Yoga acuático: características, beneficios y más
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
El yoga acuático, también conocido como yoga en el agua, aqua yoga o water yoga, es una variante moderna del yoga tradicional que se practica con el cuerpo parcial o totalmente debajo del agua. Se trata de una alternativa para quienes desean una actividad con poco impacto en las articulaciones, con innumerables beneficios para la salud, que no demanda gran flexibilidad y que otorga relajación.
Algunas asanas se mantienen intactas, mientras que otras se reinterpretan para poder hacerlas debajo del agua. La resistencia del líquido te favorece en varios sentidos, como para bajar de peso. Como veremos más adelante, se trata de una actividad que pueden hacer personas de todas las edades.
Características del yoga acuático
El yoga acuático se hizo popular como alternativa a la variante clásica del yoga. Para muchos practicantes novatos, algunas posturas demandaban un cierto grado de flexibilidad o dificultad que impedía disfrutar de las sesiones.
Es por esto que el yoga debajo del agua se perfiló como una opción más fácil por cuanto involucraba poca flexibilidad, sin comprometer en absoluto los beneficios de las sesiones. La variante se lleva adelante con el agua a la altura del pecho, aunque algunos estudiantes avanzados realizan varias posturas completamente debajo del agua. La mayoría, sin embargo, apela por la primera opción.
Dado el efecto de flotación, cualquier tipo de persona puede practicar yoga acuático. Incluso aquellos que cuentan con alguna lesión en la espalda, en la zona cervical o en la región lumbar que se pueda activar en una sesión de yoga clásico. Los practicantes obesos, de igual forma, pueden desarrollarlo plenamente sin ningún tipo de limitación.
Al igual que sucede con la variante tradicional, existen muchos tipos de yoga acuático. Algunos se mantienen fieles a su edición terrestre, mientras que otros aprovechan todo el concepto de una actividad debajo del agua. El mejor ejemplo del primer caso es el Aqua Kriya Yoga. Este no se distancia de la variante tradicional e incluye además el componente de relajación y respiración clásico.
Beneficios de practicar yoga acuático
Aunque es cierto que el yoga debajo del agua es más fácil de practicar que su variante terrestre, esto no quiere decir que los beneficios se reduzcan. Destacamos algunas de las ventajas de practicar yoga acuático:
- Reduces el porcentaje de grasa corporal: así lo confirman los estudios y las investigaciones al respecto. De acuerdo con los expertos, un programa personalizado de este tipo de yoga de al menos 8 semanas es suficiente para percibir mejoras en la reducción de la grasa corporal.
- Mejoras tu aptitud respiratoria: con base en la evidencia, los expertos están de acuerdo en que las sesiones de yoga debajo del agua mejoran la aptitud pulmonar de los participantes. El movimiento de piernas y brazos en el agua, sumado a la presión de esta sobre el cuerpo, ayuda a alcanzar una mejor cadencia de la respiración.
- Reduces tu presión arterial: las investigaciones al respecto avalan el uso de actividades bajo el agua, como el yoga acuático, para reducir la presión arterial. Incluso, se recomienda abiertamente para quienes, aun cuando no han sido diagnosticados, están en riesgo de padecer en el futuro alguna condición cardiovascular.
- Minimizas el impacto en tus articulaciones: lo que te permite practicar actividad física sin comprometer el estado de estas. Algunos deportes de alto impacto, como el running, representan un serio problema para la salud articular.
- Eliminas el estrés y la tensión de la jornada: como veremos más adelante, variables como la temperatura del agua o la música de fondo, sumadas a los movimientos en sí mismos, te proporcionan una relajación cercana a la que se obtiene con la meditación.
En caso de que optes por sesiones en grupo, es un espacio para fortalecer tus relaciones sociales. Nada te impide, sin embargo, desarrollar una rutina desde una piscina privada.
5 poses de yoga acuático para principiantes
Hemos preparado una selección de las mejores asanas de yoga acuático para principiantes. Si deseas ir a tu primera clase con algunas posturas ya practicadas, te invitamos a revisar las siguientes.
1. Virabhadrasana
La postura del guerrero, también conocida como virabhadrasana, es una una de las asanas básicas de una clase de yoga. Existen varios tipos, los que se dividen en la escuela tradicional como I, II y III.
Las asanas se hacen en un continuo, de manera que la flotabilidad del agua juega a tu favor y en tu contra. A tu favor porque puedes hacer la transición con libertad, pero en contra porque debes oponer ciertas resistencia para evitar que el agua te desplace.
- Virabhadrasana I: empieza con la postura de la montaña (tadasana) y da un paso hacia el frente con el pie derecho. Estira el pie izquierdo hacia atrás de manera que este apunte en la misma dirección que tu torso. Arquea un poco la espalda y estira los brazos hacia arriba con tu vista fija en ellos.
- Virabhadrasana II: lentamente, baja tus brazos hacia tu pecho y mueve tu torso en dirección frontal. Acomoda tus pies en la posición que te proporcione mayor comodidad y luego estira tus brazos hacia adelante y hacia atrás con tu mirada fija en el primero.
- Virabhadrasana III: para finalizar, lleva tu cuerpo hacia el frente de manera que este repose en una sola pierna. Extiende el pie en el aire hacia atrás y tus brazos adelante. Imitarás la forma de una T con tus pies como tronco.
2. Savasana flotante
Aunque es una pose que se usa al finalizar una sesión de yoga tradicional, en el yoga acuático se emplea al iniciar o en medio de la clase. Se puede hacer aprovechando la habilidad de flotar natural, aunque quienes tengan dificultades en ello pueden usar flotadores en las piernas y en los brazos.
Para hacer la savasana flotante, también conocida como postura del cadáver, deberás flotar sobre la superficie del agua con los brazos y las piernas estiradas. Relaja el cuello, los músculos y elimina de tus cabeza las preocupaciones. Esta asana demanda un compromiso respiratorio para hacerla correctamente.
3. Vrksasana flotante
Conocida también como postura del árbol, y en el caso del yoga acuático como postura del árbol flotante, es otro de los movimientos básicos que todo principiante debe aprender. Al igual que en caso anterior, los practicantes pueden hacerla con o sin flotadores. Aunque se puede concretar de forma vertical, al aprovechar la flotabilidad adquieres una relajación mayor.
Para hacerla debes empezar a flotar de manera habitual. Una vez en esta posición, recogerás tus brazos uniendo las palmas de tus manos y las llevarás estiradas por sobre tu cabeza. Tu pierna izquierda permanecerá estirada al término que recoges la derecha hasta que la planta de tu pie descanse en la parte interna lateral de tu rodilla izquierda.
4. Ardha chandrasana
También se le conoce como postura de la media luna y, al menos en su variante en tierra firme, representa todo un reto para los practicantes. En el yoga acuático, sin embargo, cuenta con una dificultad media-baja. Para evitar complicaciones sobre la superficie del agua se adapta un poco.
Consiste en imitar una T con el cuerpo, como has hecho con la postura del guerrero III, solo que esta vez uno de tus brazos, el izquierdo, acompañará a tu pierna izquierda que mantienes elevada. Tu cabeza se posiciona por encima de la superficie en dirección al lugar donde te sientas más cómodo (hacia adelante o hacia el frente)
5. Utkatasana
La postura de la silla en el yoga acuático se suele hacer por completo debajo del agua, de manera que se practica en piscinas un poco profundas. Si lo deseas, puedes desarrollarla con tu cabeza sobre la superficie, aunque ten en cuenta que la postura anterior ayuda a fortalecer el beneficio cardiorrespiratorio.
Para hacerla, imitarás debajo del agua lo mejor que puedas el movimiento de sentarte en una silla. Lo harás con los pies juntos, tu torso semierguido y los brazos elevados por encima de tu cabeza. Si la haces debajo del agua, te relajarás por completo y aguantarás lo más que puedas la respiración.
Consejos para practicar yoga acuático
Ya te hemos hablado de sus características, sus ventajas y algunas posturas básicas para principiantes. Despedimos este artículo sobre el yoga acuático mostrándote algunos consejos de gran utilidad:
- Utiliza flotadores si aún no has aprendido la técnica para flotar completamente.
- Para algunas posturas, el uso de pesas puede ser de gran ayuda. Estas te mantendrán anclado en un lugar e impedirán que la resistencia del agua te venza.
- Si eres propenso a infecciones en los oídos, usa tapones o evita las inmersiones bajo el agua durante mucho tiempo.
- Dado que las clases duran entre 20 y 60 minutos, es buena idea usar ropa especial de neopreno.
- Coloca música de fondo y crea un ambiente relajante si lo practicas por tu cuenta. Lee más al respecto en este artículo.
- De preferencia, se sugiere desarrollar las clases en piscinas con agua tibia.
- Ve a tu ritmo. Aunque la mayoría de las posiciones son más fáciles que su variante clásica, te invitamos a probar con aquellas de tu nivel y luego ir aumentando de forma progresiva.
Si tienes esto en cuenta, además de lo que ya te hemos dicho en la secciones anteriores, tendrás todo listo para practicar yoga acuático. Lo más importante, en todo caso, es que te asegures de disfrutar las sesiones, acudas dispuesto a aprender y te relajes y te distraigas.
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