¿Eres víctima de la resistencia a perder peso? Descubre las razones
Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto
La motivación al comenzar un estilo de vida saludable es inmensa, pues se toman como referencia los resultados sorprendentes con cambios drásticos en las tallas. No obstante, los casos de resistencia a perder peso son los que se evidencian con mayor frecuencia. ¿Por qué ocurren estos problemas?
Lo cierto es que no resulta suficiente con una dieta y ejercicio constante, ya que hay que cuidar un mayor número de detalles y estar atentos a los errores. En ese sentido, si continúas leyendo descubrirás cuáles son las principales razones de que se complique en demasía la pérdida de peso.
Principales razones de la resistencia a perder peso
Con regularidad, la resistencia a perder peso se debe a la acumulación de razones que expondremos a continuación. A tal efecto, no suelen presentarse de forma aislada. En definitiva, si el objetivo es dejar la frustración en cada nueva visita a la báscula, se recomienda poner atención a los siguientes factores.
1. Beber poca agua
La importancia del agua para el organismo es conocida. Sin embargo, las rutinas saludables pueden pasar por alto lo elemental para enfocarse en puntos que se consideran más complejos.
En líneas generales, se requieren entre 1,5 y 2 litros de agua al día. Claro que de acuerdo al peso, la estatura, la edad y la actividad que se realice habrá que hacer ajustes en la cantidad total.
Más allá de esto, la resistencia a perder peso se produce porque la deshidratación afecta la quema de grasas en el organismo. Por ende, la lipólisis al hacer ejercicio no será tan eficiente sin tomar la cantidad de agua necesaria.
2. Comer peor de lo que piensas
Al hacer dieta, se le da prioridad a conceptos como la reducción de calorías ingeridas. Y aunque es importante, no debe ser lo único que evalúes para perder peso. Por ejemplo, hay que prestar atención a la reacción del organismo ante ciertas medidas alimenticias.
Comer cada 3 o 4 horas puede ser negativo si, además, forman parte de la dieta de manera desorganizada los productos procesados. Así pues, si el balance entre el hambre y la saciedad no está en su justa medida, el cuerpo puede interpretar que requiere una conservación mayor de energía, por lo que mantendrá la grasa.
3. Presencia de estrés frecuente
El estrés emocional es otra de las barreras en la resistencia a perder peso. ¿Por qué? Pues porque viene acompañado del ahorro de energía a causa del instinto de supervivencia. Por otro lado, se suele utilizar la comida como medio para frenar esas sensaciones incómodas que nos perturban, provocando que se coma más de lo indicado y en cualquier horario.
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4. Interferencia de la medicación
Existen medicamentos que alteran la respuesta del cuerpo a la reducción de peso. Por consiguiente, si se está recibiendo algún tratamiento asociado a la depresión, la diabetes o la hipertensión arterial, la visita a un médico será determinante para que no exista incompatibilidad con el acondicionamiento físico.
5. No haces suficiente actividad física
La resistencia a perder peso puede llegar después de un cambio importante. Al superar la primera etapa y notar una mejor figura, aparece el estancamiento. Esta situación suele ser producto de una actividad física insuficiente.
Si antes funcionó la rutina de entrenamiento para conseguir modificaciones sustanciales, es probable que se requiera un ajuste de mayor intensidad con el fin de que la evolución física no se detenga.
6. Poco descanso
De acuerdo a un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, dormir 8 horas diarias mejora las conductas alimentarias y ayuda a mantener el peso corporal deseado.
El descanso por debajo de las horas mínimas recomendadas hace que los niveles de cortisol asciendan, lo que tiene dos efectos principales en la resistencia a perder peso: incremento del hambre y del déficit de hormonas regenerativas. Ambos confluyen en el acúmulo de grasa corporal.
7. Presencia de alcohol en la dieta
Para cerrar las principales razones que te hacen víctima de la resistencia a perder peso, precisamos el consumo de alcohol durante la dieta. De hecho, fuera de la dieta esta bebida en exceso también tiene derivaciones negativas.
Mencionando de forma estricta la incidencia en el peso, encontramos que tiene las calorías necesarias (1 gramo de alcohol presenta más de 7,07 calorías) para derrumbar en poco tiempo el esfuerzo del ejercicio. Además, perjudica la función del hígado y debilita la capacidad para quemar grasa.
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La resistencia a perder peso comienza en la salud mental
La resistencia a perder peso es un mal que no debe obsesionarnos al ver cómo los esfuerzos no alcanzan la meta anhelada. En realidad, debe servir como activación para cambiar esos hábitos que perjudican de un modo silencioso.
Algunas consideraciones adicionales que pueden complementar las 7 razones antes expuestas son las siguientes:
- Considera practicar el ayuno intermitente.
- Conoce tu umbral homeostático.
- No olvides variar las rutinas de entrenamiento.
- No te distraigas mientras comes.
- Evita beber zumos de frutas y refrescos.
Asimismo, cuidar la salud mental es el primer paso que conduce a cambios físicos. Teniendo bien la mente, la alineación del resto de factores no representará un reto inalcanzable. ¡Cambia y encuentra tu peso ideal!
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