5 señales que indican que eres una persona ninfómana
Escrito y verificado por la psicóloga Macarena Liliana Nuñez
El término «ninfomanía» se usa con bastante frecuencia en la cultura popular. Alude a las mujeres que manifiestan un deseo sexual excesivo, la mayor parte del tiempo de carácter incontrolable. Sin embargo, en el entorno clínico, predomina el término «trastorno de hipersexualidad» o «comportamiento sexual compulsivo». Hoy exploramos las características de una persona ninfómana y qué se puede hacer al respecto.
Tal y como señala el Diccionario de la APA, la palabra ninfomanía casi siempre se usa para reflejar las actitudes culturales negativas con respecto a la sexualidad femenina. A lo largo de este artículo, lo usamos debido a que es el término más arraigado en la sociedad, pero nos alejamos de las asociaciones despectivas o recriminatorias. Antes que nada, es preciso que indaguemos un poco en su definición.
¿Qué es la ninfomanía?
Como bien apunta un trabajo divulgado en Journal of International Women’s Studies, la palabra ninfomanía se popularizó en la Inglaterra victoriana del siglo XIX. En ese entonces, la sociedad pensaba que las mujeres con deseos sexuales insaciables eran delincuentes, y su comportamiento moralmente reprobable.
Por su parte, los médicos consideraban a la ninfomanía una condición médica. Aun así, no era tan estudiada; de modo que las atribuciones eran más populares que clínicas. Durante el siglo XX hubo varias exploraciones a sus causas, síntomas y tratamiento, y poco a poco cayó en desuso para reemplazarse por el trastorno de la hipersexualidad, trastorno de la conducta sexual o comportamiento sexual compulsivo.
Ya en desuso, la ninfomanía hace referencia al deseo sexual excesivo o incontrolable que afecta a una mujer.
Aunque en su momento se propuso para su inclusión en el manual diagnóstico internacional, no se reconoce como tal en el DSM-V. Sí está en la edición vigente de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) como trastorno de comportamiento sexual compulsivo. En todo caso, se estima que su prevalencia oscilaría entre el 3 y el 6 % de la población mundial.
En cuanto a las causas de la ninfomanía, se pueden resumir en los siguientes aspectos:
- Factores biológicos: hormonas, neurotransmisores y condiciones médicas.
- Factores sociales: normas culturales, relaciones interpersonales y educación sexual.
- Factores psicológicos: estrés, ansiedad, depresión, imagen corporal y experiencias pasadas.
5 características de la ninfomanía
Como ya se ha indicado, el término ninfomanía ha variado mucho a lo largo de la historia. También lo ha hecho, entonces, los síntomas o características que se le atribuyen. Ya hemos señalado al inicio que dejamos a un lado las asociaciones negativas, de manera que nos enfocamos solo en los aspectos objetivos que se relacionan con lo que hoy se sabe de los deseos sexuales compulsivos:
1. Pensamientos, impulsos o comportamientos repetitivos en relación con el sexo
El síntoma más característico de la ninfomanía gira en torno a las ideas, los impulsos y las acciones de carácter sexual que se manifiestan de forma repetitiva. Ciertamente, el deseo sexual no es algo ocasional; se trata de un comportamiento que se desarrolla con recurrencia, hasta el punto de que abarca todos o casi todos los aspectos y momentos de la vida.
Cuando el aumento del impulso sexual interfiere con otros objetivos de tipo no-sexual de la vida del sujeto (trabajo, relaciones familiares y demás), se trata de un comportamiento sexual que se aleja de lo convencional. Entonces, y solo entonces, se puede hablar de un problema.
En función de las características individuales, los pensamientos y los impulsos, lo anterior se puede materializar de muchas formas. Por ejemplo, mediante el uso de la masturbación y la pornografía, o con otras personas. El tiempo consumido por fantasías, urgencias o conductas sexuales interfiere con las metas u obligaciones.
Los impulsos y el comportamiento sexual pasan a ser el foco central de la vida de la persona, hasta el punto de llegar a descuidar su bienestar y cuidado personal.
2. Problemas para detener o reducir los impulsos
Los impulsos se caracterizan por ejecutarse sin deliberación. Por tanto, son muy difíciles de controlar. Los problemas para hacer frente a las ideas y los comportamientos relacionados con el sexo, el deseo y el placer, tienen que ver con una característica más: los intentos fallidos por cambiar o controlar los episodios.
Así, esta incapacidad para hacer frente a los impulsos se traduce en un deterioro del bienestar de la persona. También, en las relaciones interpersonales (laborales, familiares, de amistad y demás) que ella desarrolla con su círculo y su cotidianidad.
Los numerosos esfuerzos para controlar o reducir el comportamiento sexual repetitivo sin mayores éxitos es una de las características de una persona ninfómana.
3. Inestabilidad emocional
Un estudio publicado en Journal of Clinical Medicine advierte que, en promedio, se estima que entre el 72 y el 90 % de las personas con comportamientos sexuales impulsivos (hombres y mujeres) desarrollan una comorbilidad con los trastornos del estado de ánimo. La ansiedad y la depresión son los más comunes; pero los sentimientos de vergüenza, remordimiento y culpa también son frecuentes.
Además, se ha reportado que las personas manifiestan frustración, preocupación, estrés y baja autoestima. Resulta curioso que, con bastante frecuencia, se incurre en el comportamiento sexual o en la consecución del impulso como un método para hacer frente a todos estos sentimientos. Esto a pesar de que, luego de ejecutarlos, las emociones turbulentas regresan o empeoran.
Los sentimientos asociados a la angustia forman parte de las características de la ninfomanía. En ausencia de ellos, no se puede hablar formalmente de un problema clínico.
4. Problemas para iniciar o mantener una relación
Ya hemos indicado que las señales de ninfomanía se materializan de muchas formas. En esta línea, un estudio encontró que las personas con hipersexualidad canalizan sus impulsos a través de la masturbación compulsiva (56 %), el uso de pornografía (51 %) y el sexo extramarital (21 %). Todo esto, por supuesto, tiene una repercusión negativa al momento de iniciar o mantener una relación de pareja.
Dado que la persona no puede controlar el impulso, incurre en estas prácticas repetitivas con independencia del compromiso o la voluntad de tener una pareja estable. A menudo, pueden llegar a mentir o encubrir sus acciones, en parte por la vergüenza que manifiestan al respecto; en parte por el deseo de que los demás no los abandonen por su comportamiento.
5. Búsqueda de nuevas sensaciones por encima de todo
La ninfomanía y la conducta hipersexual se asocian con conductas de alto riesgo. Por ejemplo, el querer materializar el impulso con otras personas puede elevar el riesgo de contraer una infección o enfermedad de transmisión sexual. Muchas de ellas también desarrollan el trastorno por uso de sustancias, y la relación es bidireccional entre estos trastornos.
Es importante señalar que no todas las personas con ninfomanía desarrollan una parafilia. Con todo, muchas de ellas sí lo hacen. Por ejemplo, manifiestan una inclinación hacia el voyerismo, el exhibicionismo, el sadismo o el fetichismo. De nuevo, una persona ninfómana no tiene una parafilia, pero con el tiempo algunas de ellas asumen cierta inclinación.
No dejes de leer sobre las: Diferencias entre las fantasías sexuales de hombres y mujeres ¿No son iguales?
Otras señales de ninfomanía o de comportamiento sexual compulsivo
Las características anteriores son las más representativas de una persona ninfómana. Por supuesto, en la práctica se pueden manifestar muchas otras. Te dejamos con otras que pueden acompañar las acciones e impulsos:
- Los deseos, ideas e impulsos sexuales intensos se desarrollan durante un tiempo prolongado (como mínimo, 6 meses).
- Se participa en los comportamientos sexuales aun cuando se obtiene poca o ninguna satisfacción de ellos (el deseo no siempre se traduce en placer).
- La persona opta por mantener el comportamiento sexual repetitivo a pesar de las consecuencias adversas (personales, familiares, laborales y sociales).
- Los sentimientos de angustia no son producto de una presión moral o religiosa, o al menos esta no es predominante. Provienen, en su mayoría, por el estrés, la ansiedad y la alteración del bienestar.
A largo plazo, puede derivar en consecuencia como pérdida del trabajo, problemas financieros, altercados con la ley, mayor riesgo de consumo de drogas y alcohol, problemas de salud y mucho más.
Como se puede ver desde el punto de vista médico, la hipersexualidad femenina involucra acciones y secuelas que repercuten en el bienestar del afectado y de quienes lo rodean. En su ausencia, no se puede hablar de una inclinación patológica al sexo.
¿Qué hacer en el caso de presentar estas señales?
La ninfomanía o hipersexualidad ha existido desde siempre, aunque la forma de abordarla ha variado según el desarrollo y la cultura de cada sociedad. Ten en cuenta que implica un aumento de la actividad sexual que se asocia con la angustia y el deterioro funcional. Aunque no está tipificada como diagnóstico, la terapia psicológica puede ser de gran ayuda.
La terapia cognitiva-conductual, la terapia psicodinámica y la terapia de pareja o familiar suelen ser el punto de partida. Es necesaria la intervención si la persona padece de ansiedad, depresión o trastorno por consumo de sustancias. En ciertos contextos, se puede considerar el uso de medicamentos.
Identificar las señales de que eres una persona ninfómana es el primer paso. Si el comportamiento es de carácter disruptivo e interfiere en la dinámica diaria, entonces es momento de buscar ayuda. Reconocer que se tiene un problema es indispensable para encontrarle una solución.
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