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4 recetas con canónigos fáciles y deliciosas

7 minutos
Durante la Edad Media, los canónigos se cultivaban en los jardines de los monasterios. De aquí recibe su nombre esta planta, también conocida como "hierba de los gatos", "lechuga de campo" o "milamores".
4 recetas con canónigos fáciles y deliciosas
Anna Vilarrasa

Escrito y verificado por la nutricionista Anna Vilarrasa

Última actualización: 09 abril, 2022

Emparentados con la valeriana y originarios de Europa, se consumen formando parte de un sinfín de ensaladas o acompañando todo tipo de platos. Sin embargo, combinan bien con variados ingredientes, por lo que es posible probar otras recetas con canónigos.

Su sabor delicado, parecido a las nueces, y su textura un poco crujiente, los acabarán convirtiendo en uno de los nuevos representantes preferidos a la hora de cocinar vegetales.

Recetas con canónigos: una planta saludable y deliciosa

Los canónigos despiertan la atención en la cocina por su forma y su sabor característicos. El consumo ha aumentado mucho en los últimos años, gracias a una mayor accesibilidad a la hora de comprarlos y prepararlos. Son una excelente forma de aumentar la presencia de vegetales en la dieta.

Como todas las verduras, están compuestos en gran parte por agua y son muy ligeros. Aportan un buen porcentaje de fibra y son fuente de micronutrientes que el cuerpo necesita en el día a día y que le otorgan algunos beneficios para la salud:

  • Son fuente de vitaminas C y E.  
  • Tienen betacarotenos precursores de la vitamina A. Esta juega un papel destacado en el sistema inmunitario, la visión y la reproducción.
  • Poseen ácido fólico, una de las vitaminas del grupo B. El organismo lo necesita para producir el ADN y otro material genético. 
  • En 100 gramos de canónigos se encuentran 2 miligramos de hierro. Este es clave para el transporte de oxígeno a las células y con su ingesta se previenen las anemias.
  • También es una fuente de potasio, necesario para la transmisión nerviosa y la contracción muscular. Aumentar su consumo y disminuir el de sodio puede ayudar a controlar la presión arterial elevada.

Descubre: Ácido fólico bajo: ¿por qué ocurre y cuáles son sus consecuencias?

Opción 1: ensalada de canónigos y espárragos

Con las cuatro recetas con canónigos que se presentan en el siguiente artículo se podrán preparar de distintas formas para disfrutar de ellos en cualquier momento del día. Vayamos a la primera.

Ingredientes para 4 raciones

  • 200 gramos de canónigos.
  • 8 rabanitos.
  • 16 puntas de espárragos.
  • 25 gramos de maíz frito.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Vinagre.
  • Sal.
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Añadir espárragos aumenta la calidad nutricional de la receta, ya que son vegetales con beneficios para la salud.

Cómo preparar la ensalada

  1. En primer lugar, lavar y secar bien los canónigos. Colocarlos en una fuente para ensaladas.
  2. A continuación, lavar y cortar los rabanitos en lonchas muy finas. Agregar a la fuente con los canónigos. Colocar encima las puntas de espárrago bien escurridas.
  3. En el último momento preparar el aliño. Para ello, aplastar el maíz en un mortero y salpicar encima de la ensalada.
  4. Sazonar con sal, aceite de oliva y vinagre al gusto.

Opción 2: tortilla de claras con jamón de pavo y canónigos

Esta receta está pensada para un desayuno distinto al que acostumbramos a tomar de forma habitual. Aunque también es perfecta para un entrante o una cena ligera.

Ingredientes para elaborarla

  • 140 gramos de clara de huevo. 
  • 1 pizca de ajo en polvo.  
  • 4 tallos de cebollino.
  • 1 cucharadita de especias al gusto: pimentón, jengibre, comino, cebolla, perejil.
  • Sal.
  • 2 lonchas de pechuga o jamón de pavo braseado. 
  • 1 puñado de canónigos.
  • Aceite de oliva virgen extra. 

Paso a paso

  1. Para empezar a preparar esta receta con canónigos poner una sartén antiadherente en el fuego. Añadir aceite de oliva y verter las claras un poco batidas. No es necesario que esté muy caliente, ya que de este modo se cuecen de forma unánime y no queda cruda por encima.
  2. Dejar a fuego medio y, mientras empieza a cuajar, condimentar con las especias. Después lavar y cortar el cebollino muy fino y añadir también por encima de la tortilla.
  3. En este momento, tapar un poco la sartén con el fin de favorecer la cocción homogénea. Al cabo de unos 2 minutos ya está lista, aunque depende de la sartén y la intensidad del fuego.
  4. En el momento en que las claras están cuajadas, retirar del fuego y colocar sobre un plato. Incorporar el jamón y los canónigos en una mitad y doblar. Otra opción es enrollar la tortilla y presentarla como un burrito.

Lee más: Conoce la importancia de las proteínas en el desayuno

Opción 3: ensalada de canónigos, fresa y queso

Cuando ya están las primeras fresas en el mercado es momento de añadirlas a las recetas. Esta colorida y sabrosa ensalada es una opción interesante.

Ingredientes para elaborar 4 raciones

  • 150 gramos de canónigos.
  • 12 fresas medianas.
  • 100 gramos de queso manchego.
  • 1 puñado de pistachos sin sal. 
  • 2 cucharadas de coco desecado en láminas.
  • 1/2 cucharadita de café de semillas de sésamo.
  • 1 pizca de sal.
  • 3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.
  • 1 cucharada sopera de vinagre balsámico de Módena (opcional).

Pasos a seguir para prepararla

  1. Antes de empezar a montar el plato, preparar todos los ingredientes. Lavar y escurrir bien los canónigos para que estén tersos y frescos. Limpiar también las fresas con agua, secar y después retirar el pedúnculo. Cortar en 4 trozos.
  2. Pelar los pistachos si se han comprado con cáscara. Si es posible, retirar un poco de la piel fina del interior. Para hacerlo más fácil se pueden partir por la mitad.
  3. Acto seguido, preparar la salsa de la ensalada. Para ello, mezclar en un bol pequeño el aceite de oliva, la sal y el vinagre. 
  4. En el momento de servir se puede hacer en un cuenco o en platos individuales. Disponer los canónigos en la base y colocar las fresas encima. Repartir el queso y los pistachos junto con las lascas de coco y las semillas de sésamo. Aliñar al momento con la vinagreta.

En vez de usar coco desecado, también es posible añadirlo fresco. En este caso, cortar las láminas finas con la ayuda de un pelador de frutas. 

Si no se dispone de queso manchego es posible utilizar otras variedades, como un queso de cabra curado o queso feta. 

Opción 4 y última de las recetas con canónigos: crema de aguacate

Más allá de las ensaladas, los canónigos se pueden introducir en la dieta diaria mezclados en un plato de verduras variadas o una crema caliente. En este caso, una variante del gazpacho verde con base de aguacate.

Ingredientes

  • 3 aguacates.
  • 1/2 calabacín y 1/2 pepino.
  • 2 puñados de canónigos.
  • 1 diente de ajo.
  • 30 gramos de miga de pan.
  • 1 cebolla tierna.
  • 1 pizca de pimienta negra.
  • Cebollino.
  • 1 chorrito de nata líquida.
  • Zumo de limón.
  • Vinagre de Módena.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Sal.
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Los canónigos son versátiles y, tanto como parte de ensaladas como en cremas, aportan sus nutrientes vegetales.

Paso a paso para elaborar 4 raciones de crema

  1. Poner en un cuenco grande (para poder triturar bien con la batidora) los aguacates, el calabacín, el pepino, la cebolla y el diente de ajo. Antes de esto, lavar y cortar las verduras en trozos pequeños.
  2. A continuación, agregar la miga de pan remojada en agua, los canónigos, la nata, el vinagre, el aceite, la sal y la pimienta al gusto.
  3. Empezar a triturar y añadir poco a poco la cantidad de agua suficiente para obtener la textura deseada. Corregir de sal y reservar en la nevera hasta el momento de servir.
  4. La crema de aguacate se puede decorar por encima con trozos de pan tostado, galletitas saladas, un poco de huevo duro rallado o cebollino picado. 

Últimas consideraciones para poner en práctica las recetas con canónigos

Los canónigos más sabrosos suelen ser los de tamaño pequeño. En las ensaladas se pueden mezclar con otro tipo de hojas verdes, como espinacas baby, rúcula o mezcla de lechugas o escarola.

A partir de las recetas con canónigos presentadas en este artículo se pueden preparar variantes. Su sabor delicado se entiende bien con champiñones, judías verdes, calabacines, remolachas, patatas, nueces, manzanas, uvas o salmón.

Las hojas se conservan bien en el refrigerador durante 2 o 3 días. Mucho mejor guardarlas en una bolsa de plástico un poco perforada o cubierta con papel de cocina. De este modo, no absorbe los olores del resto de los alimentos.

Antes de cocinar, lavar bien bajo un chorro de agua fría. Es preferible no dejar en remojo, pues es un poco delicada. Del mismo modo, se aconseja aliñar en el último momento para evitar que las hojas pierdan su frescor.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


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  • National Institutes of Health. Office of Dietary Supplements. Potasio. U.S. Department of Health & Human Services. Marzo 2019.
  • National Institutes of Health. Office of Dietary Supplements. Vitamina A. U.S. Department of Health & Human Services. Febrero 2020.

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