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Yoga facial: la nueva tendencia para verse más joven

7 minutos
El yoga facial nos ayuda tonificar los músculos del rostro. Además de combatir las arrugas, mejora la circulación y elimina toxinas. Sus beneficios variados pueden aprovecharse por la noche, una vez que finaliza la rutina cotidiana. Te lo contamos.
Yoga facial: la nueva tendencia para verse más joven
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto

Última actualización: 06 julio, 2023

El yoga facial consiste en una serie de ejercicios que se usan para tonificar los músculos de la cara, revirtiendo o previniendo las consecuencias del envejecimiento. En este sentido, se realizan masajes y estiramientos enfocados en los músculos que intervienen en las expresiones y movimientos del rostro.

La edad de treinta años es la ideal para comenzar el yoga facial. En ese momento, los músculos no están debilitados y reaccionan más rápido. Claro que a cualquier edad siempre nos aportará beneficios, porque nunca es tarde para la actividad física.

Beneficios de practicar yoga facial

Con el paso del tiempo, los tejidos pierden flexibilidad debido a la disminución del colágeno. Esto ocasiona que la piel y los músculos decaigan y evidencien un aspecto flácido, con arrugas. Hay varias maneras de prevenirlo o contrarrestarlo y una de ellas es el ejercicio.

Así como sucede con el resto del cuerpo, si los músculos de la cara no se ejercitan también pierden fuerza y tono. Para esto tenemos la opción del yoga facial. Veamos cuáles son los beneficios derivados de su práctica.

Combate la flacidez

Realizando a diario una rutina de ejercicios de yoga facial activarás los músculos del rostro. Esto mantiene el tono muscular y la firmeza, así como mejora la apariencia de la piel.

Por otra parte, la falta de hidratación incide en el deterioro de la flexibilidad. Pero el yoga puede ayudar a que los hidratantes se absorban con más eficiencia, con todos los beneficios que ello acarrea.

Aporta flexibilidad

La piel seca es un posible signo de enfermedades. Y si está flácida predispone a la aparición de arrugas. Por el contrario, mientras más flexible sea la piel, más tersa lucirá, retardando en aparecer o notarse las huellas del envejecimiento.

En la medida que con el yoga facial se mantiene la flexibilidad de la piel, no solo se atenúan las arrugas, sino que hasta se reducen. Y es que esta práctica nos ayuda a liberarnos del estrés que se acumula y se evidencia en el rostro.

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Los ejercicios para el rostro son ideales a los 30 años, cuando la piel es capaz de reaccionar de la mejor manera.

Fortalece los músculos

Músculos débiles y piel de apariencia poco tersa son un binomio difícil de disociar. Pero también ocurre lo contrario: músculos firmes están asociados con una piel tensa, firme, de apariencia elástica. Con el yoga facial se trabajan los músculos del rostro para que la piel se mantenga en su sitio. Sin flacidez, sin hundimientos y sin grasa.

Estimula la circulación facial

La mayor parte de estas bondades que hemos mencionado se deben a un hecho fundamental: el yoga facial mejora la circulación de la sangre por el rostro. Esto se traduce en diversos beneficios relacionados con el hecho de que se oxigenan mejor los tejidos, así como también mejora la eliminación de toxinas.

También te puede interesar: Beneficios del yoga para el cuerpo, la mente y el espíritu.

Ejercicios de yoga facial

Hay variedad de ejercicios de yoga facial, concentrando el trabajo en zonas puntuales para reafirmar la piel y la musculatura de la cara y hasta el cuello. De preferencia, debes realizar esta rutina frente a un espejo usando ropa cómoda. Comencemos.

Fortalecimiento del cuello

Párate firme, mirando al frente. Gira la cabeza hacia la derecha, ni muy rápido ni muy lento. Una vez que la barbilla está alineada con el hombro, inclina la cabeza un poco hacia atrás y mantén la postura por diez segundos. Vuelve a la posición inicial y ahora el movimiento debe ser hacia la izquierda. Haz esto cuatro veces para cada lado.

Otro ejercicio que puedes hacer para la mandíbula, pero que contribuye con la tonificación del cuello, es el siguiente. Mirando de frente, colocas las yemas de los dedos en la parte superior del cuello o, lo que es lo mismo decir, debajo de las orejas. Mientras deslizas los dedos hacia abajo inclinas la cabeza hacia atrás.

Esos ejercicios te ayudan a levantar y tonificar los músculos, a la vez que reafirman la piel del cuello, contribuyendo a que se desvanezcan las arrugas que se van formando con el tiempo y la flacidez.

Óvalo facial

El óvalo facial abarca la zona del mentón, incluso lo que llamamos barbilla y que algunas veces se convierte en papada. Para ejercitar el óvalo facial se debe trabajar sobre todo esa parte de la mandíbula donde sentimos la presión al morder.

Para empezar vamos a pellizcar suavemente la piel debajo de la barbilla usando los dedos pulgar, índice y medio. Esto se hace con ambas manos, presionando primero un poco y luego hacia afuera. Repite tres veces.

Otro ejercicio para esta zona se hace con los pulgares, presionando y deslizándolos a lo largo de la mandíbula, desde las orejas hasta la barbilla. Repite tres veces también. Son ejercicios que te ayudan a liberar la tensión producida por el estrés y el cansancio.

Tonificar pómulos

Cuando la piel de los pómulos se torna flácida se tienden a marcar esas líneas conocidas como arrugas o surcos nasogenianos. Para dar firmeza a los pómulos el ejercicio consiste en hinchar las mejillas con aire, golpear varias veces con la yema de los dedos y luego dejar salir el aire suavemente, contando hasta diez.

Contorno de ojos

Alrededor de la órbita ocular es una de las zonas del rostro donde más se notan las arrugas, sobre todo las llamadas patas de gallo. Sin embargo, hay varios ejercicios de yoga facial para ayudarte con la disminución de las líneas de expresión en los ojos.

Uno de estos ejercicios consiste en ejercer presión sobre el contorno del globo ocular, haciendo como unas gafas con los dedos índice y pulgar de cada mano. Con dichas gafas se trata de tensar de la piel al tiempo que se parpadea unas diez veces. Luego, se relaja la presión y se repite tres veces más.

Un ejercicio más focalizado en las patas de gallo consiste en poner la yema de los dedos (índice y medio) sobre las sienes, desplazándolos hacia las orejas al tiempo que se abre mucho la boca.

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La reducción de las líneas de expresión proviene del fortalecimiento de la musculatura facial.

Disminuir líneas de expresión

Ya sea en las mejillas, sobre el mentón o en las comisuras de los labios, otras líneas de expresión en el rostro también pueden corregirse, atenuarse o prevenirse con un poco de yoga facial.

Puedes realizar, a tales fines, el siguiente ejercicio: con el labio inferior hacia dentro, cubriendo los dientes de abajo, pon la boca como si dibujaras una O. Ahora trata de sonreír. Repite esto varias veces. Una variante del mismo ejercicio consiste en colocar la yema de los dedos en la barbilla y tratar de mover la mandíbula desde arriba hacia abajo. Luego inclinas la cabeza hacia atrás.

Ejercicios de relajación

Para terminar tu rutina diaria de yoga facial realiza un masaje de relajación. Usa las yemas de los dedos para masajear el rostro, haciendo presión suave y realizando círculos desde la mandíbula inferior hasta la nuca.

Luego golpea suavemente el rostro con las yemas y los dedos. Frota las palmas y, cuando estén calientes, colócalas sobre los ojos cerrados haciendo ligera presión. Todo esto debe ir acompañado de inspiraciones profundas.

Continúa leyendo: La gimnasia facial: ejercicios para evitar flacidez en la cara.

El yoga facial es ejercicio para prevenir el envejecimiento

El deporte es una práctica común para tonificar el cuerpo, pero no debemos olvidar los músculos de la cara. El yoga facial aporta diversos beneficios: ayuda a dar flexibilidad a la piel y tonifica, combate las arrugas, mejora la circulación y elimina toxinas.

Lo mejor es que se puede hacer de una manera muy sencilla y nos toma tan solo unos minutos al día. Si bien pueden concretarlo personas de todas las edades, se recomienda iniciar su práctica antes de los 30 para mejores resultados.

El momento ideal es al final del día para que nos ayude a relajarnos del estrés de lo cotidiano. Por último, no olvides que en el yoga facial y en todo lo que hagas, la clave del éxito es la constancia.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.