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18 medicamentos y pastillas para el dolor de estómago

17 minutos
Hioscina, ranitidina, omeprazol y metoclopramida son algunos de los medicamentos usados para el dolor de estómago. Pero hay muchos más, que son útiles de acuerdo al origen del problema.
18 medicamentos y pastillas para el dolor de estómago
Franciele Rohor de Souza

Escrito y verificado por la farmacéutica Franciele Rohor de Souza

Escrito por Mariel Mendoza
Última actualización: 13 agosto, 2024

Buscamos medicamentos para el dolor de estómago a menudo: tras una indigestión, ante comidas copiosas, cuando atravesamos una gastroenteritis o si estamos constipados. Pero no siempre elegimos de modo correcto ni tenemos en claro por qué sentimos la molestia.

Usamos la expresión «dolor de estómago» para referirnos a un malestar experimentado en la zona del vientre. El problema es que las causas son múltiples y no todas se pueden tratar de la misma manera.

Ya sea que optemos por antiespasmódicos, antiácidos, antiinflamatorios o laxantes para el dolor de estómago, cualquier pastilla o preparado que deseemos tomar debería estar indicado y prescrito por un médico. Así, reducimos la posibilidad de efectos adversos y aumentamos la eficacia del tratamiento.

1. Escopolamina o hioscina

La escopolamina pertenece al grupo de los anticolinérgicos. Se utiliza para las náuseas, los vómitos y los mareos asociados con el movimiento, así como para el dolor intestinal.

Bloquea al neurotransmisor acetilcolina en el sistema nervioso autónomo. Por ende, ayuda a relajar los músculos lisos y reduce la actividad del sistema nervioso parasimpático.

Escopolamina es un antiespasmódico. Sirve para tratar el dolor abdominal causado por espasmos musculares del tubo digestivo. Es decir, que resulta útil en el síndrome del intestino irritable y la colitis con diarrea.

La hioscina está disponible en varias formas, como parches, tabletas, inyecciones y soluciones orales. Algunos de sus efectos secundarios comunes incluyen sequedad en la boca, visión borrosa y somnolencia.

¿Cómo se toma?

La dosis puede variar de acuerdo con la severidad del dolor de estómago. En general, se utilizan 500 mg cada 4 a 6 horas.

2. Trimebutina

La trimbeutina se utiliza en el tratamiento de los trastornos gastrointestinales funcionales. Ello incluye al síndrome del intestino irritable y otros problemas que involucran espasmos musculares digestivos.

Actúa como moduladora de los receptores de serotonina en el intestino. También puede tener efectos sobre otros neurotransmisores.

Trimebutina está disponible en varias formas farmacéuticas; entre ellas, tabletas, cápsulas y soluciones líquidas. Algunos de los efectos secundarios más usuales pueden incluir dolor de cabeza, mareos y náuseas.

¿Cómo se toma?

Para adultos y mayores de 12 años, la dosis usual es de 200 mg, no más de 3 veces al día. La dosis máxima diaria es de 600 mg.

3. Metamizol

También conocido como dipirona, el metamizol es un analgésico y potente antifebril. Se emplea para el dolor abdominal con fiebre.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que puede tener efectos secundarios severos. Algunos de los más comunes incluyen náuseas, vómitos, mareos, presión arterial baja y reacciones alérgicas. Además, se asocia con agranulocitosis (recuento bajo de un tipo de glóbulos blancos).

¿Cómo se toma?

Para adultos, la dosis típica es de 500 mg cada 6 u 8 horas. La dosis máxima diaria es de 4 g.

En niños se suele calcular en función de su peso corporal. Por regla general, las cantidades oscilan entre 5 y 10 mg por kilogramos de peso, cada 6 a 8 horas.

4. Mesalazina

Los antiinflamatorios no esteroideos o AINE alivian la dismenorrea y la colitis, aunque su uso prolongado se asocia a daño en el revestimiento del estómago. Es por ello que se desarrollaron antiinflamatorios puntuales para enfermedades digestivas, como la mesalazina.

La fórmula de la mesalazina para el dolor de estómago es ácido 5-aminosalicílico o 5-ASA. Forma parte del tratamiento de la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.

Actúa de modo local en el intestino para reducir la inflamación. Por ello, alivia síntomas asociados con estas condiciones, como el sangrado rectal.

Está disponible en varias formas farmacéuticas. Puede conseguirse en tabletas, cápsulas de liberación retardada, enemas, supositorios y suspensiones rectales.

¿Cómo se toma?

Las tabletas de mesalazina se usan en dosis de 2 a 4 g al día, aunque no se toma toda esta cantidad al mismo tiempo. Por otro lado, los supositorios se utilizan entre 500 mg a 1 g, dos veces al día.

5. Amoxicilina con ácido clavulánico

Los antiinfecciosos se indican cuando se conoce que el origen de las molestias gastrointestinales se debe a la presencia de una infección o parasitación. En caso de ser una bacteria, se indican antibióticos, como la amoxicilina.

El tratamiento estándar para la infección por H. pylori, capaz de causar gastritis y dolor, implica una terapia triple con un inhibidor de la bomba de protones, amoxicilina y claritromicina o metronidazol. Sin embargo, debido a la resistencia creciente a los antibióticos, se incrementó la prescripción de amoxicilina con ácido clavulánico.

El ácido clavulánico se agrega a la amoxicilina para protegerla de la degradación por las enzimas producidas por ciertas bacterias. Así, se aumenta su efectividad.

¿Cómo se toma?

La dosis general para la gastritis infecciosa es de 500 mg de amoxicilina y 125 mg de ácido clavulánico cada 8 horas. En los niños, se calculan 25 a 45 mg/kg/día de amoxicilina, dividida en 2-3 tomas.

6. Metronidazol

El metronidazol se utiliza para tratar infecciones parasitarias intestinales, como las generadas por protozoos y algunos helmintos. Es efectivo contra Entamoeba histolytica, Giardia lamblia y algunos nematodos.

En realidad, metronidazol es antibiótico y antiparasitario a la vez. Se administra en forma de tabletas orales o suspensiones líquidas.

¿Cómo se toma?

Ante el diagnóstico de amebiasis intestinal, las dosis son de 500 a 750 mg cada 8 horas durante 5-10 días. Para la giardiasis se prescriben 250 mg de metronidazol cada 8 horas durante una semana.

Los niños tienen indicación de 35 a 50 mg por kilogramo de peso por día. Se dividen en 3 tomas diarias durante 10 días.

7. Lamivudina

La hepatitis crónica puede generar dolor en la región alta del abdomen. Cuando se confirma la enfermedad, uno de los medicamentos para el protocolo de tratamiento es lamivudina por 5 años.

Se trata de un antiviral que pertenece a los inhibidores de la transcriptasa reversa análogos de nucleósidos. Suprime la replicación del virus de la hepatitis B y reduce el daño hepático.

Se administra en forma de tabletas orales y generalmente se toma una vez al día. Algunos efectos secundarios comunes incluyen dolor de cabeza, náuseas, vómitos, diarrea y fatiga.

¿Cómo se toma?

La dosis habitual de lamivudina para adultos es de 150 mg, una vez al día. Si hay coinfección por el VIH, se aumenta a 300 mg diarios.

8. Loperamida

Los fármacos antidiarreicos funcionan como medicamentos para el dolor de estómago cuando la molestia se origina en la diarrea y el aumento de los movimientos peristálticos. Suelen ser de uso ocasional y no se recomienda su toma continua.

Loperamida, por ejemplo, disminuye la motilidad intestinal y aumenta la absorción de agua y electrolitos en el intestino. Se puede prescribir para diarreas virales o bacterianas, así como para la diarrea del viajero. Está disponible en forma de tabletas, cápsulas, solución líquida y masticables de liberación rápida.

¿Cómo se toma?

Para adultos y niños mayores de 12 años, la dosis inicial es de 4 mg (2 cápsulas de 2 mg) después de la primera evacuación diarreica. Tras esto, 2 mg después de cada nueva evacuación líquida. No se deben exceder los 16 mg por día y no está recomendada para niños.

9. Racecadotrilo

Racecadotrilo es un medicamento utilizado en el tratamiento de la diarrea aguda en niños. Sin embargo, no toda la evidencia es contundente a su favor.

Actúa al inhibir la encefalinasa, una enzima que degrada las encefalinas, péptidos con propiedades antihipersecretoras y antiinflamatorias en el tracto gastrointestinal. Así, reduce la pérdida de agua y electrolitos en las heces. No tiene efectos significativos sobre la motilidad intestinal.

¿Cómo se toma?

Para niños desde los 3, la dosis se calcula con un promedio según el peso corporal. Los que pesan menos de 7 kg deben recibir 30 mg, tres veces al día; para 7 a 13 kg de peso corporal se indican 60 mg del medicamento, tres veces al día; para 13 a 20 kg son unos 90 mg, tres veces al día; y para más de 20 kg se prefieren 100 mg, tres veces al día. La duración total es de 3 a 7 días.

10. Simeticona

Simeticona es uno de los medicamentos para el dolor de estómago que alivia el exceso de gas gastrointestinal y la sensación de plenitud. Funciona al desintegrar el gas atrapado, lo que facilita su eliminación.

Lo hace mediante la disminución de la tensión superficial de las burbujas, lo que provoca su ruptura en burbujas más pequeñas. Está disponible en forma de tabletas, cápsulas, gotas orales y masticables.

¿Cómo se toma?

Para adultos y adolescentes, la dosis típica es de 40 a 125 mg después de las comidas y antes de acostarse. En los niños y lactantes, si bien se usa el medicamento, hay que atenerse a la prescripción del pediatra en cuanto a cantidad de gotas.

11. Dimeticona

La dimeticona se considera un tipo de silicona que no se absorbe en el intestino. Actúa de modo físico en el tracto gastrointestinal para romper las burbujas de gas. Está disponible en forma de gotas orales y suspensiones líquidas.

¿Cómo se toma?

La dosis habitual es de 40 a 360 mg por día. Se divide en varias tomas o se usa un esquema de ingesta después de las comidas y antes de acostarse.

12. Ranitidina

Los antiácidos mejoran el dolor de estómago ocasionado por la gastritis, el reflujo gastroesofágico, las úlceras o la pirosis. La ranitidina pertenece a la clase de los antagonistas de los receptores H2 de histamina. Se utiliza para reducir la producción de ácido estomacal y aliviar los síntomas asociados.

Está disponible en forma de tabletas orales, cápsulas, jarabes y soluciones inyectables. Es importante tener en cuenta que puede tener algunos efectos secundarios, poco comunes y leves, como dolor de cabeza, mareos, diarrea o estreñimiento.

¿Cómo se toma?

Ranitidina se usa en dosis de 150 mg, dos veces al día, o 300 mg una vez al día, antes de acostarse. En los niños se emplea una dosis de 2 a 4 mg/kg/día, dividida en dos tomas.

13. Omeprazol

El omeprazol es un medicamento que pertenece a los inhibidores de la bomba de protones. Actúa a través del bloqueo del mecanismo de reducción del pH en las células parietales del estómago, lo que disminuye la producción de ácido gástrico.

Se toma por vía oral, en forma de cápsulas, tabletas o suspensiones. Aunque también puede estar disponible en formulaciones líquidas para administración intravenosa.

¿Cómo se toma?

20 mg, una vez al día, por 4 a 8 semanas, es la dosificación habitual de omeprazol. La cantidad pueden aumentarse a 40 mg en casos de ERGE severo o esofagitis erosiva.

En los niños, generalmente, se utilizan 0.7 mg/kg/día en forma de suspensión. El máximo es de 20 mg por día para los infantes.

14. Sucralfato

Sucralfato es un medicamento para tratar y prevenir úlceras gástricas y duodenales. No se absorbe en la sangre. Se clasifica como un gastroprotector y actúa formando una capa sobre el revestimiento del estómago y el intestino delgado.

Además de su uso en las úlceras, también puede ser útil en la esofagitis por reflujo. Se toma por vía oral, en forma de tabletas o suspensión.

¿Cómo se toma?

La dosis típica de sucralfato es 1 g (2 tabletas de 500 mg), cuatro veces al día. Se prefiere que sea una hora antes de cada comida y al acostarse.

15. Domperidona

La domperidona actúa como un antagonista de los receptores de dopamina en el sistema nervioso central y en el tracto gastrointestinal. Al bloquear los receptores, aumenta la motilidad del tubo digestivo.

Este medicamento se utiliza cuando el origen del dolor de estómago está en el estreñimiento, el enlentecimiento del vaciamiento gástrico (sensación de llenura) o ante reflujo y vómitos. Acelera el tránsito, por lo que el contenido se mantiene menos tiempo en contacto con las mucosas.

Se utiliza para las náuseas y los vómitos asociados con:

¿Cómo se toma?

La dosis es de 10 mg, tres o cuatro veces al día. Se recomienda tomarla antes de las comidas y antes de acostarse.

Puede ser necesario ajustar la dosis en adultos mayores. Sobre todo, al considerar la función renal y del hígado, que podría estar deteriorada.

16. Metoclopramida

La metoclopramida actúa como un agonista de los receptores de dopamina y como antagonista de los receptores de serotonina 5-HT3 en el sistema nervioso central y en el tracto gastrointestinal. Al aumentar la actividad de la dopamina y bloquear la serotonina, incrementa la motilidad del tracto gastrointestinal.

Metoclopramida está disponible en forma de tabletas, solución oral, inyección intravenosa y supositorios. Es importante tener en cuenta que puede tener algunos efectos secundarios, como somnolencia, fatiga, mareos y diarrea.

¿Cómo se toma?

La dosis típica para adultos, en comprimidos, es de 10 a 20 mg, hasta cuatro veces al día. Para los niños se prefieren las gotas y se suele calcular una gota cada 2 kg de peso corporal.

17. Lactulosa

Los laxantes actúan en caso de dolor de estómago por estreñimiento. Existen fármacos de este tipo que son espesantes y otros que son ablandadores.

Los espesantes o formadores de masa, como el metamucil, absorben más líquido en los intestinos y aumentan el volumen de las heces. Por otro lado, los ablandadores, como la lactulosa, se encargan de lubricar y ablandar las heces.

La lactulosa es un tipo de azúcar sintética. Se descompone por las bacterias intestinales, de modo que genera productos ácidos que reducen el pH del colon y promueven el movimiento intestinal.

Aumenta la frecuencia de las deposiciones y ablanda las heces, lo que alivia el estreñimiento y el dolor de vientre. Por otro lado, debido a su efecto acidificante, ayuda a prevenir la proliferación de bacterias dañinas en el intestino grueso.

¿Cómo se toma?

Para los adultos, la dosis oscila entre 15 y 30 ml una sola vez al día. Puede tomarse con o sin alimentos, pero es importante beber suficiente líquido mientras se utiliza lactulosa para prevenir la deshidratación.

18. Bisacodilo

El bisacodilo es un medicamento laxante para el estreñimiento ocasional y para limpiar el intestino antes de ciertos procedimientos médicos, como colonoscopias o cirugías. También puede prescribirse para aliviar la evacuación intestinal en pacientes con fisuras anales u otras afecciones que requieren heces suaves y de fácil paso.

Pertenece a la clase de medicamentos conocidos como laxantes estimulantes. Su efecto suele producirse dentro de las 6 a 12 horas después de tomarlo.

Está disponible en varias formas, como lo son tabletas, supositorios y enemas. No debe tomarse de manera crónica o a largo plazo, ya que puede ser perjudicial y causar dependencia laxante.

¿Cómo se toma?

Bisacodilo se indica en 5 a 15 mg (1 a 3 tabletas de 5 mg), preferiblemente por la noche, para producir su efecto al día siguiente.

¿Qué es bueno para el dolor de estómago, además de los medicamentos?

Si el dolor de estómago es severo o está acompañado de otros síntomas (fiebre, vómitos persistentes, pérdida de peso inexplicable), no es conveniente recurrir a las pastillas sin un diagnóstico. Podría ser indicativo de un problema más serio que requiera otros abordajes.

Por otro lado, si sentimos una molestia abdominal leve o una sensación de vacío, muchas veces asociada a una comida o una situación de estrés que atravesamos, entonces podemos recurrir a los siguientes métodos para intentar un alivio:

  • Descansar: relajarse, tomar una siesta o reducir la agenda para los días siguientes puede ser suficiente.
  • Hidratarse: beber pequeños sorbos de agua durante el día contribuye para bien. De manera ideal, debe ser agua pura, sin ingerir bebidas carbonatadas, cafeína o alcohol.
  • Cambiar la dieta: prefiere alimentos ricos en fibra y fáciles de digerir. Prueba con arroz, plátanos y galletas saladas. Al contrario, evita irritantes, como los picantes y los condimentos.
  • Usar hierbas medicinales: el té común, a veces, es suficiente para calmar un dolor de estómago sin recurrir a pastillas. También se ha demostrado la efectividad del ajo, la manzanilla, la canela, el comino y la salvia, según una publicación científica en Pharmaceutical Biology.
Si no hay mejoría, habrá que consultar a un médico para que te indique pastillas para el dolor de estómago.

¿Qué remedios caseros ayudarían en el dolor de estómago?

Hay diversas preparaciones naturales y caseras que pueden ayudar a aliviar las molestias, sin pastillas. Claro que solo deben usarse en ocasión de una molestia ligera. Y es conveniente combinarlas con frutas para el dolor de estómago o una dieta astringente.

Algunos ejemplos son los siguientes:

  • Menta: se puede consumir té de menta o en caramelos.
  • Manzanilla: es antiespasmódica, antidiarreica y antisecretoria.
  • Comino: podría estimular la producción de enzimas digestivas.
  • Té de hinojo: el hinojo se conoce por sus propiedades carminativas, que pueden ayudar a reducir los gases.
  • Agua de arroz: es un remedio tradicional. Solo se hierve el arroz en agua y se cuela el líquido para beberlo.
  • Jengibre: antiinflamatorio y digestivo. Se puede consumir en forma de té o masticar trozos pequeños de la raíz.
  • Canela: contiene compuestos con propiedades antiinflamatorias y es conocida por ayudar a reducir los gases intestinales.
  • Salvia: preparar una infusión con hojas frescas o secas es una forma común de consumirla para reducir los espasmos musculares en el intestino.
  • Vinagre de sidra de manzana: aunque su sabor es fuerte, se ha utilizado de modo tradicional para mejorar la digestión y aliviar el malestar estomacal. Se puede diluir en agua y tomar antes de las comidas.
  • Ajo: tiene propiedades antimicrobianas que podrían ayudar a combatir infecciones leves. También podría estimular la digestión al aumentar la producción de enzimas pancreáticas. Además, sería un antioxidante potente en el contexto de las úlceras.
Todos los remedios naturales y caseros solo tienen aplicación en casos muy leves y ocasionales. Si el dolor es persistente o severo hay que buscar atención médica.

¿Qué medicamentos se recomiendan para el dolor de estómago en niños?

Al considerar el uso de medicamentos para el dolor de estómago y remedios naturales en niños, es importante ser cautelosos. Hay que tener presente la edad del pequeño, así como cualquier condición médica subyacente.

Omeprazol y ranitidina se indican en la infancia. También la metoclopramida. Siempre con un ajuste de dosis respecto a los adultos y con preferencia por la presentación en jarabe o suspensión.

La simeticona y la escopolamina se prescriben, aunque la primera desde temprana edad y, para la segunda, se recomienda esperar. De hecho, muchas veces la escopolamina enmascara cuadros clínicos más severos y retrasa su diagnóstico en la edad pediátrica.

Las tabletas de bisacodilo no se recomiendan para niños. Su uso no está bien establecido en esta población. Respecto a la lactulosa, puede ser segura en la infancia, pero se debe usar bajo la supervisión médica.

En cuanto a los remedios naturales para el dolor de estómago, la manzanilla es segura para la mayoría de los niños. El agua de arroz también.

En el caso del jengibre, se restringe a mayores de 2 años. La menta, por su parte, es útil luego de los 8 años. Y el vinagre de manzana no es para la edad pediátrica.

Usa las pastillas para el dolor de estómago con la aprobación de un médico

Es el médico, posterior a la evaluación clínica, quien decide cuáles son los medicamentos necesarios para un dolor de estómago. Muchas veces, las molestias calman con medidas simples y cotidianas. Otras tantas, es indispensable el abordaje guiado por un profesional.

La importancia de usar las pastillas con la aprobación médica radica en garantizar la seguridad y eficacia del tratamiento. En especial, en el caso de los niños.

Los medicamentos pueden tener efectos secundarios y requerir dosis específicas. Evita la automedicación y minimiza los riesgos.


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