Consejos para plantar y cuidar la rosa del desierto en casa: guía de jardinería

La primera impresión que regala la rosa del desierto despierta el deseo de tener una. Y es que esta suculenta parece un pequeño árbol floreado. ¿Cómo hacerlo prosperar en casa?

Si hay una especie que exhibe una floración amplía y que cautiva con su singular aspecto, es la Adenium obesum. Es así como se identifica en botánica a la rosa del desierto, un miniárbol del que brotan flores comparables con la forma de una trompeta.

La capacidad adaptativa de esta planta le permite prosperar sin problemas en una maceta, en un contenedor o bajo la técnica de bonsái. Aunque su delicadeza alude a posibles atenciones muy especiales, la verdad es que se trata de una suculenta capaz de sobrevivir y mostrar sus mejores galas a partir de cuidados básicos. A continuación, veamos de qué van tales asistencias.

La rosa del desierto: una especie de suculenta tierna

La rosa del desierto se cultivaba solo en África, pero hoy es posible hallarla en cualquier parte del mundo. Malaya Journal Biosciences la cataloga como una planta ornamental que traspasa las características decorativas, para proveer de beneficios a la ciencia, a través de su fuente de fitoquímicos, útiles en la industria farmacéutica y piscícola.

El aspecto de la especie es el de una suculenta de hoja caduca, que llega a medir hasta casi 2 metros de alto, por lo que funciona sembrarla en maceta o contenedor y «trabajarla» para mantenerla en las dimensiones deseadas. Las flores varían en tamaño y son de color rosa, rojo o blanco.

La planta no es enemiga de la sequía, debido a que almacena agua en sus raíces y en su tronco grueso. En cambio, muestra cierto recelo a los periodos fríos, de manera que durante estas épocas lo apropiado es protegerla en una habitación cálida.

Otras formas de llamar a esta especie son:

• Lirio impala.
• Simulacro de azalea.
• Árbol de botella enano.

Recomendaciones para plantar la rosa del desierto

En macetas dispuestas en la sala de la casa, en la terraza o directo en el jardín, es posible tener un ejemplar y que su desarrollo no presente inconveniente. La forma de plantarla es mediante esquejes o semillas.

El cultivo por esquejes es considerado el más conveniente por el programa de estudios agrotecnológicos Iskandar, si no quieres esperar mucho tiempo por el engrosamiento del tallo y de las raíces. El procedimiento es el siguiente.

1. Escoger algunas partes de la poda que midan al menos 6 pulgadas.
2. Poner las piezas encima de una toalla de papel húmedo y dejarlas reposar en una habitación seca, cálida y resguardada de la luz solar directa.
3. Alistar una maceta con grava y tierra, procurando un drenaje óptimo. Allí siembras los esquejes, no sin antes rociar el extremo inferior con polvo de enraizamiento.
4. Regar cada 2 días, sin abusar del agua para no dañar las raíces.
5. Trasplantar, si lo deseas.

Cuando una rosa del desierto se planta empleando semillas, garantizas el máximo desarrollo del cáudex, refiere la revista especializada Ciencia Rural. El procedimiento se basa en los pasos que enseguida listamos.

1. Preparar una maceta de poca profundidad, con un 50 % de fibra de coco y un 50 % de tierra. Puedes sustituir por turba y perlita, respectivamente.
2. Dispersar las semillas en el sustrato y arroparlas con una manta de arena.
3. Rociar agua cada 2 días y, en una semana, empezarás a ver los brotes.
4. Cambiar a una maceta individual después de un mes de la plantación.

Cuidados que amerita la rosa del desierto

Un lirio impala que recibe el cuidado adecuado se convierte en un ejemplar llamativo para polinizadores y colibríes. Esto, a la par de la elegancia que exhibe al ojo humano. Si buscas que tu planta sea realmente atractiva, te invitamos a apuntar las recomendaciones que ahora revelaremos.

Fertilizante y sustrato

Los fertilizantes en presentación líquida o los de liberación lenta resultan idóneos para nutrir la planta. En primavera provee la sustancia 1 vez cada 15 días; en verano, hazlo una vez mensual. Para el invierno no es estricto fertilizarla, porque la rosa está en periodo de inactividad.

En cuanto al sustrato, Ornamental Horticulture sugiere elegir aquellos que contribuyan con la retención de agua y con el aireado. Para el brote de plántulas proponen los sustratos con base en corteza de pino semicompostada y combinada con fibra de coco.

Iluminar

Esta clase de vegetal pide bastante luz; la necesita al menos unas 6 horas diarias. Si la tendrás dentro de la casa, elige una ventana o llévala junto al balcón.

Regar

A las Adenium obesum les agrada la lluvia; por lo tanto, no les va tan mal con el riego natural en tal temporada. Pero cuando el clima está fresco no es necesario regar seguido. Pautar la hidratación cada 2 semanas es buena alternativa, porque le ayudas a almacenar agua y evitas que la tierra se encharque.

Podar

La poda es el mecanismo que controla el tamaño de este miniárbol. Aprovecha la temporada de crecimiento para quitar los brotes rebeldes de flores y la punta de los tallos, así como otras áreas que luzcan dañadas. Recuerda que las partes sanas funcionan como esquejes.

Trasplantar

Cambiar de una maceta a otra es una tarea que se lleva a cabo, por lo menos, una vez cada 2 o 3 años. Esto se debe a que son arbustos de crecimiento lento. Ten la cautela de no excederte con las dimensiones del recipiente, porque das espacio a las raíces para que se expandan demasiado y, paradójicamente, esto afectaría la floración.

Precauciones al momento de plantar Adenium obesum

La Adenium obesum es parienta de la familia Apocynaceae. Por lo tanto, implica cierta toxicidad emanada de su savia rica en cardiotónicos, como señala la publicación Comunicaciones Científicas. Es recomendable que la manipulación de los ejemplares se haga con guantes de goma, principalmente al plantar o podar, pues así prevendrás irritaciones.

Si en casa hay mascotas o convives con niños, lo adecuado es posicionar la planta en un área alta, de manera que un posible contacto no derive en una emergencia médica.

En el menos grave de los casos habría alteraciones cutáneas, diarrea y vómito. Otras complicaciones asociadas al arbusto son relacionadas con convulsiones, como sucede en los casos de intoxicación provocada por su «prima», la Adelfa, acota el Área Científica Menarini.