¿Tienes dolores recurrentes en la cadera? Descubre cuál puede ser su posible causa
Los dolores en la cadera se han convertido en uno de los motivos de consulta médica más habituales, en especial a partir de los 60 años. Se trata de un dolor intenso en las articulaciones que rodean la cadera, que casi siempre está acompañado de una sensación de pesadez que puede dificultar el movimiento.
En ocasiones, los síntomas se extienden hasta el vientre y la espalda, y pueden provocar incapacidad para hacer algunas tareas. Las enfermedades inflamatorias, los traumatismos y el deterioro de las articulaciones son los principales factores asociados a su aparición.
Sin embargo, teniendo en cuenta que se suelen desconocer sus desencadenantes, a continuación queremos compartir los más comunes, según la evidencia científica aportada por la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU.
Factores que pueden causar dolores en la cadera
La articulación de la cadera no es indestructible. Con la edad y el uso, el cartílago puede desgastarse o dañarse. Los músculos y tendones de la cadera pueden sobrecargarse, y los huesos de la cadera pueden romperse durante una caída u otra lesión. Cualquiera de estas condiciones puede provocar dolores en la cadera.
Mala postura
Las malas posturas, tanto al caminar como al permanecer en reposo, son una de las causas más habituales de los dolores leves y fuertes en la cadera.
El dolor es el resultado de permanecer por tiempo prolongado en una misma posición, pues esto afecta directamente a los músculos y las articulaciones. También puede estar relacionado con la forma de algunos tipos de asientos, el uso prolongado de tacones de más de 4- 5 centímetros de alto o la práctica de ciertas actividades de exigencia física.
Para ponerle remedio, además de mejorar la higiene postural, es esencial seguir las pautas del médico y el fisioterapeuta.
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Bursitis de cadera
La bursitis es una enfermedad inflamatoria que se caracteriza por la hinchazón de las pequeñas bolsas que contienen el líquido que amortigua los huesos, los músculos y los tendones.
Las bursas son unos pequeños sacos ubicados cerca de grandes articulaciones, como la rodilla, los hombros y la cadera. Dado que están expuestas a traumatismos, es común que tengan que ver con los dolores recurrentes de la cadera.
Osteoartritis
La osteoartritis es una condición que se caracteriza por la inflamación de los huesos y las articulaciones, producto de un deterioro gradual del cartílago que los protege de la fricción.
Esta enfermedad puede desarrollarse en cualquier articulación, y afecta con frecuencia las manos, las rodillas y la cadera. Sus síntomas se manifiestan de manera progresiva y, aunque pueden ser controlados con algunos medicamentos, no existe una cura definitiva.
Cuando se produce en la cadera, se localiza en las articulaciones anteriores y la ingle. Provoca inflamación y un dolor que puede variar de intensidad.
Fractura de cadera
La fractura de cadera es una emergencia médica que se debe atender de inmediato, ya que sus complicaciones pueden afectar la movilidad de manera definitiva y, en casos extremos, amenazar la vida.
Su riesgo se incrementa con la edad, pues el sistema óseo disminuye su densidad por las dificultades del cuerpo para absorber los nutrientes. No obstante, puede producirse en edades tempranas, bien sea por el desarrollo de una enfermedad crónica o por algún tipo de traumatismo.
Tendinitis
La tendinitis se produce por la inflamación de los tendones que sujetan los músculos a los huesos. Se produce en cualquiera de los tendones del cuerpo, pero es más común en codos, rodillas y cadera.
Los más afectados son los deportistas y personas cuyo trabajo requiere exigencia física; sin embargo, puede responder a un traumatismo o una enfermedad.
Cuando se produce en la zona de la cadera se conoce como tendinitis del músculo ilíaco y, algunas veces, junto al dolor se produce un incómodo chasquido con algunos movimientos.
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Ciática
La ciática se produce por la irritación o inflamación del nervio ciático. Este es el nervio más grande del cuerpo humano y, cuando se lesiona, ocasiona dolores desde la espalda baja hacia las caderas, así como la parte posterior de la pierna.
No se considera una enfermedad como tal, ya que suele originarse como síntoma de condiciones médicas subyacentes, como la hernia de disco, estenosis espinal y la enfermedad degenerativa del disco.
Junto al dolor en la cadera aparece una incómoda sensación de hormigueo en las extremidades inferiores. No obstante, con reposo, analgésicos y algunos ejercicios de estiramiento se puede acelerar su recuperación.
Recomendaciones para tratar los dolores de cadera
Como hemos podido ver, el origen del dolor de cadera puede variar mucho y no siempre representa un problema grave. No obstante, eso no quiere decir que se le deba restar importancia o que no sea buena idea consultar al médico. Todo lo contrario, es muy importante solicitar atención médica, en especial cuando se produce de manera recurrente y dificulta realizar actividades cotidianas o incluso conciliar el sueño por la noche.
La Fundación contra la Artritis recomienda ir al doctor si el dolor de cadera no se calma con hielo, durante el descanso nocturno o si persite por varios días aún con reposo y la práctica de ejercicios suaves. Asimismo, señala que no es recomendable automedicarse, pues esto podría complicar la situación e impedir que el médico pueda realizar un diagnóstico acertado de manera temprana.
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