Las consecuencias de pensar demasiado
Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña
Hay muchas personas que piensan muy poco y otras que piensan demasiado. Ningún extremo es positivo, por eso pensar demasiado puede tener consecuencias nefastas.
Lee: La opción de pensar en positivo. El pensamiento positivo
¿Eres de los que siempre le da la vuelta a todo lo que le ocurre? ¿Alguna vez no has podido dormir porque no podías dejar de pensar? Pensar demasiado puede convertirse en tu peor enemigo, por eso es importante que, desde hoy, conozcamos este terrible hábito en profundidad y cómo remediarlo.
Pensar demasiado te impide experimentar
Las personas que piensan demasiado pasan mucho más tiempo en su mente que viviendo la realidad. Por inercia, ya pasamos mucho más tiempo pensando porque es algo que no podemos evitar.
No obstante, hay muchas personas que se refugian en sus pensamientos y viven verdaderas aventuras en su mente. ¿Qué ocurre en la vida real? ¿Por qué no llevan lo que está en su mente a la práctica? Es posible que sus vidas no sean muy divertidas y faltas de experiencias porque no se atreven a llevar sus pensamientos a la realidad. Tal vez tengan miedo. Pero, ¿de qué?
El acto de pensar demasiado provoca, también, que continuamente evites pensar en el aquí y el ahora. Seguro que te abordan recuerdos del pasado y que sueñas con un futuro prometedor. ¿Sabes que quizás esto no tenga sentido alguno?
Esto, en algunos casos, puede deberse a traumas pasados que no nos dejan avanzar y que han marcado una huella en nuestro subconsciente, según afirma esta investigación realizada por el Dr. César Carvajal y publicado en la Revista Chilena de Neuropsiquiatría.
Descubre: Persona, suelta y cierra el pasado
Además de todo esto, pensar tanto no te permite vivir, sino que tan solo es eso, un acto pasivo. Lo importante es saber llevar lo que ronda por tu mente a la vida real, convertirlo en una verdadera experiencia.
Pensar y las preocupaciones
Las personas que piensan demasiado tienen otro de los grandes problemas que asolan a las personas hoy en día: las preocupaciones. Cuando piensas tanto es porque te preocupas, ya sea por tu pasado, por tu futuro, por alguna situación o por las personas que se encuentran a tu alrededor. Todo esto te sumerge en una vorágine de la que te será difícil escapar.
A veces no nos damos cuenta, pero nos preocupamos por cosas a las que no deberíamos prestarles tanta atención. Tal vez, tu inseguridad sea la que provoca todo esto, debido a problemas relacionados, de nuevo, a tu pasado y a cómo gestionaste ciertas relaciones. Así lo afirma este estudio realizado por la Universidad de Salamanca.
No te pierdas: Cómo tomar decisiones con seguridad
¿Alguna vez has revivido una circunstancia una y otra vez? Una frase que le has dicho a un amigo o una situación de la que alguien ha salido enfadado. Vuelves a ese escenario repetidas veces pensando en otro tipo de salidas que podría haber tenido.
No obstante, de nada sirve revivir el pasado, pues no podemos modificarlo. Por eso, preocuparse por lo que hemos hecho es inútil. Lo inteligente es mirar hacia el presente y seguir adelante.
Trucos para dejar de pensar demasiado
Si siempre estás analizando toda tu vida, todas tus interacciones o todos los pasos que das, es el momento de parar de hacerlo.
Para ello, tenemos algunos trucos que pueden servirte para esas ocasiones en las que ves imposible ponerle freno a tus pensamientos:
Habla con un amigo
De esta manera evitas que tu mente divague sin sentido. Coméntale tus preocupaciones para sacarte de dudas y evitar pensar demasiado en una situación que, probablemente, no merezca tanto protagonismo.
Además, la comunicación, según esta investigación realizada por la Universidad Nacional del Altiplano (Perú), es fundamental para que aprendemos a desarrollar nuestras habilidades sociales.
Escribe lo que piensas
Escribir un diario puede ser muy beneficioso para desahogarnos y expresar lo que sentimos. Así, podrás liberarte de todos esos pensamientos que te están agobiando e incluso podrás verlos desde cierta perspectiva.
Distráete
Ya sea con algo que te guste hacer o una actividad que te interese. Distraerte te ayudará a no estar concentrado en todo eso que tan solo está girando en tu mente. A veces, pensamos demasiado porque tenemos demasiado tiempo libre.
Sé consciente y repítete “¡basta!”
Si eres consciente de que no puedes dejar de pensar en lo que te preocupa, di “¡basta!”. De esta forma, te obligarás a focalizarte en otra cosa, a parar ese bucle en el que te has sumergido. Dilo cuantas veces lo necesites.
¿Alguna vez te has descubierto pensando demasiado? A veces le damos mucha más importancia a las cosas de las que realmente tienen. El hecho de que un amigo no hable tanto como otras veces, de que creas que te miran mal, pueden ser tan solo imaginaciones tuyas. Cuídate de no pensar demasiado por lo que no merece tu preocupación.
A veces, tan solo está en tu mente.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.