Conoce los 9 tipos de cirugía refractiva y sus características
Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto
La cirugía refractiva es una intervención quirúrgica que se lleva a cabo para corregir un defecto visual de refracción. Esto es, un problema de visión que tiene lugar cuando la forma del ojo no permite enfocar bien. Ocurre por el envejecimiento del cristalino, por el cambio en la forma de la córnea y por otras causas puntuales.
Los defectos de refracción más habituales son la miopía, la hipermetropía, la presbicia y el astigmatismo. En general, todos ellos provocan visión borrosa. La cirugía refractiva se propone resolver estas anomalías.
En la actualidad, es un procedimiento muy seguro y al alcance de la mayoría de las personas.
¿Qué es la cirugía refractiva?
En el ojo hay dos lentes: la córnea y el cristalino. Cuando ellas presentan algún defecto, se produce una anomalía en la forma como la luz penetra en el ojo y se proyecta en la retina. El resultado es una visión disminuida o inadecuada.
Los problemas en la córnea y el cristalino pueden compensarse, al menos de forma parcial, mediante el uso de gafas o lentes de contacto. Sin embargo, en los últimos años se ha desarrollado una nueva alternativa: la cirugía refractiva.
La misma puede modificar la forma de la córnea mediante el uso de láser. Así mismo, se puede optar por implantar una lente dentro del ojo para mejorar la visión. La opción terapéutica depende de las características específicas de cada paciente.
Requisitos
Hay varios tipos de cirugía refractiva y, ya que se trata de un procedimiento muy personalizado, se requiere de estudios previos para establecer cuál es la mejor opción para cada persona.
Este tipo de operación no es recomendable para todo el mundo. Es necesario que el candidato cumpla con ciertos criterios físicos y psicológicos.
El paciente debe ser mayor de edad, tener una graduación visual estable en el último año, una buena salud ocular más allá del problema de refracción y expectativas realistas frente a la intervención.
La cirugía refractiva no es recomendable para las personas que tengan enfermedades oculares como glaucoma o retinopatía, o que vean por un solo ojo. Tampoco para quienes padezcan enfermedades autoinmunes. Salvo excepciones que determinan los oftalmólogos.
Tipos de cirugía refractiva
Existen diferentes técnicas quirúrgicas para corregir un mismo problema. El tipo de cirugía refractiva conveniente en cada caso va a depender de las condiciones específicas del paciente.
1. LASIK
El LASIK es un tipo de cirugía refractiva en el que se moldea la zona central de la córnea para lograr que esta adquiera una curvatura perfecta y, de este modo, consiga un enfoque correcto de las imágenes en la retina.
LASIK es la sigla de Laser Assisted in Situ Keratomileusis. Emplea incisión y láser. Suele realizarse para la miopía o la hipermetropía, asociadas o no al astigmatismo. Es ambulatoria e indolora, con un posoperatorio sencillo.
2. Femtolasik y Epi-LASIK
Esta cirugía refractiva es similar a la anterior, pero en este caso se emplea un láser de alta precisión y no requiere de incisión. Por lo tanto, es mucho más segura y eficaz. Ofrece unos resultados de mayor calidad y con menos riesgos.
El Epi-LASIK, por su parte, se lleva a cabo en pacientes que no son buenos candidatos para el LASIK convencional, porque tienen una córnea demasiado fina o muy irregular. Los resultados suelen ser muy buenos.
3. SBK
SBK es la abreviatura de Queratomileusis sub-Bowman y se trata de otra variante del LASIK. Ofrece mejores resultados y un posoperatorio con mínimas molestias.
Así mismo, esta cirugía refractiva genera mayor agudeza visual que la alcanzada con LASIK. Hay mayor estabilidad en la córnea.
4. PKR
PKR es la abreviatura de Photorefractive Keratectomy. Este tipo de cirugía refractiva también está indicada para pacientes con córnea muy fina, irregular o con sequedad ocular.
Tiene los mismos efectos del LASIK, pero no se recomienda a pacientes con hipermetropía asociada al astigmatismo. Es un procedimiento muy seguro, aunque el posoperatorio puede durar hasta 3 días.
5. LASEK
LASEK es la abreviatura de Laser Epithelial Keratomileusis. Es una variante de la técnica PKR.
Protege la córnea con mayor eficacia y previene riesgos frente a traumatismos oculares. Está indicada para las personas que hacen deportes o que trabajan en alguna actividad que podría afectar la córnea.
La intervención es más dolorosa y el posoperatorio es más largo. Los grandes miopes se benefician mucho de esta cirugía refractiva.
6. ICL
En esta cirugía refractiva se inserta una lente entre el iris y el cristalino. La graduación le permitirá al paciente prescindir de las gafas.
Está indicada para casos de miopía. Es una intervención muy invasiva, pero ofrece resultados de buena calidad que mejoran la visión de manera significativa.
7. FLEX y SMILE
Esta es una alternativa segura y eficaz al LASIK y al PKR. El procedimiento SMILE (Small Microinvasive Lenticule Extraction) es mínimamente invasivo y poco agresivo. Se emplea para miopía y astigmatismo.
A diferencia de otros tipos de cirugía refractiva, esta no actúa en las capas superficiales de la córnea. Eso la hace más segura. Se recomienda para deportistas.
8. CK
A este tipo de cirugía refractiva también se le conoce como queratoplastia conductiva. En este caso, se reduce el colágeno de la parte superficial de la córnea para moldearla mediante calor por radiofrecuencia.
Está indicada para tratar la hipermetropía y la presbicia. Así mismo, para abordar las complicaciones originadas por otras cirugías. Con el tiempo, la córnea recupera su forma inicial, por lo que esta es solo una solución temporal.
9. Anillos intracorneales
Estos anillos consisten en la implantación de unos aros especiales en la parte superficial de la córnea para modificar su forma por aplastamiento. Lo cual hace que la córnea recupere su curvatura.
Esta cirugía refractiva está indicada para casos de miopía, astigmatismo y personas con ojo seco que no tolerarían el láser. Es un procedimiento reversible.
Posibles riesgos en las cirugías refractivas
Como todo procedimiento quirúrgico, la cirugía refractiva también implica algunos efectos secundarios. En general, todas las técnicas son seguras, pero no están exentas de dificultades.
Los posibles riesgos son los siguientes:
- Dificultades en la cicatrización.
- Desprendimiento de la retina.
- Regresión parcial del defecto visual.
- Aumento de la presión intraocular o glaucoma.
- Sensibilidad disminuida al contraste de luz.
- Mala visión nocturna: es habitual que desaparezca con el tiempo.
- Ectasia corneal: es una pérdida progresiva de la curvatura de la córnea.
- Queratitis: es la inflamación de la córnea. Es poco común y, si responde a una infección, se trata con antibióticos.
- Problemas permanentes en la córnea: son raros y casi siempre están asociados al PKR.
A pesar de estas posibilidades, la cirugía refractiva es una excelente opción de tratamiento. Es importante acudir a un buen especialista y no formarse expectativas ilusorias con los resultados.
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