¿Qué podemos considerar una infidelidad?
Escrito y verificado por la filósofa Isbelia Esther Farías López
La infidelidad es un concepto cuyo alcance depende de la pareja en sí misma. Cada una es un mundo y por lo general no existe una negociación al inicio de la relación sobre lo que está permitido. Por este motivo, en ocasiones hay quienes caen en conductas que se pueden considerar poco éticas.
Si no están claras las condiciones del contrato de pareja es muy probable que haya problemas. Lo cierto es que el engaño hiere a la otra parte y puede arruinar la relación por completo.
Para algunos, un simple mensaje telefónico puede significar una infidelidad. Otros, por su parte, lo verán como una simple nimiedad y solo darán importancia si existe un acto físico entre la pareja y una tercera persona.
Sea como fuere, es importante hablarlo entre ambos. Profundicemos al respecto.
Tipos de infidelidad
Infidelidad por contacto
En el primer grupo encontramos encuentros físicos, sexuales o no, como:
- Besos con terceros.
- Relaciones sexuales con un tercero sin consentimiento de la pareja.
- Abrazos y caricias llenas de afecto y contención sin llegar a una mayor intimidad sexual.
Infidelidad emocional
Otras personas pueden considerar una infidelidad el hecho de tener sentimientos afectivos hacia otra persona, sin necesitad de tener un encuentro sexual.
- Tener sentimientos de amor y cariño por otro.
- Actuar como compañero sentimental dedicando tiempo y energía en la relación.
- Tener presente a otra persona en sus pensamientos diarios.
- Pensar en alguien más al momento de hacer el amor.
Ver también: Cómo perdonar la infidelidad y entender si vale la pena hacerlo
Infidelidad digital
En la actualidad, con el auge tecnológico, existen otras muchas conductas que se pueden considerar una infidelidad, como:
- Chats virtuales o mensajes telefónicos con expresiones manifiestas de deseo y de afecto.
- Comunicaciones en internet que incluyen fotografías o videos para alimentar fantasías sexuales.
- Flirteo a través de diferentes medios de comunicación sin concretar los encuentros.
Para todos los casos va la misma premisa. Ambos deben tener claro qué tipo de actitudes hacen daño a su pareja o qué consideran una falta de respeto.
En la mayoría de los casos en los que no se ha definido lo permitido o lo que no se acepta se derivan otras conductas. Comienzan los secretos, las mentiras, cambios de versiones u ocultamientos por miedo a la reacción.
La vida diaria se torna más compleja y, tarde o temprano, todo sale a la luz agravando la situación.
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Reacciones ante hechos que se pueden considerar una infidelidad
Cuando alguien se siente traicionado en sus sentimientos, las reacciones pueden ir hacia cualquier dirección.
Seguramente, si se piensa como un hecho hipotético, las respuestas no son las mismas que cuando se vive en carne propia. Y es que al momento de considerarse engañados las emociones no dan lugar al razonamiento.
Ruptura de la pareja
Hay personas que consideran la infidelidad como un acto de traición imperdonable. Por ello, ante el descubrimiento, consideran que es mejor romper ya que la confianza se ha roto.
Hay que tener en cuenta que una situación de estas dimensiones no solo es dolorosa a nivel emocional, sino que afecta sobremanera a la autoestima de la persona engañada. Por eso, no es difícil que se dé este tipo de reacción.
Enfado e ira
Otros sufren un ataque de ira en el que se desahogan a través de gritos e insultos al otro. El dolor y el shock son tan fuertes que necesitan soltarlo todo, sin medias tintas.
Puede que después de la explosión se relajen y puedan sentarse a hablar con el otro sobre lo que ha pasado. No obstante, también es probable que ocurra lo anterior y decidan poner punto y final a la relación.
Venganza
“Ojo por ojo y diente por diente” es la frase que prevalece durante un tiempo. En estos casos, la pareja decide permanecer junta, pero aquel que ha sido engañado es incapaz de no sentir rencor.
Por ello, puede que recurra también a una infidelidad para “equilibrar la balanza”. Esto, además de ser dañino para ambos, no es sano para el propio involucrado.
Si se ha decidido continuar con la pareja es porque, supuestamente, se le perdona. Al necesitar hacerle el mismo daño al otro, queda de manifiesto que la persona engañada no se encuentra tan bien como cree.
Dolor, análisis y nuevo contrato
Los más racionales pueden utilizar el dolor como un método de aprendizaje. Analizar la situación entre ambos, expresar lo que cada uno espera del otro y volver a empezar.
En general, las parejas tienen dificultades para comunicarse con sinceridad y fijar unos límites sobre lo que consideran una conducta adecuada en la relación.
Hablad con un terapeuta
Sea cual sea la reacción, es importante hablar sobre lo que ha pasado. Es normal que haya rencor y dolor, pero cada pareja es distinta y lo que funciona para unos puede no funcionar para otros.
Ante una infidelidad, es recomendable acudir a terapia de pareja, en especial si se ha decidido continuar juntos. De la misma forma, si el afectado considera que no quiere seguir, es necesario respetar su decisión.
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