Mira estas 10 plantas de jardín que florecen en otoño
La estación más identificada con el florecimiento, los colores y los jardines en esplendor es la primavera. Mientras tanto, el otoño queda relegado a un imaginario de nubes grises, frío y hojas caídas. Sin embargo, también es una oportunidad para ver crecer una serie de plantas de jardín que florecen en otoño.
El girasol, el tulipanero o la caléndula son solo algunos ejemplos de la multiplicidad de flores que pueden adornar el jardín también en la estación fría. Solo hay que procurar iniciar la plantación durante la primavera o el verano, con la finalidad de que lleguen asentadas al periodo siguiente.
¿Por qué elegir plantas de jardín que florecen en otoño?
Muchas personas creen que las terrazas, los balcones o los jardines solo pueden alcanzar su máximo colorido durante la primavera y el verano. Si bien la mayoría, o buena parte de la vegetación, tiene al periodo cálido del año como el de mayor follaje, también hay ejemplares que florecen en otoño.
De esta manera, es posible adquirir espacios externos con colores dorado, púrpura o rojizo, los cuales combinan a la perfección con cielos grises y lluviosos. Son estas condiciones las que refuerzan el crecimiento de algunos ejemplares que soportan mejor la humedad.
No solo se puede mantener la vegetación sana y en crecimiento, sino también incentivar la aparición de coloridas flores. Aunque no lo creas, algunas prefieren las épocas frías.
Las mejores plantas de jardín que florecen en otoño
Los paisajes otoñales no tienen por qué vincularse solo con la nostalgia, los árboles secos y los jardines vacíos. Plantando los siguientes ejemplares durante la primavera o el verano, es posible recibir las estaciones frías del año con el mismo nivel de color.
1. Caryopteris
El género Caryopteris, mejor conocido como “arbusto niebla azul”, es un ejemplar perenne que se adapta muy bien al jardín. Lo más probable es que sus pequeñas y estéticas flores de color azul comiencen a aparecer durante los comienzos del otoño.
Para mantener este arbusto en sus mejores condiciones, es necesaria tierra húmeda, brindarle algo de sombra y efectuar una poda durante la primavera.
2. Girasol
Una planta muy reconocida en grandes campos abiertos es el Helianthus o girasol. Sus coloridas flores alcanzan un gran tamaño y los tallos pueden superar los tres metros de altura.
Sin embargo, existen ejemplares de menor crecimiento, adaptables a jardines o terrazas. Los mismos aportan tonos amarillos y naranjas al ambiente. Como su nombre lo indica, deben recibir pleno sol.
3. Áster de Nueva York
El género Symphyotrichum, conocido también como “áster de Nueva York” o “cielo estrellado”, es una planta que florece de forma similar a la margarita. El resultado son un grupo de refinadas flores que pueden adquirir tonos blancos, rosados o violetas.
Requieren una buena cantidad de horas de sol y un suelo bien drenado. La floración suele comenzar a finales del verano y permanecer durante el otoño.
4. El tulipanero es una de las mejores plantas de jardín que florecen en otoño
El Liriodendron tulipifera, tulíparo o tulipanero tiene una característica particular. Cuando su flor se encuentra cerrada, el parecido con el tulipán es evidente y de ahí su nombre.
Sin embargo, todo cambia cuando la misma se abre, ya que forma una gran boca. Durante el otoño ofrece hermosos tonos rojizos y anaranjados. En cuanto a su cuidado, requiere bastante humedad y mucho sol.
5. Salvia rusa
Si bien su nombre científico es Perovskia atriplicifolia, se la conoce como “salvia rusa” o “salvia yangii”. Se trata de un ejemplar con flores color lavanda, que aparecen a finales del verano.
Para fomentar su crecimiento óptimo es importante aplicar una poda a finales del invierno, con el objetivo de llegar a la próxima temporada a puro color. La salvia rusa precisa una exposición completa al sol.
6. Caléndula
La caléndula tiene la gran ventaja de soportar temperaturas diversas, por lo que su crecimiento es posible durante los meses fríos. Perteneciente a la familia de las asteráceas, este ejemplar se destaca por sus coloridas flores en tonos amarillos y anaranjados. Aportan un brillo único al jardín.
7. Pensamiento
Una de las plantas de jardín que florecen en otoño es el pensamiento; ejemplar híbrido y ornamental que aporta una gran variedad de colores. Son pequeñas, ya que no suelen superar los 25 centímetros de altura.
Ofrecen un grupo de flores vistosas con pétalos blancos, rosados o violetas. Precisan buena iluminación natural y un suelo nutritivo, por lo que se recomienda la aplicación de abono.
8. Anémona japonesa
Otro ejemplar un tanto más exótico es la Anemone hupehensis o anémona del Japón (en foto de portada), cuyas flores rosadas o blancas se combinan con estambres amarillos. Esta planta requiere algo más de sombra para crecer, por lo que es común colocarla bajo plantas más grandes. Además, son ideales para atraer mariposas al jardín.
9. Margarita
La Bellis perennis, mejor conocida como “margarita”, es una de las plantas más populares. No solo por sus flores decorativas, sino por su aroma y color.
La belleza de las margaritas es fácil de conseguir, ya que tienen un crecimiento silvestre que requiere cuidados mínimos. Resisten los climas hostiles y las bajas temperaturas, por lo que son ideales para adornar los jardines en invierno.
10. Hortensia
La hortensia es ideal para la temporada de frío, debido a que precisa algunas horas de sombra para florecer. El otoño y el invierno se caracterizan por tener menos tiempo de sol, algo que favorece el crecimiento de la hortensia.
Con sus grandes y amplios racimos, esta planta inunda los jardines con flores violetas, rosadas o lilas. Además, se adapta bien a la tierra y a las macetas, lo que la vuelve óptima para las terrazas.
Cuidados para las plantas de jardín que florecen en otoño
Tanto para los ejemplares mencionados, como para cualquier planta, los cuidados se modifican con la llegada de la temporada fría. Mantener la vegetación en el mejor estado durante el otoño y el invierno implica cambiar el abono y cuidar las raíces de las heladas.
Además, para algunas plantas es necesaria la protección en el interior del hogar. De todas formas, esta época también sirve para aprovechar las temperaturas menos cálidas y efectuar los riegos con menor frecuencia.
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