero. Esperan que los demás lo hagan, mientras ellos, muestran cierta frialdad o lejanía. Un comportamiento distorsionado que puede ocasionar graves problemas a nivel de pareja, y también a nivel familiar con los más pequeños.
Pero ¿qué relevancia tienen las caricias para reforzar nuestras relaciones de pareja?
En primer lugar, abordaremos el tema químico. Las personas, aunque cueste de creer, somos un maravilloso y sofisticado conglomerado de efectos químicos que aportan su magia a nuestras emociones. Así, una simple caricia provoca de inmediato que se segregue oxitocina, la hormona de la felicidad y del placer. Nos hace sentir bien, es satisfactorio y agradable.
En el plano emocional, una caricia es símbolo de afecto. En ocasiones, un gesto es mucho mejor que una palabra. Lo que una caricia dice duplica la intensidad de una frase, porque nos es más sincera, menos falsa… más emocionante.
Las caricias también reducen el estrés. Algo tan sencillo como una caricia, reduce nuestros niveles de cortisol en sangre. Nos relaja y baja de inmediato el estrés y la ansiedad. Las caricias a nivel de pareja actúan como catalizadores para la resolución de conflictos.
Tras una disputa, tras una discusión, una sola caricia puede calmar la situación. El significado que encierran estos simples gestos, son algo muy antiguo e intenso en el ser humano. Nos sentimos amados y reconfortados. Nada puede ser más placentero y sincero.
Las parejas que no se acarician, tienen muchas probabilidades de romper su relación. Es algo fácil de entender. Pueden existir instantes para la sexualidad, pero si en el día a día no se suceden estos momentos de intimidad y de complicidad, los vínculos entre dos personas no son tan intensos y sinceros. No hay cercanía… Y, por lo tanto, poco a poco la relación puede enfriarse.
Las parejas más saludables, felices y con un vínculo más sólido, tienen como base para su efectividad una buena comunicación. El respeto el uno por el otro, el compromiso, y una afectividad sincera que se demuestra día a día en la necesidad de estar cerca el uno del otro, y sobre todo por ejecutar ese otro maravilloso lenguaje escondido en las caricias, en los abrazos…
Recuerda, que para el ser humano es tan importante la alimentación como el amor. Ese que nos aporta equilibrio, que nos hace sentirnos seguros y respetados. Con fuerzas para enfrentarnos al mundo y disfrutar de esa felicidad cotidiana.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.