No llorar te hará más daño
Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña
No llorar te hace sentir valiente al ser capaz de contener esas lágrimas que intentan salir sea como sea. Crees que, dándoles la espalda, todo se solucionará. No obstante, ahí reside el verdadero problema. Cuando somos pequeños, lloramos por casi todo. Sin embargo, a medida que crecemos, estos momentos de desaliento son mucho menos frecuentes.
Solemos creer que llorar nos muestra como alguien débil, como una persona que no sabe contenerse, que no es capaz de controlar sus sentimientos. Sin embargo, este tipo de pensamientos son muy dañinos.
De hecho, como explicaban los primeros estudios sobre el tema realizados un par de décadas atrás, después de llorar aumentan los pensamientos positivos y el alivio de las penas.
No llorar lo empeorará todo
Aunque no permitas que esa reacción física natural salga, tu alma estará llorando y necesita que expreses el dolor que hay en ti. Al igual que las heridas sangran, cuando el corazón está dolido, lloramos.
De este modo, se reprime todo lo que tenemos que descargar de forma emocional. Y aunque no lo expresemos hacia el exterior, en el interior se está labrando una batalla que no queremos afrontar.
Ten en cuenta: Una emoción no dicha es un dolor que padecemos
Al principio, el cuerpo intenta alertarnos mediante dolores físicos. Una terrible jaqueca, malestar estomacal, molestias en algún miembro… Según un estudio publicado por Plos One, la relación entre la angustia emocional y el dolor físico ha sido probada de forma empírica, aunque se desconocen los motivos de ese vinculo.
Después de los síntomas físicos, la energía desaparece y la ilusión se va apagando, como si de una vela se tratase. El sufrimiento retenido nos va volviendo más taciturnos, más sombríos, más tristes, y cada vez se hace más difícil expresarlo.
Por eso es importante no esperar tanto. No llorar no es beneficioso. Llorar nos libera del sufrimiento interior.
Reconoce y exterioriza tus sentimientos
Las emociones positivas y negativas son necesarias. No tenemos por qué sentirnos desdichados por el hecho de estar tristes. Esta emoción nos permite valorar su antagónica, la alegría.
Cometemos un error al no llorar pero, sobre todo, al no intentar reconocer las emociones. Queremos negarlas con tal fuerza que las ignoramos.
Preferimos esconder la cabeza, meter todo lo que sentimos en una caja fuerte y retenerla dentro de nosotros, sin posibilidad alguna de dejarla salir. ¿No es esto una forma de autodestruirnos?
Es imprescindible observar las emociones, ya nos hagan sentir bien o mal, y expresarlas. Puedes hacerlo hablando, llorando, gritando, corriendo… Lo que sea, pero sácalas al exterior.
Con respecto a la importancia de expresar las emociones, un estudio publicado por Personality and Social Psychology Bulletin afirma que el simple hecho de plasmarlas por escrito —ya sea en un papel o a través de un dispositivo digital— permite a una persona adaptarse y responder mejor ante estímulos estresantes.
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El mejor analgésico
No llorar evitará que descubras el mejor analgésico para todo tu sufrimiento. No son necesarias pastillas ni ningún tipo de medicamento para aliviar ese dolor de cabeza.
Las lágrimas permiten que el estrés y el dolor que retenemos salga al exterior, se libere, y eso nos hará sentir mucho mejor. Saca toda la frustración, el rencor, el enfado, la ansiedad y los pensamientos tormentosos… ¡déjalos que fluyan!
Las investigaciones científicas mencionadas con anterioridad ratifican esta sensación de alivio posterior al llanto. Incluso todavía hay muchos estudios en proceso para comprender en profundidad los efectos de llorar; de momento, está claro que posee un efecto positivo en muchas personas.
No llorar es obligarte a reprimir tus emociones
Llorar y expresar lo que pasa por el interior puede ser agotador, pero resulta muy relajante. Tendrás la cara coloreada y los ojos hinchados, pero tu alma estará en paz.
Ese bienestar te ayudará a empezar de nuevo, a tomar las mejores decisiones y a seguir adelante. La próxima vez que te enfrentes a una situación dolorosa, recuerda que no llorar evita que tengas la oportunidad de solucionar lo que hoy te ha borrado la sonrisa.
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- Filip De Fruyt. 1997. Gender and individual differences in adult crying. Personality and Individual Differences. https://doi.org/10.1016/S0191-8869(96)00264-4. (http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0191886996002644)
- Langens, Thomas & Schüler, Julia. (2005). Written Emotional Expression and Emotional Well-Being: The Moderating Role of Fear of Rejection. Personality & social psychology bulletin. 31. 818-30. 10.1177/0146167204271556.
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