¿Qué le pasa al cuerpo cuando no comes durante varios días?
Escrito y verificado por el médico Carlos Fabián Avila
Muchas personas, en su afán de bajar de peso o por tener un trastorno que altera su percepción corporal, recurren a dietas y otras medidas extremas. Esto los puede llevar a no comer durante varios días, una acción que puede desencadenar en complicaciones mortales.
En general, el cuerpo humano está capacitado para sobrevivir varias horas, días e incluso semanas sin comer. Aunque esto es un hecho, no quiere decir que hacerlo sea positivo o beneficioso para la salud.
Hasta los periodos de no comer durante horas se traducen en alteraciones fisiológicas del metabolismo, de manera que los episodios prolongados tienen secuelas más graves. Hoy reflexionamos al respecto, y los hacemos de la mano de lo que los científicos saben sobre ello.
La moda de no comer
Tal y como advierten los expertos, muchas personas se sienten presionadas y buscan desesperadamente modificar su aspecto para poder encajar con el concepto de belleza socialmente aceptado. Por lo general, dicho concepto se relaciona estrechamente con lucir un cuerpo lo más delgado posible
Y en lugar de ir al médico o al nutricionista, a menudo, las personas buscan soluciones en fuentes poco o nada fiables. Así, terminan adoptando cualquier fórmula milagrosa que les ayude a perder peso. Lo peor de todo es que estas fórmulas no son nada realistas y, mucho menos, saludables.
Desafortunadamente, se ha puesto de moda la idea de dejar de comer durante varios días para reducir peso en poco tiempo. En efecto, no comer durante varios días ayudará a perder peso, pero traerá consigo varios problemas al organismo; muchos de ellos de carácter irreversible.
Y hay que destacar que, cuando se vuelve a comer «como de costumbre», la persona recupera el peso perdido y, entonces, se frustra y vuelve a dejar de comer otra vez. A veces la presión social no es el único desencadenante de no comer por varios días, sino que una amalgama de variables pueden incidir en el proceso:
- Disfunción en el circuito de recompensa (los cuales se sabe pueden ocasionar trastornos alimentarios).
- Experiencias de vida adversas durante la primera infancia (existe evidencia de que pueden desencadenar en trastornos alimentarios).
- Problemas económicos y financieros que llevan a restringir total o parcialmente la ingesta de alimentos.
- Creencias religiosas (las cuales llevan a la personas a establecer ayunos extremos).
Estas son solo algunas razones por las cuales alguien puede optar por no comer durante varios días. En la práctica hay muchas, pero como hemos mencionado la moda y el ideal por un cuerpo delgado rigen muchas de las acciones de este tipo.
Si no comes, el hipotálamo buscará equilibrar
El hipotálamo es una glándula endocrina que se encuentra en la base del cerebro y una de sus funciones es regular el balance energético. De este modo controla el hambre y la saciedad, tal y como han señalado los especialistas.
Según la energía que necesita tu cuerpo, activará los mecanismos necesarios para satisfacer el requerimiento y esto lo hace a corto y a largo plazo. De ahí que, aunque no comas un día, el hipotálamo recurrirá a reservas de energía que compensen la falta.
No comer o ayunar pudiera desencadenar desórdenes neurológicos antes que metabólicos, y trastornos de base que podrían desencadenar obesidad o anorexia.
Procesos bioquímicos al no comer
De acuerdo con un artículo publicado en Journal of Food Science and Nutrition en 2018, al no comer se van desencadenando progresivamente una serie de procesos orgánicos perjudiciales para la salud a los que vale la pena prestar atención.
Las seis primeras horas
La glucosa es el principal combustible del que se alimentan las células y se obtiene a través de los carbohidratos. En particular, el cerebro requiere de una cuarta parte de la glucosa de la que dispone el organismo, y del resto se alimentan los tejidos musculares y los glóbulos rojos.
Al no comer, dejamos de aportar los carbohidratos que se convierten en glucosa. Por lo tanto, no le brindamos la energía necesaria al organismo.
Sin embargo, hasta seis horas después de no comer el cuerpo funciona con total normalidad. De hecho, toma el glucógeno almacenado y lo convierte en glucosa, alimentando al cerebro y demás células.
El desayuno, una comida fundamental
Pero aunque parezca que el cuerpo funciona con normalidad, omitir el desayuno sea porque no se quiere llegar tarde al trabajo o a la escuela, o bien por inapetencia, trae consecuencias en especial a los niños en edad escolar. No comer deja sin glucosa el cerebro y funciones cognitivas como la memorización se verán afectadas.
«Desayunar se ha asociado a un mejor aprendizaje y un mejor rendimiento escolar en los niños. Por el contrario, saltarse el desayuno afecta de forma negativa a la capacidad de resolver problemas, a la memoria reciente y a la atención».
– Pediatras M.J. Galiano Segovia, J.M. Moreno Villares –
El 25 % de los nutrientes del día se omitirían si no se desayuna. La importancia del desayuno reside en que promueve la liberación de insulina que estimula a su vez la síntesis de enzimas que actúan en la formación de neurotransmisores, los cuales aportan los niveles plasmáticos y cerebrales que requiere el trabajo intelectual. No desayunar es en definitiva una pésima idea.
Por otro lado, existe una relación directa entre saltarse el desayuno y el aumento del Índide de Masa Corporal (IMC). De igual modo, se sabe que el ayuno (prolongado o intermitente) altera el metabolismo de los lípidos, de la glucosa, de las proteínas y el metabolismo neuroendocrino. Entonces, no se trata en absoluto de un hábito que pase desapercibido.
La séptima hora sin comer
Seguramente todas las personas hemos experimentado la séptima hora sin comer. A partir de este momento, se empieza a agotar la fuente de glucógeno. De acuerdo con la evidencia, su efecto visible es el mal humor, la distracción y la reducción de las capacidades cognitivas.
Desde las 7 hasta las 72 horas sin comer
Como el glucógeno no es suficiente, el organismo comienza a buscar otros elementos que pueda convertir en glucosa. Para ello, el cuerpo rompe la grasa, donde encuentran ácidos grasos de cadena larga que contienen suficiente glucosa. No obstante, debido a su grosor, no pueden llegar hasta el cerebro, aunque sirven para los tejidos y la sangre.
Por eso, el cerebro utiliza los ácidos grasos de cadena corta, a pesar de que no logran cubrir más que el 75 % del requerimiento cerebral de energía.
Como consecuencia, empezamos a sentir un empeoramiento de las funciones cognitivas como problemas de concentración, memoria y no tenemos la misma capacidad de reacción. Experimentos realizados sobre 72 horas de ayuno han señalado que este influye directamente en el neurometabolismo, todo esto como una respuesta adaptativa del organismo para sobrevivir.
Desde el tercer hasta el séptimo día
A partir del tercer día, el cerebro se adapta a funcionar metabolizando los cuerpos cetónicos con el fin de ahorrar proteínas.
Bajo estas circunstancias, el cuerpo pone en funcionamiento el proceso de romper las proteínas. De esa manera se obtienen aminoácidos de los que se extrae suficiente glucosa para alimentar al cerebro.
Aunque eso tal vez pueda sonar positivo, en realidad el cuerpo se está consumiendo a sí mismo, pues está alimentándose de su propia masa muscular.
En las mujeres, este proceso ocasiona la alteración de su ciclo menstrual, ya que el cuerpo intenta disminuir al mínimo el gasto energético. Además, esto ocasiona pérdida de la densidad ósea y la disminución del apetito sexual.
Entre 1 y 2 semanas
En este período podemos hablar ya de las consecuencia de no comer durante varios días. Las secuelas en este punto pueden ser irreversibles, aunque depende de muchas variables. El peso real con el cual se inició, la edad y el sexo son algunas de ellas.
El cuerpo continúa rompiendo las proteínas para alimentarse, proceso en el cual genera daños a los órganos y a todo el sistema inmunitario. Con esta situación se incrementa la probabilidad de padecer cualquier enfermedad.
De tres semanas a 70 días
En ciertos casos, se puede sobrevivir por más de tres semanas y hasta setenta días sin comer. Ello dependerá de la cantidad de grasa almacenada, así como del agua que se consuma.
No obstante, en cualquiera de los casos el organismo seguirá en el proceso de consumirse hasta que fallezca. Por eso, es indispensable mantener una adecuada alimentación.
Busca ayuda profesional
Si deseas bajar de peso, lo mejor es que busques la asesoría de un profesional (médico o nutricionista) que prepare un plan adecuado a tus necesidades. De esa manera tu cuerpo podrá lucir mejor, sin perder salud y sin necesidad alguna de pasar hambre.
También es conveniente señalar que el cuerpo puede responder de forma negativa luego de episodios de no comer por varios días. Esto puede suceder incluso cuando la alimentación se hace vía enteral o parenteral. Por ejemplo, puede ocurrir lo que se conoce como síndrome de realimentación.
Es por esta razón que la mediación de un equipo de profesionales es imprescindible para abordar este tipo de problema. Mientras más se posterga la asistencia médica, mayores son las complicaciones asociadas. Se debe actuar a tiempo para evitar situaciones irreversibles e incluso mortales.
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