5 características que suelen tener los genios

Además de una alta capacidad intelectual, ser un genio también implica originalidad y creatividad. Profundicemos en ello.

A lo largo de la historia han surgido personajes que han sido catalogados como “genios”. Entre ellos, Albert Einstein, Leonardo da Vinci, William Shakespeare y Miguel Ángel. Pero, ¿qué es lo que los define como tal? ¿Cuáles son las características esenciales que les otorga el título de genios?

Lo cierto es que definir al genio no es tarea fácil, pues dentro de esta categoría entran diversas personalidades, cuyas habilidades pueden diferir mucho. Por ejemplo, la genialidad de Stephen Hawking no es la misma que de la Beethoven o la de Picasso.

Aun así, se han podido identificar las características de los genios más definitorias. Veamos cuáles son.

¿Qué se entiende por genio?

El término genio suele utilizarse en dos sentidos diferentes, pero relacionados. El primero, popularizado en 1916 por el psicólogo estadounidense Lewis M. Terman, refiere a una extraordinaria capacidad intelectual medida por el desempeño en una prueba estandarizada.

En este caso, Terman fijó que el coeficiente intelectual (CI) de un genio potencial se situaba en 140 o más; una puntuación obtenida por aproximadamente 1 de cada 250 personas.

Sin embargo, en 1942, Leta Hollingworth, una psicóloga estadounidense que estudió la naturaleza y la crianza del genio, propuso que el CI de un genio debía ser de 180 o más. Una puntuación que, en teoría, solo exhibe una de cada dos millones de personas.

Ahora bien, muchos piensan que ser un genio no se reduce únicamente a tener un alto CI. Pues, si bien la inteligencia es un requisito fundamental para ser considerado un genio, hay otros aspectos que entran en juego, como la creatividad, la autoconsciencia y el pensamiento innovador.

Es por ello que se ha vuelto tan popular la noción de genio derivada del trabajo de Sir Francis Galton, un psicólogo y antropólogo inglés que definió al término como una capacidad creativa extraordinariamente elevada, demostrada por un logro real (siempre que tal logro no tenga un valor transitorio o sea el resultado de un accidente de nacimiento).

De esta forma, además de una alta capacidad intelectual, ser un genio también implica originalidad, creatividad y la capacidad de trabajar en áreas no exploradas antes. Se deja así un legado en el mundo, que de otro modo no existiría.

Es por esta razón que personas como Albert Einstein, Stephen Hawking y Charles Darwin pueden agruparse en el mismo grupo de genios que Mozart, Beethoven y Picasso.

La teoría de las inteligencias múltiples y la noción de genio

No todos los genios destacan en las mismas áreas intelectuales. Es por ello que la teoría de inteligencias múltiples de Howard Gardner juega un papel importante a la hora de comprender la noción.

Gardner identificó al menos ocho tipos particulares de inteligencia, las cuales se cree que están distribuidas de manera relativamente uniforme en la población. Sin embargo, en el caso de los genios, es probable que nazcan con capacidades extraordinarias en al menos una de estas áreas.

Por ejemplo, los grandes escritores poseen una marcada inteligencia lingüística; los científicos brillantes suelen tener una extraordinaria inteligencia lógico-matemática; mientras que los eminentes músicos tienden a desarrollar una elevada inteligencia musical.

Las características distintivas de los genios

Como vemos, encasillar a los genios en un mismo conjunto no es tarea fácil. Sin embargo, podemos identificar ciertos rasgos y características similares que los lleva a ser catalogados como tales.

1. Son muy curiosos

Los genios suelen tener una mente muy curiosa. Esto los lleva a desarrollar nuevas formas de pensar y a descubrir ideas antes inexploradas.

Al respecto, el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi, en su libro Creatividad (2008), concluyó que las personas eminentes se caracterizaban por su creatividad. Para llegar a esta conclusión, Csikszentmihalyi entrevistó a más de noventa genios de diversas disciplinas, entre los cuales se encontraban quince premios Nobel.

2. Son autodidactas

Para los genios, el nivel o el rendimiento educativo no suele ser determinante de sus vidas. En su lugar, dedican gran parte del tiempo a estudiar materias de su interés. En este caso, lo hacen por su cuenta, sin instituciones ni calificaciones de por medio. Simplemente porque les gusta.

3. Son autocríticos

Howard Gardner afirmó que las personas eminentes, como Picasso, Freud o Stravinski, solían utilizar el ensayo y error como modelo de trabajo. En este caso, identificaban el problema, ingeniaban la solución, la ponían prueba y luego estaban a atentos a la retroalimentación.

En este sentido, según Gardner, estas personas dedican mucho tiempo analizando qué desean conseguir, si han tenido éxito o no y, si no lo han alcanzado, qué deberían cambiar.

4. Tienden a ser solitarios

Csikszentmihaly también afirma que la mayor parte de los genios no logran establecer relaciones interpersonales durante su juventud. Especialmente, por su acentuada curiosidad en temas que resultan extraños para sus pares.

Además, al estar tan focalizados en lo que constituye su centro de interés, no tienden a desarrollar grandes habilidades sociales ni participan mucho en las actividades de grupo.

5. Trabajan por pasión

En el trabajo, los genios suelen dedicarse por pasión y vocación, en lugar de hacerlo por dinero. En este caso, lo que los motiva son sus ansias de conocer e innovar. Las recompensas extrínsecas suelen estar por debajo de las intrínsecas.

Personalidades inquietas y creativas

Las características de los genios van más allá de una capacidad intelectual extraordinariamente elevada. Por lo tanto, si queremos comprender el perfil de estas personas, es importante tomar en cuenta que la creatividad, la innovación, la autonomía y la pasión genuina por un determinado campo también son rasgos esenciales de su personalidad.