Propiedades de la mostaza: una semilla muy versátil
Revisado y aprobado por la nutricionista Anna Vilarrasa
A pesar de que rara vez se le considera como parte esencial de una alimentación equilibrada, existen numerosas propiedades en las semillas de mostaza que la convierten en un complemento ideal.
Desde la antigüedad ha sido utilizada como condimento, ya que le otorga un sabor fuerte y picante a las comidas. Sin embargo, su utilidad va más allá de la gastronomía, puesto que estas semillas desempeñan un papel significativo en la medicina natural.
Si quieres conocer las asombrosas virtudes y precauciones que presentan estas semillas. Sigue leyendo y toma nota de las recetas que te compartimos para que aproveches al máximo sus beneficios.
¿Qué es la mostaza en semilla?
Se conoce como mostaza a las semillas de varias plantas del género de las Brassica juncea. Su origen se encuentra en la zona del mediterráneo, pero su uso se ha extendido, a día hoy, por muchas regiones. En el siglo XX la utilización de la mostaza como condimento ha crecido tanto que se ha convertido en una de las especias con mayor volumen comercial.
Son plantas con una gran variedad de especies, existiendo alrededor de 40 plantas de mostaza diferentes. Sin embargo, entre las más usadas destacan la mostaza negra, la marrón y la blanca.
En menor o mayor medida, todas aportan un sabor y aroma intenso. De acuerdo al Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), en 100 gramos de semillas molidas destacan los siguientes aportes:
- Energía: 508 kilocalorías.
- Proteína: 26.1 gramos.
- Fibra dietética: 12,2 gramos.
- Sacarosa: 3,69 gramos.
- Calcio: 266 miligramos.
- Magnesio: 370 miligramos.
- Fósforo: 828 miligramos.
- Potasio: 738 miligramos.
- Selenio: 208 miligramos.
Propiedades y beneficios de la mostaza en semilla
Gracias a su composición, la semilla de esta planta ofrece beneficios significativos para el cuerpo, según la investigación y opinión de expertos en el campo. A continuación, destacamos los más relevantes:
1. Función antibacteriana y antifúngico
El aceite esencial de mostaza posee un poder antibacteriano y antimicrobiano significativo. Por ello, es una opción valiosa en la preservación de alimentos, ya que controlan el crecimiento de bacterias que pueden degradarlos.
Estas propiedades se deben en gran medida a la sinigrina, que es el principal compuesto responsable de su sabor tan característico. En este sentido, evidencia publicada en Molecules detalla que la actividad antimicrobiana puede funcionar mejor en ambientes ácidos o, en el ámbito culinario, sobre alimentos con un pH más bajo.
2. Antiinflamatoria
Retomando el estudio previo, las semillas y el aceite de mostaza también poseen propiedades antiinflamatorias. La sinigrina contribuye a reducir la inflamación crónica en el cuerpo al inhibir las vías de señalización que la desencadenan.
Los efectos podrían venir por diferentes vías de actuación. De hecho, estas semillas desempeñan un papel protector contra el desarrollo de la psoriasis inducida al inhibir la activación del inflamasoma. Así, puede reducir el enrojecimiento y la irritación de esta afección.
3. Antioxidante
Las semillas de mostaza poseen compuestos como los isotiocianatos que les confieren notables propiedades antioxidantes. Estos componentes son valiosos debido a su capacidad para contrarrestar los efectos perjudiciales de los radicales libres, responsables del envejecimiento y vinculados al desarrollo de diversas enfermedades crónicas.
Los antioxidantes presentes en las semillas de mostaza podrían desempeñar un papel en la prevención y propagación de ciertos tipos de cáncer, es especial aquellos que afectan el tracto urinario, según una investigación en Mutation Research. Aunque estos indicios son prometedores, es importante destacar que la evidencia científica actual es limitada.
4. Cicatrizante
Por su parte, la sinigrina, podría ser útil en la cicatrización y cierre de heridas, esto cuando está formulada en medicamentos. No obstante, es importante recordar que la investigación en este tema aún es limitada, pues los estudios hechos hasta el momento han sido in vitro, por lo que se necesitarán más pruebas para comprender su efectividad en diferentes situaciones.
5. Uso cosmético de la mostaza en semilla y aceite
Si bien no hay estudios concluyentes que respalden sus beneficios, se ha considerado a las semillas de mostaza como un aliado en el cuidado de la piel y el cabello. La tradición sugiere que puede nutrirlos y brindarles brillo. Su aplicación es tópica, directo sobre la piel por un periodo de tiempo breve.
No obstante, cada individuo reacciona de manera distinta. Por lo tanto, es recomendable probar una pequeña cantidad en la piel antes de usarla en profundidad, ya que algunas personas podrían desarrollar reacciones alérgicas.
Cómo usar la mostaza en semillas
Las semillas crudas no tienen mucho sabor, pero este sea activa al triturarlas y al entrar en contacto con agua, aceite o mantequilla.
El uso más seguro de este ingrediente es como condimento en la cocina. Con ella se pueden aromatizar y saborizar guisos, salteados y curris, tanto de carne como de legumbres. Otras aplicaciones culinarias son:
- Aderezos caseros para ensaladas o vinagretas, hechos con aceite, vinagre y otros condimentos.
- Marinados para carnes, aves o pescados para mejorar su sabor y textura.
- Panes y bollos. Agrega a la masa de pan o bollos para darles un toque de sabor y textura interesante.
- Preparación de encurtidos caseros, para conseguir un sabor característico en tus pepinillos y vegetales en conserva.
- Sopas y caldos. Añade a sopas o caldos para proporcionarles un toque picante.
El tiempo de vida promedio de las semillas de mostaza a temperatura ambiente suele situarse entre 3 y 4 años. Para preservar su sabor y frescura durante más tiempo lo ideal es almacenarlas en envases herméticos.
Recetas con semillas de mostaza
1. Salsa de mostaza clásica
Ingredientes:
- 3 cucharadas de semillas de mostaza (puedes elegir entre variedades de mostaza según tu preferencia, como la mostaza amarilla o la negra).
- 3 cucharadas de vinagre de vino blanco.
- 2 cucharadas de agua.
- 1 cucharadita de azúcar.
- 1 diente de ajo, picado muy fino.
- Sal y pimienta al gusto.
Instrucciones:
- En un tazón pequeño, combina las semillas de mostaza, el vinagre de vino blanco y el agua. Puedes ajustar la cantidad de agua para lograr la consistencia deseada; más agua hará la salsa menos espesa.
- Agrega el azúcar y el ajo picado.
- Mezcla todo bien y luego sazona con sal y pimienta al gusto.
- Deja reposar la salsa en el refrigerador durante al menos 30 minutos para que las semillas de mostaza absorban los sabores y se suavicen.
- Prueba la salsa y ajusta la cantidad de azúcar, sal y pimienta según tus preferencias personales antes de servirla.
2. Pollo a la Parrilla con Mostaza
- 4 pechugas de pollo deshuesadas y sin piel.
- 1/4 de taza de mostaza.
- 2 cucharadas de aceite de oliva.
- 2 dientes de ajo, picados.
- 1 cucharadita de orégano seco.
- Sal y pimienta al gusto.
- En un bol, mezcla la mostaza, el aceite de oliva, el ajo picado, el orégano seco, la sal y la pimienta.
- Coloca las pechugas de pollo en una bolsa de plástico hermética y vierte el adobo sobre ellas. Cierra la bolsa y refrigera durante al menos 30 minutos.
- Precalienta la parrilla a fuego medio-alto. Retira el pollo del marinado y ásalo durante unos 6-8 minutos por cada lado, o hasta que esté cocido por completo.
- Sirve el pollo a la parrilla con tus acompañamientos mediterráneos favoritos, como cuscús, verduras asadas o una ensalada griega.
Porciones: 4 personas
3. Salmón Glaseado con Mostaza y Miel al Estilo Mediterráneo
- 4 filetes de salmón.
- 3 cucharadas de mostaza.
- 2 cucharadas de miel.
- 2 dientes de ajo, picados.
- 1 cucharadita de romero seco.
- Jugo de 1 limón.
- Sal y pimienta al gusto.
- Precalienta tu horno a 375°F (190°C) y forra una bandeja para hornear con papel pergamino.
- En un bol, mezcla la mostaza, la miel, el ajo picado, el romero seco, el jugo de limón, la sal y la pimienta.
- Coloca los filetes de salmón en la bandeja para hornear ya preparada y cepilla uniformemente el glaseado de mostaza y miel sobre cada filete.
- Hornea en el horno precalentado durante unos 12-15 minutos o hasta que el salmón se desmenuce con un tenedor.
- Sirve el salmón glaseado con acompañamientos mediterráneos como quinua, espárragos al vapor o una ensalada de pepino y tomate.
Porciones: 4 personas
Posibles contraindicaciones de la semilla de mostaza
Este ingrediente no está exento de causar algunos efectos secundarios indeseados. Si se ingieren grandes cantidades, como las que se encuentran en los extractos, podría desencadenar un cuadro diarreico, dolor abdominal o inflamación del intestino.
Más allá del uso culinario, se recomienda precaución durante el embarazo y la lactancia, ya que no se dispone de suficiente evidencia científica que respalde su seguridad en estas etapas. Por otro lado, tampoco se aconseja si existe una cirugía programada, pues en grandes cantidades podría tener efectos sobre la coagulación sanguínea.
Cuando se usa de forma externa se deben aplicar algunas precauciones, pues puede ser irritante (sobre todo después de una exposición prolongada). Por este motivo debe existir una aprobación médica, si se padecen afecciones cutáneas.
Un condimento sabroso, versátil y saludable
La semilla de mostaza es un tesoro culinario y medicinal, que se ha utilizado durante siglos en diversas culturas. Aunque pequeñas, estas semillas ofrecen un sabor y aroma intensos que pueden mejorar muchos platos. Pero su valor va más allá de la cocina, con sus propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y antioxidantes.
Si bien su uso puede ser beneficioso, es importante tener en cuenta las precauciones y las posibles contraindicaciones. Al incorporar las semillas de mostaza de manera consciente y moderada en tu vida, puedes aprovechar su potencial para mejorar tu salud. Y tú, ¿qué esperas para añadirlas a tu alimentación?
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