¿Qué alimentos no se deben de guardar en la nevera?

Las bajas temperaturas del refrigerador no son la mejor opción para almacenar todos los tipos de alimentos. Te contamos qué debes evitar guardar en este electrodoméstico. 
¿Qué alimentos no se deben de guardar en la nevera?
Eliana Delgado Villanueva

Revisado y aprobado por la nutricionista Eliana Delgado Villanueva.

Última actualización: 08 noviembre, 2023

Hay algunos alimentos que no se deben guardar en la nevera. Si bien es cierto que las bajas temperaturas ayudan a evitar que muchos productos frescos se marchiten, se echen a perder o causen enfermedades por el crecimiento bacteriano, no siempre son la mejor opción para mantenerlos en óptimas condiciones.

Debido a las características de algunas frutas, vegetales, especias y cereales, el frío y la humedad puede causar alteraciones en su sabor, su textura y sus propiedades. En otros casos, los productos son lo suficientemente estables para conservarlos a temperatura ambiente en la despensa. Veamos en detalle cuáles son.

1. Patatas

Uno de los alimentos que debes evitar guardar en la nevera son las patatas. Si bien se conservan bien en temperaturas relativamente frías, la refrigeración y el congelado suelen estropearlas. En particular, hacen que sus almidones se transformen en azúcares reductores, lo que cambia su sabor y su textura.

Producen un «endulzamiento inducido por frío», además de una textura arenosa o blanda.

La mejor manera de conservarlas en casa es en ambientes frescos y secos. Un sencillo truco que puedes implementar es colocarlas en bolsas de papel abiertas o en cajas de cartón, alejadas de la luz directa.

Se estima que los sitios con temperaturas entre los 6 °C y los 10 °C son idóneas para que duren meses sin estropearse.



2. Pan

El problema de almacenar el pan en la nevera es que las bajas temperaturas hacen que su almidón se recristalice y pierda humedad. De este modo, las rebanadas pierden frescura, se secan y cambian de sabor.

En general, a temperatura ambiente se conserva bien por varios días. El pan casero puede durar de tres a cinco días; entre tanto, las versiones comerciales tienen un plazo de cinco a siete días. Introdúcelo en una caja de pan y mantenlo alejado de la luz solar directa.

3. Bananas inmaduras

Si las bananas están inmaduras, introducirlas en el frigorífico no es la mejor idea. Para que completen su proceso de maduración requieren de temperaturas más cálidas. Sin embargo, tampoco es conveniente dejarlas a la luz solar directa.

«Las bananas y los plátanos, son sensibles al frío y no se deben guardar en la nevera»European Food Information Council.

Para mantenerlas frescas y ralentizar un poco el proceso de maduración, intenta cubrir su punta con papel film. Si ya están muy maduras y dulces y quieres conservarlas, coloca la pulpa en el congelador. Luego podrás utilizarla en batidos, pasteles, helados, entre otras recetas.

4. Cereales

Ni la avena ni otros cereales como el arroz, el maíz o el trigo son compatibles con las temperaturas frías de la nevera. Más allá de resultar alteradas sus cualidades organolépticas, pueden perder nutrientes. Para que duren más tiempo, ponlos en recipientes herméticos en la despensa una vez los destapes.

Evita dejarlos en lugares muy cálidos. Además, asegúrate de sellarlos bien, ya que en su interior pueden filtrarse pequeños insectos que aceleran su deterioro.

5. Jamón serrano

El jamón serrano es una carne embutida que no precisa de refrigeración. De hecho, someterlo al frío puede producir algunos cambios en su sabor y su aroma. Para mantener su frescura, su humedad y su sabor característico es aconsejable mantenerlo en un lugar fresco, seco y ventilado.

La temperatura ideal ronda entre los 18 °C y los 23 °C. Si quieres darle una mejor conservación, cubre las áreas cortadas con papel film. Si es posible, aplica la propia grasa del jamón sobre la carne expuesta. En caso de notar alguna formación de moho, retírala y aplícale aceite de oliva a la carne.

6. Tomates

Los tomates son alimentos que se conservan bien por fuera de la nevera. El frío del refrigerador impide que completen su proceso de maduración y evita que adquieran compuestos volátiles que son claves para potenciar su aroma y su sabor. 

Las bajas temperaturas reducen sus ácidos y sus azúcares naturales; a su vez, los vuelve más blandos.

Reserva la refrigeración solo para los tomates maduros y deja los tomates frescos a temperatura ambiente en un lugar seco. Si ya están demasiado maduros, puedes elegir conservarlos en el congelador, con un proceso de secado o encurtidos.

7. Chocolate

El chocolate es uno de esos alimentos que por ningún motivo se debería guardar en la nevera. El frío hace que el agua se condense al reaccionar con el azúcar del producto; en consecuencia, se cristaliza en la superficie y forma una capa blanquecina. Esto altera tanto su sabor como su textura.

Por otro lado, al ser un alimento graso, es susceptible a absorber aromas de otros alimentos de la nevera. La temperatura ideal de conservación está entre los 16 y los 19 °C. Por eso, ponlo en un lugar fresco y oscuro como la despensa.

8. Sandía

La sandía, y frutas similares como el melón, no requieren refrigeración mientras están enteras. De hecho, la temperatura ambiente favorece la concentración de su sabor y su jugosidad. Al cortarla, se recomienda consumirla lo antes posible.

Si bien los trozos se conservan bien en la nevera, estos deben tratarse con mucho cuidado porque sus características acuosas los hacen susceptibles a la contaminación con salmonella o E.Coli. Así pues, si es que quieres guardar alguna porción que te quedó, ponla en un recipiente hermético o envuélvela en papel film.

9. Aguacates

Cuando los aguacates se almacenan por varios días a menos de 5 °C pueden desarrollar daños por frío. Además, las bajas temperaturas impiden que alcancen el grado de maduración idea. Si aún están verdes y duros, déjalos a temperatura ambiente en un lugar fresco y seco. 

Si quieres acelerar su maduración, ponlos en una bolsa con manzanas o plátanos. Refrigéralos solo si ya están maduros y aún no deseas comerlos. De ser así, en la nevera podrás conservarlos bien por un par de días más.

10. Cebollas

Aunque las cebollas se conservan bien en temperaturas frías, la humedad del refrigerador puede causarle problemas. Esto, sumado a la falta de aire fresco, afecta su textura y sus propiedades. Considera la nevera solo para guardar trozos cortados; eso sí, ponlos en un recipiente limpio y hermético.

11. Ajo

El ajo es uno de los alimentos que no hay que guardar en la nevera porque es innecesario. A temperaturas entre los 15,5 y los 18 °C el bulbo entero se conserva bien entre 3 y 8 meses. Eso sí, asegúrate de mantenerlos en un lugar fresco, oscuro y ventilado.

12. Miel

Meter y sacar la miel de la nevera produce cambios de temperatura que afectan su composición y sus propiedades. En consecuencia, el producto se cristaliza y pierde calidad. Por fortuna, es un alimento cuyos componentes le dan la estabilidad necesaria para mantener en buen estado al aire libre.

Puedes colocarla en la despensa o cualquier cajón. Eso sí, también asegúrate de que no quede expuesta a la luz solar directa o a fuentes de calor.

13. Café

La humedad de la nevera puede hacer que el café pierda sus propiedades, su aroma y la intensidad de su sabor. Es un producto que tampoco tolera bien los cambios constantes de temperatura. Por eso, si quieres mantenerlo en buen estado, almacénalo en el armario de la cocina, bien cerrado en una bolsa hermética.

14. Albahaca

Si te gusta utilizar albahaca fresca en tus recetas, evita guardarla en el refrigerador. La temperatura baja del electrodoméstico reduce su aroma y su sabor. Para conservarlas mejor, incorpora las hojas en un frasco hermético de cristal y cúbrelas con aceite de oliva. Luego, puedes usar el producto para condimentar.

Otra opción es dejar secar bien las hojas e introducirlas en un frasco hermético. De este modo, puedes agregarla después en guisados, carnes y sopas. Asegúrate de evitar que tenga contacto con la luz solar directa o la humedad. 

15. Aceite de oliva

Así como las altas temperaturas perjudican la calidad nutricional del aceite de oliva, las bajas temperaturas de la nevera también le causan alteraciones. En particular, hacen que el producto se solidifique y forme grumos. Procura almacenarlo entre los 18 y los 22 °C, en un lugar fresco, seco y oscuro.

16. Berenjenas

Cuando quieras preparar recetas con berenjenas, lo mejor es que las adquieras frescas en el mercado. Se trata de un alimento muy sensible a la humedad, que en el refrigerador puede sufrir alteraciones de sabor y textura.

Sin embargo, en el cajón de verduras dura solo de uno a cinco días. Por eso, si no las vas a utilizar pronto, mejor deja la compra para después.

17. Calabazas

Las calabazas son uno de esos alimentos que se conservan mejor por fuera de la nevera. En casi todas sus variedades, se benefician de la temperatura ambiente tanto para su maduración como para mantenerse frescas. En temperaturas por encima de los 10 °C pueden durar hasta seis meses.

18. Productos de conserva

Variedades como los atunes enlatados, las mermeladas, los encurtidos, entre otros productos de conserva no requieren refrigeración hasta que se destapen. En su fabricación, estos se someten a un riguroso proceso que impide que se descompongan a temperatura ambiente.

Aun así, es conveniente mantenerlos en la alacena, alejados de la humedad y la luz directa del sol. Al destaparlos, la mayoría sí se conservan mejor en la nevera.

19. Pimientos

No es que los pimientos se dañen dentro del refrigerador; no obstante, conservan mejor su textura y su aroma por fuera de este. Una vez los compres, lo mejor es secarlos bien y colocarlos en la caja de verduras en un lugar ventilado. Si decides meterlos a la nevera, asegúrate de hacerlo en los estantes menos fríos.

20. Productos de bollería

Tal y como ocurre con el pan, introducir los productos de bollería en la nevera es un error. Debido a sus propiedades, pueden absorber con facilidad los olores de otras comidas y alimentos. Eso sin contar con que la humedad cambia su sabor y su textura. Procura mantenerlos a temperatura ambiente, en un espacio seco.

21. Pepinos

Con los pepinos sucede algo similar que con la sandía y el melón. Al meterlos en la nevera durante muchos días, pueden sufrir lesiones por frío. Esto deriva manchas acuosas, cambios en su textura y una coloración amarillenta.

En general, suelen tener una mejor conservación en ambientes secos y oscuros. Una vez los cortes, asegúrate de guardarlos en recipientes herméticos o envueltos en papel film en el refrigerador. Consúmelos lo antes posible.



22. Salsas

Las salsas picantes y la salsa de tomate se elaboran con una cantidad significativa de vinagre. Esto, además de la sal y el azúcar, ayudan a conservarlas en buenas condiciones a temperatura ambiente. Hay quienes dicen que es la mejor manera de mantener su sabor.

En cualquier caso, dejarlas o no fuera de la nevera es algo más bien de preferencia. Según información de la aplicación FoodKeeper del USDA aunque la salsa picante se conserva fresca hasta por 6 meses a temperatura ambiente, puede durar mucho más si se guarda en la nevera.

Lo que debes recordar

Las temperaturas frías del refrigerador ayudan a ralentizar el proceso de degradación de una amplia variedad de alimentos. De este modo, se pueden conservar por largos periodos de tiempo sin que resulten alteradas sus propiedades.

No obstante, hay ciertos tipos de alimentos que es mejor no guardar en la nevera. Debido a su composición y a sus características, el frío, la humedad y la condensación alteran su sabor, su olor, su textura y su color. En estos casos, la temperatura ambiente suele ser una mejor opción.


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