Los pensamientos positivos mejoran tu salud
Escrito y verificado por el psicólogo Bernardo Peña
Los pensamientos positivos son unas “vitaminas” indispensables que deberíamos desayunar cada mañana. Todos experimentamos alguna vez la sensación de esas mañanas en que un extraño malestar nos embarga sin saber muy bien por qué, mañanas en las que pensamos que no vamos a poder con esa jornada.
Es cierto que no es posible sentirse en plena forma todos los días, a veces estamos enfermos, desanimados o incluso amordazados por esos imprevistos que de vez en cuando nos trae la vida, pero hay algo que debemos tener claro: el modo en que pensamos puede afectar directamente la visión que tenemos de la vida, por lo tanto determinará nuestro estado emocional, y en consecuencia, también nuestra salud física.
Pensamientos negativos: grilletes para la salud
En 2017 investigadores ingleses llevaron a cabo un estudio sobre 150 participantes deprimidos. Obtuvieron que, incluso cuando estaban deprimidos, aquellos individuos capaces de imaginar un futuro más “brillante” fueron más optimistas y recuperaron el optimismo más rápidamente con el tiempo, que aquellos menos capaces de hacerlo al inicio del estudio. Las estrategias para aumentar la intensidad de las imágenes prospectivas positivas pueden ayudar al desarrollo de intervenciones de salud mental para aumentar el optimismo.
¿Puede entonces la negatividad mermar la salud de tal forma?
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Parece ser que sí, los pensamientos negativos actúan a modo de círculo vicioso en el que podemos quedar fácilmente atrapados, la baja motivación tapa nuestras perspectivas, nos sume en una incertidumbre sin salida a modo de tela de araña.
Pronunciar un “No puedo” o “Todo me sale mal” es la certeza absoluta que nos convence de que, efectivamente, nada va a salir bien.
Está comprobado, que las personas pesimistas tienen periodos de convalecencia más largos e incluso son capaces de producir infelicidad a aquellos a quien tiene a su lado, bajan las defensas y nuestro sistema inmunológico se resiente ante este estado de ánimo.
Por lo tanto, empecemos a cambiar nuestro pensamiento para mejorar nuestra salud.
Avanzando con pensamientos positivos
A veces se nos acercan esa clase de personas acostumbradas a hablar con una sonrisa en el rostro, para quienes no parece existir dificultad alguna, y si las tienen, lo ven más bien a modo de retos personales. Son personas en cuya expresión parece rebosar no solo una sincera felicidad, sino también nos parecen inspiradoras y energéticas.
Y es que, según la Clínica Mayo los pensamientos positivos afectan a la salud de los siguientes modos:
- Aumenta la longevidad.
- Disminuye el riesgo de depresión.
- Disminuye los niveles de estrés.
- Fortalece el sistema inmune.
- Mejora la salud cardiovascular.
¿Cómo podemos entonces desarrollar nuestro pensamiento positivo?
Sencillos consejos para propiciar el positivismo
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- Detectar nuestros pensamientos negativos. Cuando empecemos a pensar en negativo hay que preguntarnos cuál es la razón que nos lleva a tal afirmación. Seguidamente intentaremos razonar una salida positiva ante tal idea.
- Sentido del humor. Aprender a reírse de uno mismo y relativizar determinadas situaciones nos ayudará a ser más positivos, a flexibilizar nuestro pensamiento.
- La risa. Pruébelo alguna vez, tiene un efecto inmediato en nuestro estado de ánimo.
- Tener pensamientos positivos y frases tales como: “Yo soy capaz” van a permitir que poco a poco nos sintamos más seguros de nosotros mismos.
- Rodearse de personas positivas. Las personas negativas no son buenas para nuestros sentidos ni para nuestra salud. Vale la pena rodearnos de esas otras personas que nos hacen sentir mejor y saben sonreír.
Si mantienes un pensamiento negativo y rumiaciones desde hace tiempo, te recomendamos que acudas a un especialista de la salud mental. Lo que aquí explicamos son consejos que podrían no funcionar en tu caso.
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- Cáceres Valdez, R. (2016). EL POSITIVISMO. Ius Inkarri. https://doi.org/10.31381/inkarri.v0i1.547
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