Binge drinking o atracones de alcohol: ¿cuáles son sus consecuencias?
Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto
El consumo de licor en exceso puede traer consecuencias para la salud. Pero esto se intensifica cuando las personas incurren en el llamado binge drinking o en los atracones de alcohol.
En general, se considera que dicha práctica puede afectar en el corto, mediano y largo plazo, desde el punto de vista físico y mental. Adicionalmente, se altera el sistema nervioso y se produce tanto un efecto inhibitorio como una falta de coordinación, lo que incrementa las conductas riesgosas y las probabilidades de sufrir lesiones y accidentes.
“Binge drinking” o atracones de alcohol: ¿qué significan?
Podría pensarse que los problemas relacionados con el alcoholismo son más bien propios de las personas que beben habitualmente. Sin embargo, el trastorno no radica solo en la frecuencia, sino también en cuánto se llega a ingerir en una ocasión.
En este sentido, el binge drinking o los atracones de alcohol constituyen una práctica que consiste en consumir grandes cantidades de alcohol en un periodo corto de tiempo. El término binge se usa, en inglés, para referirse a las actividades que se hacen de manera extrema.
El objetivo que se busca es emborracharse de una manera rápida o que los efectos que se sienten sean más intensos. En tal sentido, una persona puede llegar a ingerir 4 y hasta 5 bebidas en un lapso de 2 horas.
Y a esto habría que sumarle el hecho de que se puede permanecer 6 horas en promedio en una reunión social, tomando quizás unos 20 tragos. Como resultado, de acuerdo con las investigaciones, se alcanza un alto nivel de intoxicación (con una alcoholemia no inferior a 0,8 g/l).
Esta modalidad es más frecuente en personas de sexo masculino, entre los 20 y los 40 años. Según un estudio realizado en el Policlínico José Ramón León Acosta de Santa Clara (Cuba), el 70 % de los pacientes que ingresaron por problemas relacionados con el consumo de alcohol estaban ubicados en este rango de edad.
Consecuencias de los atracones de alcohol
El binge drinking o los atracones de alcohol pueden ser muy peligrosos a corto y a largo plazo, tanto para la persona como para quienes están a su alrededor. Veamos sus consecuencias.
Efectos a corto plazo
Al beber de esta manera, además de sentir mareos y vomitar, también la persona puede sufrir desvanecimientos. Y al día siguiente, por supuesto, tendrá todos los síntomas de la resaca, pero mucho más fuertes.
Agresiones y conductas delictivas
El alcohol nos desinhibe. Si el consumo es excesivo, podemos fácilmente “perder la cabeza”, incurriendo en conductas riesgosas. Por ejemplo, exhibicionismo, sexo sin protección o con personas desconocidas. Asimismo, aumentan las posibilidades de agredir a alguien, cometer delitos y maltratos.
Mayor riesgo de accidentes
Bajo los efectos del alcohol perdemos la coordinación; nuestros miembros no responden o no obedecen al cerebro. Así, hay mayor riesgo de traumatismos.
También se pueden sufrir o causar accidentes automovilísticos. Según las investigaciones, las probabilidades de morir por accidente de tránsito es unas 13 veces mayor cuando hay una alta concentración de alcohol en sangre.
Paro respiratorio
En determinados casos, es posible que la persona sienta náuseas. Pero por la posición, no llegará a expulsar el contenido del estómago. Luego, el vómito podría obstaculizar las vías respiratorias, produciendo un paro y muerte cerebral.
Coma etílico
Cuando hay niveles elevados de alcohol en la sangre (por encima de 3 gramos por litro), puede producirse una disminución de la capacidad respiratoria y cardíaca, lo que desencadena un coma etílico. Entonces, podría sobrevenir la muerte por asfixia.
Aumenta las posibilidades de adicción
El incurrir con frecuencia en atracones de bebidas suele ser el paso definitivo para desarrollar adicción al alcohol, ya que se evidencia la dificultad para controlar su consumo. Esto trae otras consecuencias crónicas.
Trastornos hepáticos
A largo plazo, consumir con frecuencia dosis elevadas de alcohol aumenta las posibilidades de sufrir enfermedad hepática, cirrosis e hígado graso.
Enfermedad cardíaca
Se han realizado diversos estudios en los que se ha podido establecer que los atracones de alcohol aumentan el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular en personas de mediana edad (45 años o mayores). Esta relación no está tan clara en los más jóvenes.
La conclusión a la que arribaron los investigadores es que el consumo excesivo de alcohol no solo incide en la prevalencia de diversas enfermedades crónicas, sino que hay mayores posibilidades de que las mismas empeoren si ya estaban presentes.
Funciones ejecutivas
Las consecuencias también se evidencian en las habilidades cognitivas. Al respecto, en una investigación con estudiantes universitarios se encontró que los que participaban en atracones de alcohol rendían peor en tareas intelectuales. Incluso, las puntuaciones eran más bajas cuanto más joven se había iniciado el consumo.
Riesgo de demencia
En un estudio con 131 415 adultos, se asoció un riesgo de demencia 1,2 veces mayor en personas que consumen alcohol en exceso, en comparación con los bebedores moderados.
Problemas sociales y afectivos
Por si fuera poco, además de las consecuencias mencionadas, en las personas que beben licor de manera abusiva y frecuente son comunes los trastornos depresivos, la ansiedad, la irascibilidad y los trastornos del sueño. También se manifiestan conductas que los llevan a tener conflictos, discusiones, peleas y comportamientos agresivos con las personas de su entorno.
Otras consecuencias
Según un estudio realizado en España, el alcoholismo se encuentra entre las primeras causas de discapacidad. También afecta desde el punto de vista de la estructura familiar (familia disfuncional) y trae repercusiones económicas y laborales.
El alcohol no es inocuo
Son diversas las consecuencias de la práctica del binge drinking o los atracones de alcohol. Todos estos efectos son negativos y ninguno positivo. Por tanto, es importante trabajar en pro de educar a los jóvenes acerca de tal problema.
Se deben desmitificar las falsas creencias acerca de que si el consumo es ocasional no resulta dañino. Al contrario, puede serlo y mucho.
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