Mitos y verdades sobre el melón
Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias
El melón es una fruta característica de los periodos estivales que ofrece beneficios para el cuerpo. No obstante, su consumo está rodeado de una serie de sentencias que es preciso desmentir. A continuación te ofreceremos detalles sobre los principales mitos y verdades acerca de esta fruta.
Está claro que la ingesta regular de vegetales es positiva para la salud. Se recomienda consumir frutas variadas, para de este modo aprovechar nutrientes distintos y completar los requerimientos diarios.
Las frutas destacan por su contenido en micronutrientes y en antioxidantes, sustancias que ayudan a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades complejas a medio y a largo plazo. Al mismo tiempo, no contienen una gran cantidad de calorías que se transformen en incremento del peso.
Mitos acerca del consumo de melón
Vamos a tratar los mitos más habituales sobre la ingesta de esta fruta. De este modo, no te influirán los argumentos sin sentido que circulan en la web y en las redes sociales.
Mito 1: tiene mucho azúcar
Es cierto que el melón contiene carbohidratos simples en su composición; en concreto, fructosa. También es cierto que presenta un mayor porcentaje de la misma que otras frutas. Además, su escaso aporte de fibra permite que este glúcido alcance el torrente sanguíneo con cierta facilidad.
Sin embargo, el contenido de azúcar respecto al total del peso de la fruta es muy reducido. De hecho, cada 100 gramos de melón hay solo 8 gramos de azúcares. Por su parte, un estudio publicado en la revista Nutrients, considera que son perjudiciales los azúcares añadidos, no los glúcidos que se encuentran en los alimentos frescos.
Para saber más: ¿Cuáles son las diferencias entre glucosa y fructosa?
Mito 2: el melón engorda
En relación con el anterior mito, hay gente que piensa que consumir melón puede favorecer la ganancia de peso graso. Nada más lejos de la realidad.
La dieta mediterránea ha demostrado que contribuye al mantenimiento de una adecuada composición corporal. Este método de alimentación presenta las frutas y las verduras como base de la pirámide. Por este motivo, la ingesta de vegetales no está asociada con un incremento del peso.
Mito 3: es diurético
El melón está compuesto por agua en gran parte, como sucede con múltiples frutas. Si consumimos mucha cantidad de líquidos, aumentaremos el volumen de orina excretado.
Sin embargo, esto no quiere decir que esta fruta como tal presente propiedades diuréticas. No contiene ninguna sustancia o nutriente que sea capaz de incrementar lo que orinamos en una jornada, alterando mecanismos de filtración del riñón. Esto quiere decir que no pasa más sangre por el sistema renal para que la misma sea convertida en orina.
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Verdades sobre el melón
Así como te contamos los mitos más extendidos, ahora haremos un repaso sobre las verdades acerca del consumo de melón.
Verdad 1: es mejor no consumir melón por la noche
De acuerdo con lo demostrado por la crononutrición, la fruta no se debe consumir por la noche. Una vez que desaparece la luz solar, el cuerpo presenta una peor capacidad para metabolizar los carbohidratos, en especial los azúcares.
Por este motivo, ingerir grandes cantidades de fruta en horario nocturno puede perjudicar a la salud metabólica, incrementando la resistencia a la insulina. Esto conlleva un estrés oxidativo del páncreas que, a la larga, puede desencadenar patologías como la diabetes.
Verdad 2: contiene muchos antioxidantes
El melón, como la mayoría de las frutas, contiene fitonutrientes en su composición, con capacidad antioxidante. Así lo afirma una investigación publicada en la revista Food Science and Technology International. Estas sustancias son capaces de retrasar el envejecimiento y prevenir la aparición de enfermedades vinculadas al deterioro de las funciones celulares.
Por este motivo, resulta recomendable el consumo regular de melón en este sentido. Además, puede ser buena opción elaborar macedonias junto con otras frutas, para de este modo obtener antioxidantes de distintos tipos que se complementen y que completen los requerimientos.
Recuerda que las frutas con colores más vivos suelen ser las que más cantidad de fitonutrientes contienen, ya que estos en su gran mayoría son pigmentos. Los fitonutrientes han demostrado ser hipolipemiantes, es decir, capaces de reducir las concentraciones de colesterol y, con ello, disminuir el riesgo cardiovascular.
Incluye melón en la dieta habitual durante el verano
El melón es, por lo tanto, una fruta veraniega recomendable. Puedes consumirla sola, acompañada de jamón, en macedonia o con yogurt. Lo que está claro es que debes incluirla en la dieta en la medida de lo posible, aprovechando cuando está de temporada para enfatizar su ingesta.
Se trata de un alimento que te ayudará a mantener un correcto estado de hidratación, al tiempo que aportará antioxidantes fundamentales para gozar de un adecuado estado de salud. Tal y como has podido comprobar, se trata de un alimento que carga ciertos mitos sobre su consumo.
Aunque es preciso valorar y optimizar el momento de su ingesta, nadie pone en duda que puede formar parte de una dieta saludable, gracias a su valor nutricional. Para aprovechar todas sus propiedades, prueba a introducirla en el postre, sobre todo tras la comida del mediodía.
De este modo te beneficiarás de su poder refrescante y, gracias a su fácil digestión, no te causará problemas a nivel intestinal. Por otra parte, evitarás el riesgo de un desequilibrio hídrico que acarrean las altas temperaturas.
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