7 formas de aumentar el consumo de agua para mejorar la salud
Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas
El agua es un líquido vital para el funcionamiento de los órganos del cuerpo y, por ende, para nuestra vida. Y es que, aunque muchos lo ignoran, es la única bebida sin calorías y con una gran variedad de beneficios para el cuerpo.
Al incluirla cada día en la dieta, la digestión mejora, la circulación se mantiene regulada y los índices de hidratación son los adecuados.
El problema es que mucha gente tiene dificultades para tomar la cantidad apropiada. Por esta razón, hoy queremos dar una serie de consejos y buenas costumbres con las cuales se puede aumentar la ingesta diaria de agua.
1. Consúmela en ayunas
Una de las mejores formas de iniciar la jornada es tomar agua justo después de levantarnos de la cama. A esta hora podemos ingerir hasta cuatro vasos, aunque debemos procurar que sea de forma lenta.
Como es un poco difícil, puedes empezar ingiriendo un vaso e ir aumentando la cantidad cada día. De esta forma hidratarás el cuerpo desde el primer momento del día y lo prepararás para cumplir con sus tareas de la jornada.
No obstante, si cuatro vasos te parece algo exagerado, puedes optar por lo siguiente:
- Un vaso de agua tibia con limón.
- Una infusión tibia.
- Un vaso de agua fresca (nunca fría).
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2. Antes de las comidas principales
Miles de personas tienen la costumbre de tomar agua antes de cada comida principal, ya que se ha comprobado que es una forma efectiva de evitar el consumo excesivo de calorías al producir un aumento de la saciedad.
Esto se debe a que la distensión estomacal induce una reducción del apetito, según un estudio publicado en la revista “American Journal of Physiology, Regulatory, Integrative and Comparative Physiology”.
Ingerir un vaso de agua unos 15 o 30 minutos antes de comer provocará este efecto y apoyará la dieta de quienes buscan perder peso.
3. En horas de la noche
Un buen momento para tomar un vaso de agua es justo antes de ir a dormir. Con esta costumbre apoyarás la hidratación del cuerpo y los procesos de reparación cutáneos que se dan en el periodo de descanso.
No obstante, hay que tener en cuenta que algunas veces puede interrumpir el sueño, ya que al llenar la vejiga se provocan deseos de orinar.
4. Consume agua en lugar de beber café o refrescos
El café, los refrescos y las bebidas energizantes están cargados de sustancias deshidratantes. Su alto contenido azúcares incrementa el riesgo de enfermedades graves como la osteoporosis y la diabetes, según un artículo publicado en el año 2016.
Además por tener un elevado contenido de calorías, influyen en el aumento de peso corporal y la obesidad.
En cambio con la ingesta de agua se producen efectos contrarios. El cuerpo se desintoxica gracias a un apoyo a la función renal, todos los órganos se hidratan y se apoya el ritmo del metabolismo para bajar de peso.
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5. Incrementa su consumo en los días de calor
Las personas que viven en climas cálidos están obligadas a aumentar su consumo diario de agua para reponer los líquidos que se pierden por las temperaturas elevadas.
Esta población es más propensa a desarrollar cálculos renales en comparación con los que viven en regiones más frías.
6. Toma agua al hacer ejercicio
Antes y después de hacer ejercicio resulta conveniente ingerir más agua para compensar la pérdida de líquidos.
Los expertos aconsejan consumir medio litro más de agua por cada 30 o 60 minutos de actividad física. Además, una vez terminada la tarea deportiva, es conveniente ingerir el 150 % del peso perdido en forma de agua durante las 6 horas posteriores.
7. Aumenta su consumo si estás enfermo
Cuando te sientes enfermo es probable que tus deseos de tomar agua disminuyan más que nunca. No obstante, es primordial aumentar su ingesta porque es clave en la recuperación del cuerpo.
Al tomarla apoyarás las defensas del cuerpo e hidratarás los órganos comprometidos por la afección.
¡Consume al menos 2 litros de agua al día!
Si eres parte del grupo de personas que no ingiere suficiente agua, opta por buscar alternativas para que nunca se te olvide.
- Prepara aguas saborizadas con frutas, hierbas o flores.
- Lleva siempre una botella de agua en tu bolsa, o acostúmbrate a mantenerla a la vista.
- Disfruta de una refrescante limonada.
- Consume frutas ricas en agua como el melón, la sandía o la piña.
Anímate a seguir todos estos consejos y comprueba cómo un hábito tan sencillo hace mucho por tu cuerpo. De todos modos no olvides combinar una buena hidratación con una dieta variada y equilibrada para garantizar un buen estado de salud.
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